Solo Dios sabe a quién deja y a quien quita de tu vida. Sus planes son perfectos.

1. El Helecho y el Bambú
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2. Un día decidí darme por vencido.
Renuncié a mi trabajo, a mi relación, a mi
espiritualidad.
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3. Quería renunciar a mi vida.
Me fui al bosque para tener una última
charla con Dios.
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4. “Dios”, le dije: ¿Podrías darme una buena
razón, para no darme por vencido?
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5. Su respuesta me sorprendió:
“Mira a tu alrededor” El dijo:
Ves el helecho y el bambú?
“Si”, respondí.
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6. Cuando sembré las semillas del helecho
Y el bambú, las cuidé muy bien.
Les di luz, les di agua.
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7. El helecho rápidamente creció.
Su verde brillante cubría el suelo.
Pero nada salió de la semilla
del bambú.
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8. Sin embargo no renuncié al bambú.
En el segundo año, el helecho creció más
brillante y abundante.
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9. Y nuevamente, nada creció de la semilla de
bambú.
Pero no renuncié al bambú. Dijo El.
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10. En el tercer año, aun nada brotó
de la semilla de bambú.
Pero no renuncié, me dijo.
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11. En el cuarto año, nuevamente, nada salió de la
semilla de bambú.
No renuncié, dijo.
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12. Luego en el quinto año, un pequeño brote
salió de la tierra.
En comparación con el helecho, era
aparentemente muy pequeño e insignificante.
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13. Pero sólo seis meses después, el bambú
creció, más de 100 pies de altura.
Se la había pasado cinco años
echando raíces.
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14. Aquellas raíces lo hicieron fuerte y le
dieron lo que necesitaba para sobrevivir.
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15. “No le daría a ninguna de mis creaciones
un reto que no pudiera sobrellevar”
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16. El me dijo:
¿Sabías que todo este tiempo, que has
estado luchando, realmente has estado
echando raíces?
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17. “No renunciaría al bambú.
Nunca renunciaría a ti.
No te compares con otros”
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18. “El me dijo:
El bambú tenía un propósito diferente
al del helecho, sin embargo eran necesarios
y hacían del bosque un lugar hermoso”
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19. “Tu tiempo vendrá” Dios me dijo.
“¡Crecerás muy alto!”
¿Que tan alto debo crecer? Pregunté.
¿Qué tan alto crecerá el bambú?
Me preguntó en respuesta.
¿Tan alto como pueda? Indagué.
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20. Espero que estas palabras puedan ayudarte a
entender, que Dios nunca renunciará a ti.
Nunca te arrepientas de un día en tu vida.
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21. Los buenos días te dan felicidad.
Los malos días te dan experiencia.
Ambos son esenciales para la vida.
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22. La felicidad te mantiene dulce.
Los intentos te mantienen fuerte.
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23. Las penas te mantienen humano.
Las caídas te mantienen humilde.
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24. El éxito te mantiene brillante.
Pero sólo Dios te mantiene caminando...
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