1. POR FIN
El regreso de las tropas españolas es inminente. Para el ala derecha del Partido En esas condiciones, plantear acciones de ayuda humanitaria resulta virtualmente
Popular puede tratarse de una huida, una concesión al ten-orismo internacional, imposible, por lo que, antes de hablar de reconstrucción, habría de encontrarse la
una deslealtad con el Imperio, y lo que se les vaya ocurriendo a lo largo de los manera de garantizar un mínimo de seguridad para la población civil y los cooperantes
próximos días. Lo cierto es que se trata del cumplimiento de una promesa electoral de las organizaciones humanitarias, pues la ONU, y cualquier otra organización
y de dar cumplimiento a un anhelo mayoritario de la ciudadanía española. internacional, actuando bajo el paraguas estadounidense, sólo podrán ser percibidas
La decisión de Zapatero pone fin al vergonzoso episodio puesto en marcha por por la población iraquí como un apéndice del ejército de ocupación.
José María I de Aznar y V de Botella, con total desprecio a la legalidad intemacio- Desmantelados en un rasgo de torpeza el ejército y la policía iraquíes, la clave po-
nal. Una decisión personal de aquel que se consideraba ungido por George Imperator dría encontrarse en la retirada de los estadounidenses y la sustitución de sus tropas
para liderar una Nueva Europa que sólo existía en sus sueños delirantes. por otras de países árabes, bajo el mando de la ONU, que podrían ser percibidas por
Ahora, el cipayo pide perdón al Emperador por la «traición» de los suyos, dejando la población irakí no como ocupantes, sino como vecinos amistosos
perfectamente claro de que lado están sus lealtades, degradando aún más, si cabe, que acuden en momentos de necesidad. Ese seria el momento
su escasa talla moral y comprometiendo, nuevamente, al Partido Popular en deci- de volcar la ayuda europea, la llegada de cooperantes, sin
siones y posturas personales que en nada benefician al primer partido de la oposi- provocar el rechazo de la sociedad iraquí.
ción, sin que el beneficiario del dedazo sea capaz de reunir un mínimo de fuerza y El rechazo visceral de muchos canarios a la imagen de un
dignidad para poner coto a tan degradante actitud. gendarme marroquí patrullando las costas isleñas, tiene su
Dejando de lado el lamentable espectáculo del genial políglota, hablante de catalán contraparte en el rechazo de los iraquíes a la «salvación»
y tejano en la intimidad, se abre ahora un escenario de enonne interés. dispensada por cruzados occidentales, incapaces de ha-
Las tropas estadounidenses, y sus aliadas, vienen obligadas, tras consumarse la blar su idioma y con escalas de valores radi-
invasión de Irak, a garantizar el orden y la seguridad en el país invadido, pues el calmente diferentes.
derecho internacional, tal y como ha reconocido la ONU, impone una serie de debe- Retirar las tropas españolas, si se traduce
res a las potencias ocupantes, que no es otra la calificación de las mismas. en una retirada en cascada de las perte-
En el cumplimiento de esa obligación el fracaso estadounidense es clamoroso. Se necientes a otros países, podría abrir el
suceden un sinnúmero de acciones encuadrables en diferentes categorías. Por camino a un replanteamiento de la ocu-
una parte, se producen muestras más o menos organizadas de resistencia civil, pación militar de Irak. Cuando me- g^
con manifestaciones constantes exigiendo la salida de las tropas de ocupación. Por nos, es negarse a ser cómplice de
otra parte, los ataques a las fuerzas ocupantes, calificables como operaciones de la una situación que nunca debió pro-
resistencia, se conjugan con actos terroristas dirigidos contra la población civil. ducirse. • _
9''andes esperanzas se tornen en grandes decepciones... a pesar de da, nadie parece saber por qué se ha hecho así. Ni siquiera quienes
°'^o ello no cambio el actual momento de incertidumbre positiva que dieron su visto bueno al gobierno de Canarias para su ejecución, ni quie-
^'^imos, frente a la certeza del Inmovilismo anterior. La misma certe- nes acusaron a algunos de protestones profesionales al conocer el pro-
^ que existe a nivel insular. yecto. Se repite la historia, cómo no, que une implacablemente a las
'^Pe de la noticia de la retirada de tropas mientras circulaba por la calamidades políticas con las calamidades en el territorio.
'^^va carretera Tahíche-Mala, por lo que, lo mismo da, mis insultos Pero decía antes que me enteré del regreso de las tropas sobre la carre-
^ vieron interrumpidos o mi alegría se vio teñida por la vergüenza tera que no debió llegar a serlo, por lo que la sensación de contraste
^'^6 me produjo una obra a todas luces desproporcionada y repug- entre lo local y lo nacional fue, otra vez, visible y palpable.
^'ite. Más aun cuando recordaba las palabras del consejero de Nada cabe esperar de lo que tenemos al frente de las instituciones insu-
°''as Públicas del Cabildo esconder la cabeza a la hora de asumir lares. A mismos talantes, mismos resultados. Iguales discursos para
^^Ponsabilidades ("la culpa es de los ingenieros de Madrid", se idénticos resultados. Habrá que seguir esperando que la mentira de
'''^vió a decir el caballero) ante una carretera que, una vez finaliza- nuestro entorno sea igual de evidente. •
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