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pers
pec
tiva
No dejan de tener razón. Algo sabemos de
lo que es una web 2.0. Algunos la definen
como aquella web que se enriquece cada
vez que se usa. A mi me suena a lo de las
network externalities o externalidades de
red que aprendía cuando estudiaba econo-
mía. Un solo fax es inútil, porque no tengo
nadie a quien enviar nada. Necesito otro
fax en el otro extremo de la línea para
poder enviar algo. De la misma manera, si
sólo soy yo el que tiene una dirección de
correo electrónico, no me servirá de nada,
porque nadie me enviará nada ni podré yo
enviar nada a nadie, es decir cuantos más
faxes mejor. Así, la web 2.0 consiste en sites
que mejoran con los usuarios. Es decir, que
cuantos más usuarios los utilicen, mejor. Eso
pasa con Plaxo, Facebook, Linkedin, friend-
feed, las wikis o los blogs. Son estos sites los
que han impulsado las redes sociales en
Internet. Sin embargo hay una diferencia
importante entre el fax o el teléfono y las
webs 2.0. Lo primeros son únicamente
conexiones entre dos puntos, tanto el que
envía como el que recibe no explora, sino
explota. No conozco a nadie que se haya
puesto delante del fax a enviar cosas aleato-
riamente a ver si obtiene una respuesta con
el propósito de desarrollar relaciones. Por el
contrario, si que conozco a gente que está
en en la web explorando. Mirando a ver
qué encuentra y en función de la “cali-
dad” que tenga o lo interesante que sea
un site, vuelve o no.
Por eso, si la web 2.0 mejora con el uso, la
empresa 2.0 debe mejorar también con el
uso. La mayoría de los escritos hablan de la
empresa 2.0 como de aquella que utiliza las
herramientas de la web 2.0 via creación y
Cuantos más seamos, mejor
Carlos García Pont
Hace poco asistí a a un diálogo entre dos ejecutivos a la sali-
da de una conferencia. Como uno es profesor, se supone que
tiene respuestas para todo y mientras argumentaban me
miraban esperando mi opinión. Pero siempre he defendido
que una de las cosas más interesantes es escuchar. Uno sacó
el Iphone y miró el mail distraídamente. Como la mayoría de
poseedores de iPhone son algo fanáticos al respecto, cantó
las excelencias del aparato: “eso sí, en mi empresa no lo aca-
ban de ver, siguen en Windows...”. “Así, nunca llegarán a ser
de verdad 2.0”, contestaba el otro. Este comentario redirigió
la conversación hacia lo que era una empresa 2.0. “Nadie lo
sabe, lo de la web 2.0 sí, pero la empresa...”
Profesor,
Departamento
de Dirección
General, IESE.
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gestión de conocimiento, pero yo quiero ir
un poco más allá. Para mí, sencillamente es
la empresa que mejora con el uso, cuanto
más clientes tiene, cuantos más produc-
tos/servicios entrega, cuanta más perso-
nas contribuyen a su desarrollo, mejores
son las contribuciones que esta empresa
hace a sus stakeholders: accionistas, clien-
tes, empleados y a la sociedad en general.
Pero eso depende en gran parte, no de la
tecnología, sino de la organización social de
la propia empresa. De que en ella reine un
entorno en el que las personas puedan con-
tribuir. Cuando concebimos una organiza-
ción humana, y la empresa no deja de ser
una, vemos que la configura una red de
relaciones sociales. Estas redes sociales o
redes de interacciones son las que permiten
que el trabajo se haga y es esta interacción,
personal o mecánica, la que permite que
fluya la comunicación entre las distintas uni-
dades y se genere la necesaria coordinación
entre tareas. Y siempre, en todos los análisis
organizativos, se encuentra lo mismo: la
importancia de los directivos de nivel inter-
medio. Estos directivos, permanentes o no
en su puesto y la mitad de ellos sin mucho
potencial de promoción, son los que inter-
median y contribuyen criterios, que no
información, que resultan importantes en la
toma de decisiones.
Llegados a este punto tenemos que desta-
car tres aspectos importantes relativos a los
directivos intermedios:
1 Es en ellos donde residen las capacidades
diferenciales de la empresa.
2 Son ellos los cuellos de botella en la trans-
misión de la información de la empresa.
3 Son las personas de criterio en las decisio-
nes del día a día.
4 Son clave a la hora de trasmitir y educar
en el “criterio” de la casa.
Evidentemente, estos tres aspectos están
relacionados los unos con los otros. La
empresa no sólo es conocimiento; es, sobre
todo, coordinación, y uso de la información
relevante, y eso, diferenciar cuál es la infor-
mación relevante es lo más difícil en el día a
día. Los ejecutivos de nivel intermedio son
expertos en eso: saben para qué son las
cosas, disponen, en su cabeza, de aquella
información contextual, que, sin ser impres-
cindible para tomar la decisión, hace que la
solución adoptada sea especialmente ade-
cuada. Porque, lo fundamental a la hora de
tomar decisiones no es la información, sino
los criterios utilizados y éstos dependen fun-
damentalmente de la capacidad de integrar
la información contextual e integradora en
esa toma de decisiones que a veces intenta-
mos realizar únicamente con la información
operativa.
Las herramientas 2.0, al facilitar la transmi-
sión de información en la empresa, pueden
facilitar conocimientos concretos, pero lo
importante es que contribuyan a contar
historias. Perdón, a transmitir información
contextual e integradora. La información
operativa la integramos en los sistemas
automáticos de transmisión de información,
ERPs, memos y demás; la información con-
textual e integradora, la destacamos en los
sistemas informales, en las historias, en el
contacto personal. Es importante por ello
que las herramientas 2.0 contribuyan a la
generación de información contextual e
integradora que es la habitualmente más
difícil de diseminar en la empresa. El plan
estratégico nos lo pueden contar a todos,
pero es cuando se hace realidad o cuando
se concreta en decisiones particulares, cuan-
do es relevante. Y eso son las historias.
Si la empresa 2.0 es una empresa más
democrática en cuanto la información con-
textual, puede ser diseminada más fácil-
mente. Claro está, la diseminación de la
información no implica la comprensión
de la misma. Es ahí donde la interven-
ción de los ejecutivos de nivel intermedio es
más relevante, es ahí donde los ejecutivos
de nivel intermedio cambian de papel.
Cuando la información es más bien escasa,
la labor del directivo de nivel intermedio
consiste tanto en trasmitirla, como en que
se tenga en cuenta y se sepa interpretar. El
número de reuniones a las que asisten estos
directivos no es despreciable y no es casua-
lidad. Son, por naturaleza, intermediarios.
Porque la empresa 2.0 puede ser verdad.
Porque la información distribuida, la infor-
mación creada en la red social, puede con-
tribuir a la formación colectiva de criterio,
claro está. Ello implica que los ejecutivos de
nivel intermedio tienen que estar implica-
dos, porque son ellos los que están impar-
tiendo esta clase al contar historias, al com-
partir las experiencias que hace que la
organización sea efectiva.
Lo contribución de la web 2.0 es la difusión
de la información que ayuda a tener criterio.
La visión 2.0 de la empresa implica que más
gente tiene acceso al
“criterio” de la
empresa, más per-
sonas tienen acceso
a esa información
contextual que nece-
sitamos para hacer la
toma de decisiones
no sólo bien, sino
“adecuada”. Por eso
acercaremos a más personas al nivel de los
directivos de nivel intermedio. Y seremos
más, y por eso las decisiones en la empresa
estarán mejor tomadas. Siempre, eso sí, que
la red, las herramientas 2.0, contribuyan a
formar el criterio de las personas que traba-
jan en la empresa.
Es por eso que el desarrollo de la empresas
2.0 debe mejorar el marco de referencia en
la toma de decisiones, para que más perso-
nas tengan criterio para tomar decisiones
porque la información, las historias, estarán
más distribuidas. Estas historias deben pro-
porcionar criterio que incremente la valía de
las personas que colaboran en la empresa y,
por lo tanto, que los ejecutivos de nivel
intermedio sean menos cuello de botella en
el funcionamiento de la empresa.
La empresa no sólo
es conocimiento;
es, sobre todo,
coordinación