(ene.2020) Todos nos hemos regocijado o nos hemos quejado de ciertos momentos de nuestra vida, sin poner verdadera atención a lo que en ese momento sucede y menos aún a lo que viene después como consecuencia. Lo que es, a donde hemos llegado, lo que hemos de aprender y aplicarlo HOY, ya que es este instante el que dicta lo que será.
Producción original: Carlos Rangel
2. Cuenta la leyenda que en la antigua
China había un campesino muy
pobre -pero muy sabio- que con
gran humildad trabajaba duramente
la tierra con su hijo
Su única posesión era un hermoso
caballo que al que brindaban todos
sus cuidados, pues era el único que
les ayudaba en sus arduas labores y
les hacía compañía
3. Un día el Rey de la comarca pasó por ahí, vio
el magnifico animal y ofreció al campesino
una fuerte suma de dinero por al caballo,
pero el campesino la rechazó cortésmente
diciendo que ellos amaban su caballo y la
única distracción de su hijo era salir a pasear
un rato después de las arduas labores y que
eso no era posible compensarlo con dinero.
El Rey, respetuoso de los argumentos del
campesino, no insistió más. Conmovido por
su precaria situación, compartió su propias
provisiones con ellos y continuó su camino
seguido de su escolta.
4. El hijo dijo:
¡Qué Suerte! Tenemos un Rey
bondadoso que nos ha permitido
quedarnos con nuestro caballo y hasta
nos ha compartido sus provisiones
¿Porqué lo llamas suerte?
-comentó el padre-
No conocemos el final de esta historia,
ya veremos lo que trae el tiempo…
5. …Un día el caballo escapó y no lo vieron más…
Dijo entonces el hijo: Padre, ¡qué desgracia, se ha ido el caballo, habría
sido mejor aceptar el dinero que nos ofrecía el Rey!
6. ¿Por qué lo llamas desgracia? -respondió el padre-
No conocemos el final de esta historia, ya veremos lo que trae el tiempo…
7. A los pocos días, el caballo regresó,
acompañado de una preciosa yegua salvaje
Padre, padre, ¡qué suerte!
-exclamó el muchacho-
Nuestro caballo ha regresado y ha traído
otro caballo más
8. ¿Por qué le llamas suerte?
-repuso el padre-
No conocemos el final de esta historia,
veamos qué trae el tiempo…
9. Unos días después, el joven quiso
montar al nuevo caballo, pero éste, no
acostumbrado a un jinete, relinchó y lo
arrojó fuertemente al suelo
10. .
El muchacho se rompió una pierna
Padre, ¡qué desgracia! -dijo él-
¡Me he quebrado la pierna y no podré
ayudarte con las labores del campo!
Y el padre, retomando su experiencia y
sabiduría sentenció:
¿Por qué lo llamas desgracia, hijo mío?
No conocemos el final de esta historia,
veamos qué trae el tiempo…
11. El joven, que no estaba convencido de
la filosofía del padre, gemía en su
cama por el dolor y por la impotencia
de no poder ser útil.
Pocos días después, pasaron por la
aldea unos emisarios del rey buscando
jóvenes para llevarlos a la guerra.
Vieron en la casa solamente a un
anciano y a un joven entablillado. Los
dejaron en paz y siguieron de largo.
12. El joven comprendió entonces que nunca hay que ver la desgracia ni la fortuna
como absolutas, sino que siempre hay que darle tiempo al tiempo, para ver si
trae consigo algo “malo” o algo “bueno”
13. Frecuentemente nos empeñamos
en ignorar que la vida da muchas
vueltas y es tan paradójico su
desarrollo, que lo aparentemente
malo puede tiene consecuencias
aparentemente buenas, y lo
aparentemente bueno, puede
tener consecuencias
aparentemente malas
Lo mejor es esperar siempre el día de mañana, pero sobre todo, confiar en la infinita
sabiduría del Universo
14. …porque todo sucede con un
propósito positivo para nuestras
vidas y para el plan infinito
Solamente esperemos el día de
mañana con alegría y
¡vivamos el hoy con plenitud!