1. Pruebas, tentaciones y maldiciones
Como parte de la guerra, es necesario conocernos y conocer al adversario. Los cristianos
estamos en guerra espiritual con Satanás. El conocimiento no está dado para alardear de el,
esta dado para fortalecernos y prepararnos. La intención con este tema no es conceptualizar,
sino la fortaleza, mucho más aun cuando el enemigo nos conoce.
Las pruebas
“La hora de la prueba" (Apo.3:10). Las pruebas nos son para bien, es un examen donde
podemos observar que tanto obedecemos, que tanto del mundo anterior tenemos, que cosas
resistimos a cambiar. En Exodo 20.20 observamos que las pruebas provienen de Dios y son
para bien. La prueba edifica el carácter e integridad. Dios no te deja solo en las pruebas. Dios
siempre probará a sus hijos, a sus elegidos; no hay inicio que no sea probado. Abraham fue
probado (Gen.22.1), el Pueblo de Israel también, (Deut 8.2). Job fue probado (1-12); Jesús fue
llevado al desierto. (Mat 4.1).
Una prueba puede ser un juicio de su fe que Dios permite para sacarle como oro que ha sido
purificado en fuego (1 Pedro 1:7).
Dios permite la prueba de su fe, (Mateo 4:1) y en Santiago 1:13 se nos recuerda que Dios no
puede ser tentado por el mal y que Él no tienta a los hombres. Cuando los israelitas estaban
viajando en el desierto, Dios les puso a prueba para revelarles lo que había realmente en el
interior de sus almas (Deuteronomio 8:2). (Cuando adoraron al becerro de oro, Éxodo 32).
Las pruebas y las tentaciones se diferencian en que en la prueba que Dios envía a nuestro
camino finalmente tendrá una conclusión, pero las tentaciones de Satanás nunca terminarán
mientras vivamos en un cuerpo de carne. Cuando Cristo fue tentado durante su ayuno de
cuarenta días, Satanás se alejó de él, pero solamente “por un tiempo” (Lucas 4:13).
La duración de la prueba depende en la medida que la entendamos y nos manténgannos
firmes, sin renegar de Dios. En las escrituras se observa que las pruebas están relacionadas
con la promesa, con lo que te ha entregado o esta por entregarte.
La clave: creerle a Dios.
Las tentaciones
"Entrar en tentación" (Mat.26:41). El fin último de la tentación es hacer que el hijo de Dios
peque, desobedezca y con esto conducirlo a la ruina. El éxito de la tentación es la caída y el
fruto es culpabilidad, condenación y vergüenza; además, el mismo ira donde Dios a acusarte.
Satanás necesita permiso para tentar. (2 Sam.24:1, 1 Cron.21:1: Job 1:12, 2:6, Luc. 22:31).
Como creyentes es importante que nunca juzguemos a otros basándonos en las tentaciones y
presiones que afrontan. Cuando juzgamos a otros, entonces nosotros estamos sujetos a
experimentar las mismas dificultades que ellos encuentran.
Las tentaciones, pueden ser mentales (dudas, cuestionamientos, etc), mundanas (por medio de
satisfacción de los deseos ); la propia concupiscencia.
2. Las áreas donde se caen en tentación son: el descuido de algún deber que Dios le ha
encomendado; por guardar malos pensamientos en su corazón y permitir que los pensamientos
ya concebidos den a luz el pecado; por permitir que Satanás le distraiga de alguna manera de
su comunión con Dios; o por fallar en dar a Dios la obediencia constante, completa y universal
a todos sus mandamientos.
El llamado de Jesús a Velar y orar indica que Satanás esta al asecho buscando hacer caer a
los hijos de Dios y en sus intentos no descansará. Así mismo en la oración del Padre nuestro
se nos lleva a pedir de librarnos de las tentaciones, Dios sabe que los esfuerzos propios no son
suficientes y que requerimos de su ayuda. Además, las consecuencias de consumar las
tentaciones son desastrosas para el hijo de Dios. Las tentaciones han llegado a materializarse
en personas de Dios, las cuales se creían firme (Adam, Abraham, David, Pedro).
La tentación es proporcional en fuerza e intensidad a la persona que lo recibe y su grado de
FE, entre más fuerte, más intensidad. (1 Cor.10:13). La confianza mato a Pedro, quien dijo que
no negaría a Jesús y si era de irse a la cárcel por el lo haría, pero a la hora del hecho,,, fallo.
Existe el poder externo a pecar y la concupiscencia interior al pecado. Existen raíces
pecaminosas que aun no han sido develadas en nosotros.
Podemos ver la misma raíz pecaminosa del orgullo en el Rey David. Durante muchos años
resistió su deseo pecaminoso de censar al pueblo, pero cayó en este pecado cuando Satanás
se levanto y le provoco a hacerlo (II Samuel 24:1-9).
Permitir los espacios de adormecimiento o descansos espirituales son peligrosos para el
creyente, David pecó después de un sueño espiritual y nunca se recuperó de esto. Satanás no
solo aprovecha las debilidades, también en las fortalezas y tiempos de bendiciones (materiales
y espirituales) está trabajando, la confianza se acerca y esto es perjudicial.
Los llamados de atención que a veces no nos gustan no deberían desecharse, duelen, pero
otros podrían estar observando debilidades o puertas que nosotros no vemos. La palabra al
respecto dice: "fieles son las heridas del que ama." (Prov.27:6).
El amor de Dios en Cristo es el preservativo más grande en el mundo contra el poder de la
tentación. José tenía conciencia de tal amor cuando fue sutilmente tentado por la esposa de
Potifar.
La Clave: mantenerse firme, velando y orando, nuestras fuerzas no son suficientes, se
requiere de la mano de Dios. José (Gen 37.6. 39.2; 39.21; 41.37 y 39). Daniel y David son
ejemplo de firmeza.
Las maldiciones
En Deuteronomio 27.11 y 28-15 en adelante observamos que se especifican algunas
consecuencias de la desobediencia contra Dios, que básicamente es pecar. Pecar tiene sus
consecuencias y esto es lo que se conoce como maldiciones. Las Maldiciones ya están
legisladas, están escritas.
Las maldiciones por pecar pueden transcender generaciones, la biblia habla en Éxodo 20-5
donde se menciona que quien desprecie a Dios sus generaciones quedaran afectada de la
tercera hasta la cuarta descendencia. Es decir, tenemos 16 puertas por donde pudo haber
maldición.
Las maldiciones no tienen estrato social, las observamos desde las clases con escasez de
riquezas, hasta las de más alto nivel económico.
3. Dios tiene el poder de perdonar todo pecado, y nos da la oportunidad. El solo espera que
nosotros reconozcamos ese pecado o iniquidad, y el va a transformar nuestra vida. Es una
decisión muy propia, o somos obedientes y comemos el fruto de la tierra, o somos
desobedientes y seremos consumidos. 1 Samuel 3: 14 Por tanto, yo he jurado a la casa de Elí
que la iniquidad de la casa de Elí no será expiada jamás, ni con sacrificios ni con ofrendas
En la Biblia se observan personas que fueron castigadas por las acciones cometidas en contra
de Dios, David fue uno de ellos (2Samuel 11 y 12); Saúl (1 Samuel 16); Eli (1 Samuel 2-31.)
Israel, el pueblo ( 2 Reyes 17-13).
La clave: el arrepentimiento, Dios es misericordioso y perdona. Jesús es la clave.
Robert Ivam Quiñones Garavit
Exclavo de Cristo
Apoyo bibliográfico:
La Santa Biblia. NTV, La verdad con Claridad. Estados Unidos.2010.
La tentación lo que cada creyente debería saber sobre la tentación. John Owen.
Serie Liberación: Los demonios aprovechan los
Derechos otorgados. Eduardo Peraza. Dios Proveera.2013.