La Real Audiencia de Quito fue el máximo tribunal de la Corona española en la región de Quito entre 1563 y 1822. Se estableció para administrar justicia en esta región debido a la gran distancia que la separaba de Lima y la dificultad de viajar hasta allí. Tuvo jurisdicción sobre los territorios que luego formaron parte de Colombia. Fue creada por el rey Felipe II en 1563 a petición del Cabildo de Quito para atender el rápido crecimiento de la población local.