1. El Globo Rebelde
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Es propio de los globos dejarse inflar… pero no siempre.
En este sencillo experimento descubrirás que un globo también
puede ser rebelde. Y que con él puedes sorprender a tus amigos.
Primero infla el globo, para demostrar
que es un globo común y silvestre. Te harán falta:
Tras soltarle el aire, desafía a un amiguito • 1 botella vacía de gaseosa.
a volver a inflarlo, pero adentro de la botella. Debe ser grande, de dos o más litros,
¡El creerá que es muy fácil! y plástica, fácil de perforar.
Coloca el globo desinflado en el interior • Un globo común.
de la botella, uniendo su pico al pico de
• Tijera.
la misma, tal como se ve en la imagen.
• Y un amiguito o amiguita para desafiar.
Y que tu amiguito sople. Tal vez pueda
inflarlo un poquitito, pero enseguida verás
que misteriosamente, no puede más.
Ahora dile que tú sí puedes hacerlo.
Con las tijeras (y la ayuda de un adulto,
y mucho cuidado) haz un buen agujero
en la botella, sea en el costado o en el fondo.
Inflar el globo te resultará tan fácil como
al principio. Y a tu amiguito también.
Explicación: El aire encerrado en la botella hace presión hacia
fuera, e impide que el globo se infle. Al hacer el agujero,
deja de haber “aire encerrado” y el globo se hincha libremente.
ADVERTENCIA: ESTA ACTIVIDAD SÓLO SE DEBE REALIZAR BAJO LA SUPERVISIÓN DE UN ADULTO. Copyright © 2010 Discovery Communications, LLC