El documento resume las negociaciones entre Israel y Estados Unidos sobre la colonización israelí en los territorios palestinos. Estados Unidos ha propuesto que si Israel restringe las obras de colonización, Estados Unidos le suministrará aviones de combate. Sin embargo, el primer ministro Netanyahu enfrenta la oposición de su coalición nacionalista a aceptar esta propuesta. Además, a pesar de cualquier acuerdo, Israel probablemente continuará ampliando los asentamientos, poniendo en riesgo el proyecto sionista de un estado judío y dem

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Buenos Aires, 15 de noviembre de 2010
MEDIO ORIENTE: CONGELAMIENTO ESTRATEGICO
CUESTION DE HUEVOS
Por Moshé Rozén, desde Nir Itzjak, Israel
Algunos lectores interpretaron que nuestra nota
sobre el divorcio entre Israel y Turquía tenía un tono
marcadamente ácido: la realidad, me observaron, es
menos sombría y – como evidencia- tomaban
importantes cargamentos de huevos de gallina,
importados de Turquía a Israel.
Me comprometo, entónces, tratar de ser un poco más optimista.
El tema del día en Israel es la propuesta norteamericana: si el gobierno
israelí accede a restringir nuevamente las obras de colonización en los
territorios palestinos de la ribera occidental del Jordán, el presidente
Obama se compromete a suministrarle unas veintena de costosos aviones
de combate de última generación.

2. La administración estadounidense, como se sabe, considera que la
construcción civil en Judea y Samaria tiende a perpetuar el dominio
militar israelí, anexando, de hecho y definitivamente, las tierras
conquistadas en la guerra de 1967.
La oferta para evitar ese obstáculo a la negociaciones de paz, incluye –
asimismo- el compromiso de la Casa Blanca de vetar resoluciones
antijerosolimitanas en la ONU.
Netanyahu, que hasta ahora rechazó los insistentes reclamos de
Washington, percibe que esta vez, como se decía en los círculos
sicilianos, es una propuesta imposible de rechazar...
Pero el primer ministro no tiene que hacer frente sólo a Obama: mantener
su coalición – de notoria inclinación nacionalista- aprobando la exigencia
del país del norte es tarea no menos improbable que su capacidad de
negar el generoso ofrecimiento de Obama y de la señora Clinton.
Si la carencia del producto arriba mencionado, ese que llega ahora de
Turquía, se traslada, metaforicamente, al gabinete gubernamental, lo que
seguramente sucederá es una aceptación puramente formal de la
exigencia internacional; o sea, Israel proseguirá ampliando
asentamientos: desde fin de septiembre, apenas finalizado el anterior
congelamiento, se echaron los cimientos de 1650 unidades de vivienda,
casi la misma cantidad de construcciones efectuadas –en tierras
reclamadas para el futuro estado palestino- en todo el año 2009, antes de
la anterior interrupción edilicia.

3. No se trata de un disenso circunstancial con los EEUU; es un dilema del
conjunto de la sociedad israelí: la política colonizadora, omite el
efecto demográfico de la anexión territorial –la incorporación de masiva
población árabe palestina, carente de derechos civiles- y arriesga el
sentido esencial del proyecto sionista: un estado judío, democrático y
soberano.
REVISTA HORIZONTE
PARA UNA CONVIVENCIA EN MEDIO ORIENTE