una enfermedad que lesiona la psiquis de la persona, puede ser debido aun estress altamente acalificado o una auto estima baja, pero que es dificil controlarla
1. Dolor Crónico: Me
sigue doliendo
Esta entrada la escribo para que cualquier persona
pueda entender el razonamiento, sin entrar en
tecnicismos ni especificaciones, de porqué a veces
"sigue doliendo". Cualquiera que sea la causa de tu
dolor, fisico, emocional o neural.
"ME SIGUE DOLIENDO"
Cada vez son más los pacientes que cuando acuden a
la terapia ya llevan meses o años con su dolor... han
ido a un sitio y a otro y cada vez están más
preocupados por "ese dolor que no se va" y comentan
cosas como: "me trato pero no se me va" "tomo la
medicación, pero como si nada" "el ejercicio no me
ayuda" "he probado de todo y no se que hacer"...
. "ME SIGUE DOLIENDO"
2. En la mayoría de los casos cuando haces la historia
clínica del paciente para hacerte una idea de "por donde
pueden ir los tiros", (generar hipótesis) el paciente insiste
en la o las zonas de dolor: "Me duele aquí"... y aunque
preguntes por otros signos, síntomas o problemas
relacionados con su cuadro e historia clínica, lo normal
es que en muchos casos insista en la idea de:
"si...si...pero el dolor lo tengo aquí". (señalando la zona)
La preocupación del paciente se ve agravada si
anteriormente ha "sufrido":
1. Juicios clínicos genéricos: "Eso es de la artrosis",
"tienes que perder peso", "eso es de la postura que
cojes", " seguro que es de la escoliosis", "el problema
está en tu cabeza", etc.
2. Prejuicios sanitario: "Al final habrá que operarte",
"tienes que aprender a vivir con el dolor", "lo mejor es
que te acostumbres a no moverlo", "no se te ocurra andar
ni moverte mucho", etc.
3. 3. Comentarios varios: "A mi padre le pasó lo
mismo y al final terminó en silla de ruedas" "a mi
peluquera le pasa lo mismo y fijate como está la
pobre", "yo de tí no volvía a jugar al futbol", etc.
4. Pruebas clínicas con signos: Comentando
cosas como: "Es que en la radiografía se ve la
artrosis" "en la resonancia se ve claramente la
hernia", "esta ecografía esta fatal". (Realmente se
ven signos, pero no coinciden con los síntomas
del paciente)
5. Pruebas clínicas sin signos: "Me han dicho que
en esta radiografía se ve mi contractura o mi
hernia discal". (En la radiografías solo se ven los
huesos y no se puede juzcar otras estructuras)6.
Experiencias anteriores: "cada otoño me ocurre lo
mismo", "siempre que se pone nublo me duele",
"ya me hice daño una vez y lo pasé fatal"
7. Y un largo etcétera del cual un gran porcentaje
somos responsables los propios sanitarios.
4. Ante esta situación me gusta poner el ejemplo de
"la bombilla" y me gustaría que tú lo hicieras
ahora, a ver que opinas:....IMAGINA LO
SIGUIENTE...
LLEGAS A TU CASA, LE DAS AL INTERRUPTOR
DE LA LUZ DEL SALÓN Y NO FUNCIONA... LO
NORMAL ES PENSAR "YA SE HA FUNDIDO LA
BOMBILLA"...
5. VAS AL CAJÓN Y COJES UNA BOMBILLA DE REPUESTO
Y LA CAMBIAS... VUELVES A PULSAR EL INTERRUPTOR
PERO SIGUE SIN FUNCIONAR... LO PULSAS VARIAS
VECES "POR SI LAS MOSCAS"...
PUEDES PENSAR "IGUAL ESTA BOMBILLA QUE HE
PUESTO ESTÁ MAL"..."NO PASA NADA"...VAS A LA
TIENDA Y COMPRAS UNA BOMBILLA Y ANTES DE IRTE
LE PIDES AL DEPENDIENTE QUE LA PRUEBE...Y
FUNCIONA PERFECTAMENTE...NADA MÁS LLEGAR A
CASA CAMBIAS LA BOMBILLA Y LE DAS AL
INTERRUPTOR PERO SIGUE SIN FUNCIONAR...
¿¿¿SIGUES INTENTANDO CAMBIAR LA BOMBILLA O TE
PLANTÉAS QUE EL PROBLEMA PUEDE ESTAR EN OTRO
LADO???... LO NORMAL ES PENSAR QUE PUEDE QUE
ESTÉ FALLANDO OTRA COSA QUE NO SEA LA
BOMBILLA, POR EJEMPLO:
6. 1. LA PROPIA LÁMPARA
2. LA REGLETA QUE UNE LA LÁMPARA AL
CABLEADO DEL TECHO
3. LOS CABLES QUE VAN DE LA LÁMPARA AL
CAJETÍN DE LA HABITACIÓN
4. O LOS QUE VAN DEL CAJETÍN AL INTERRUPTOR
5. TAMBIÉN HABRÍA QUE MIRAR EL PROPIO
INTERRUPTOR
6. EL CABLEADO QUE VA DEL INTERRUPTOR A
OTRO CAJETÍN FUERA DE LA HABITACIÓN
7. LOS CABLES QUE VAN DESDE ESE CAJETÍN AL
CAJETÍN DE LA LUZ.
8. INCLUSO PODRÍAMOS PENSAR QUE HAYAN
SALTADO LOS PLOMILLOS DEL CAJETÍN DE LA LUZ
7. Ahora tan solo hay que enlazar ideas:
Imaginate que "la bombilla" es tu dolor (de cabeza, rodilla, menstruación, lumbares, etc.
etc) u otro tipo de sintoma o signo (colon irritable, mareos, zumbidos en el oido, tensión
en la mandíbula, etc. etc.)
En la vida real somos capaces de tomar y tomar pastillas o ir muchos meses al masajista,
fisio, osteópata o el que sea para "seguir tratándo lo que nos duele"...es decir para seguir
"cambiando una bombilla y otra, esperando a que con alguna de la que pongamos, la
bombilla vuelva a encenderse".
¿Te parece lógico?
8. Lo mejor sería intentar buscar el origen del problema, la
causa del porqué la bombilla no funciona, es decir,
porqué tú no mejoras.
Pongamos un ejemplo: Te duele la rodilla:
1. Al principio dejas pasar unos días a ver si se
pasa...luego tomas unas pastillas o te echas algún tipo de
crema (cambiamos la bombilla)
2. Finalmente ves que no se te pasa y vas al médico y te
manda la medicación que mejor se amolda a tus síntomas
(probamos otra bombilla distinta)
3. Ves que pasa el tiempo y el dolor sigue, y cada vez
desconfías mas...¿que le pasará a mi rodilla?...Ha pasado
ya un mes. Y puedes elegir entre ir al médico o al fisio:
3.1. Vas de nuevo al médico y le dices que te sigue
doliendo. Te recomienda una radiografía y te aumenta la
medicación o te pone una medicación más fuerte junto a
un protector gástrico. (y seguimos cambiando una y otra
vez más bombillas)
3.2. Vas al fisio y le comentas tus síntomas...Te hace una
exploración pero no puede hacerla bien por que te duele
bastante y "te cuesta relajarla"...Finalmente te trata la
rodilla (...no se ni las bombillas que llevamos ya
cambiadas...¿y tú?)
4. Pasa un tiempo pero ni con una opción ni con la otra
notas mejora... (la bombilla sigue fundida)
10. RAZONA CON UNOS CONSEJOS
PARA TU MIGRAÑA
LEE Y RELEE TE AYUDARA
1. DEJA DE RUMIAR.
Tú no eres una vaca, eres una persona.
¿Alguna vez rumiar te llevó a la solución?
No. Al revés. Rumiar alimenta el cerebro,
es como echarle alpiste a un pollo.
Cuanto más alpiste, más gordo.
Y tu cuantas más vueltas le das, mayor la
atención que prestas a tus pensamientos.
Estás maleducando a tu cerebro. Lo
estás entrenando para que dé vueltas y
vueltas a algo que, por lo general, no
depende de ti.
Por más vueltas que dan tus
pensamientos, no aparecen las
soluciones. ¿Por qué? Porque la mayoría
de veces rumias sobre preocupaciones
inútiles.
11. Preocupaciones sobre las que tú no tienes poder de actuación. Buscas
darle vueltas a ver si por si acaso, en alguna rotonda neuronal, aparece el
milagro. Pero no va a aparecer.
El milagro está en dejar estar lo que no depende de ti. Apunta lo que rumias
en una libretita, aléjalo de ti. Cuando te surjan ideas que valgan la pena en
relación a ese problema, abre la libreta y anótalas. Y mientras estate atento
a lo que pasa en tu vida, no en tu cabeza. Los detalles, los momentos, tu
trabajo, tu gente... ahí tienes que estar, y no en el prado con las vacas.
Y deja de razonar, dar explicaciones a todo lo que te pasa... Porque así
eres tu la que te enfermas mas.
Dios te hizo un ser perfecto, único,
maravilloso,
con la capacidad de entender tu propia vida,
con sabiduria para discernir que tu eres lo mas
importante tanto para Dios por ser su hija, y
para los demas serás lo que serás.
NO TE PREOCUPES
12. 2. DEJA DE JUSTIFICARTE.
Te das explicaciones para no
enfrentarte a tus miedos, se las das
también a los demás para que puedan
entender tu falta de atrevimiento o tu
bloqueo. Nadie necesita las
explicaciones salvo tu conciencia, a la
que parece que necesitas dejar
tranquila. Pero ni siquiera a ella estás
obligado a darle razones. Tienes la
libertad de decir NO o de no ir donde
no te apetezca. Otra cosa es que
quieras vencer tu miedo y enfrentarte a
la situación... eso sí, cuando tú lo
decidas. Pero mientras elijas seguir en
tu zona de confort, no tienes que dar
explicaciones a nadie para seguir ahí.
13. 3. DEJA DE EVITAR.
Cada vez que evitas tu miedo,
incrementas el nivel de ansiedad con
el mismo. Te ves más lejos de tu
objetivo y te contemplas como
alguien incapaz de afrontar
situaciones y actividades que otros sí
resuelven. Tú no eres ni más ni
menos que nadie, ni más ni menos
capaz. Solo eres una persona que
está evitando. Te aseguro que la
percepción de miedo es subjetiva, y
que es más tremendo desde fuera,
desde tu punto de vista, que si te
enfrentaras al miedo. Te animo a
quitarle valor a pasarlo mal, a estar
nervioso. ¿Conoces a alguien que se
haya muerto de ansiedad? No, y yo
tampoco. Así que enfrentarte no debe
ser tan peligroso.
14. 4. DEJA DE PENSAR EN TODAS Y
CADA UNA DE LAS
CONSECUENCIAS DE DAR UN PASO
AL FRENTE.
Ser valiente tiene su puntito de
inconsciencia. No puedes vivir en un
mundo de fantasía, hay que tener los
pies en el suelo. Pero debes correr un
poco de RIESGO. La vida son
decisiones, perder, ganar, jugar. Nada
sucede si no participas. No tengas
miedo de equivocarte. El error forma
parte del aprendizaje. Es más, siéntete
orgulloso de tus errores, forman parte
de tu crecimiento. ¿De verdad piensas
que Nadal jugaba tan bien hace 15
años? No, ha ido creciendo con su
trabajo, mucho esfuerzo y sus errores.
Puedes equivocarte, debes
equivocarte. Cuando le pierdas miedo
al fallo, perderás tu ansiedad, además
de quitarte una mochila que pesa
muchísimo.
15. 5. DEJA DE HACER JUICIOS DE VALOR CONSTANTES
CON TODO LO QUE OCURRE A TU ALREDEDOR. Tus
pensamientos son solo eso, pensamientos. No siempre te
definen. Lo que te definen son tus actuaciones. Deja de
temer a lo que te atormenta. No todo tiene un significado, y
mucho menos un significado catastrófico. No todos los "y
si..." pueden acabar la frase en desgracias. Y si tienen que
acabar en desgracias, ¿las podrás evitar tú? No. ¡Pues eso!
Pensar de forma catastrófica y anticiparte a los peligros la
mayoría de las veces, lejos de controlarlos, los provoca.
Porque tanto piensas en las desgracias que pueden
suceder, que tu cerebro solo atiende las señales que indican
lo negativo, obviando todas las flores que te ofrece la vida.
Deja de juzgar lo que pasa alrededor, deja de juzgar a la
gente (eso es de cotillas) y deja de juzgarte a ti. Y haz lo que
te apetece, deseas y fantaseas.
16. 6. DEJA DE ESCANEARTE.
Las personas con ansiedad están todo el santo día
comprobando sus constantes vitales... que si
palpito, que si estoy pálido, que si tengo ojeras, que
si no puedo respirar, que mira cómo tengo la
tensión. Se conocen mejor por dentro que por
fuera. Aléjate de todo el chequeo. No tienes nada
más que la reacción de tu sistema nervioso. Y que
además lo tienes loquito perdido con tantos
pensamientos amenazantes. El pobre sistema
nervioso está todo el día en guardia, en alerta,
esperando salir corriendo o atacar. Y resulta que
las amenazas son situaciones como no pasar una
entrevista de trabajo o que la persona a la que
amas no te haga caso. En el momento en el que
dejes de contemplar tu mundo como una amenaza,
dejará de latir el corazón como si se te saliera del
pecho. Y recuerda,
DA LAS GRACIAS PORQUE TE LATA EL
CORAZÓN... ¡SIGNIFICA QUE ESTÁS VIVO!
17. 7. DEJA DE RESPONSABILIZARTE Y PREOCUPARTE DE MÁS.
Muchas personas se creen más responsables y perfectas por
preocuparse de todo, que los que PASAMOS de nuestros miedos. No
existe una relación directa entre la responsabilidad y el sufrimiento.
Tomarte la vida a chufla no hace que te desligues de tus
preocupaciones. Tomarte la vida a chufla te lleva a que no te afecten
y te bloqueen la vida. La diferencia es abismal. Cuando una
preocupación no dependa de ti, esas que calificamos como inútiles,
piensa la viñeta que Forges se estaría inventando con tu problema.
Trata de tomarte con humor y risa aquello de lo que no te puedes
ocupar. A mí este ejercicio, el de pensar qué pensaría Forges en mi
situación, me viene genial. Tener humor te confiere control.
18. 8. DEJA DE HABLAR DE TU TEMA CON
TODO EL MUNDO, INCLUIDO TÚ MISMO.
Hablar sobre tu ansiedad, sobre cómo
paraliza tu vida y lo mal que te encuentras y
desgraciadita que eres, no aporta
soluciones. Solo contaminas al que tienes
al lado, te recreas en tu desgracia y te
sientes mal después de la conversación.
Habla de soluciones, no de problemas.
Busca apoyo en quien te pueda dar buenos
consejos. A veces los amigos y la familia
tienden a proteger a quien sufre, pero no es
una ayuda. Valora los comentarios de quien
te diga que tires adelante y que te pongas
las pilas.
19. 9. DEJA DE DEJAR DE VIVIR. ¿En qué
momento decidiste dejar de vivir, marchitarte,
perder oportunidades para darle valor a una
simple emoción? Hombre no, no. Puedes vivir
estando triste, ansioso, frustrado, molesto,
impaciente. Las emociones no bloquean tu
vida. Lo que te ocurre es que como deseas
evitar sentirte mal en esa búsqueda de la
felicidad plena que nos han vendido, evitas
situaciones que te hagan sentir mal. Pues
esas emociones forman parte de la vida, de
madurar, de crecer, de tu progreso. Aprender
a convivir con ellas es lo que mejor que te
puede pasar. Y esto no es un canto a la
infelicidad, ni mucho menos. Es simplemente
coger experiencia con ellas, para que cuando
lleguen, las sepamos tolerar. Y el resto de la
vida, a vivir de forma plena.
20. 10. DEJA DE ENAMORARTE DE TU ANSIEDAD.
Vamos, por todos los santos, ¡le prestas más atención a tu
ansiedad que a tu amor! Te observas, te valoras, piensas, le
dedicas tiempo, te limita tu vida, te quita tu espacio, postergas
tus prioridades, te enfadas con ella, la rechazas y te vuelves a
enamorar. SE ACABÓ. Deja de darle valor. Le das valor cuando
le haces caso. Acepta que está contigo, que está ahí, pero
sigue tu camino. Como decía Rocky, "hay que soportar sin dejar
de avanzar. Si tú sabes lo que vales, ve y consigue lo que
mereces, pero tendrás que soportar los golpes de la vida". Pues
eso, si tienes deseos, lucha; si quieres ser libre, sal a la calle; si
quieres conducir, métete en el coche; si quieres un aumento del
sueldo, tendrás que pasar por una conversación incómoda con
tu jefe; si te sientes maltratado tendrás que enfrentarte y hablar
con la persona. Siempre tendrás que hacer cosas a pesar de la
incomodidad. Haz un dibujo de tu ansiedad y CASTÍGALA
dejándola en el coche o en tu casa cuando no quieras que te
acompañe a una situación en concreto. Dile algo así como "hoy
te quedes en casa nena, no te necesito para ir a la compra. Bye
Darling".
Espero que te haya gustado:
David Carrascosa Fernández