Cuento ilustrado donde además de trabajar las palabras, también trabaja el sonido y el juego de palabras que se puede realizar con una palabra. Por ejemplo, Olga rima con lago o con saco… También juega con el orden de palabras, es decir que, de Adán, puede aparecer con las mismas palabras, pero en un orden distinto, la palabra nada. Es genial pues mientras se explica l cuento los niños pueden ir pensando en las letras de su nombre, y jugar entre todo a ver si desordenándolas puede aparecer una nueva palabra.