El documento trata sobre la sexualidad humana. Explica que la sexualidad incluye el sexo, la identidad de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Además, discute que la sexualidad está influenciada por factores biológicos, psicológicos, sociales y otros. Finalmente, describe algunas características de la sexualidad masculina como la retención del semen y sus beneficios para la salud del hombre.
2. La sexualidad
La sexualidad es el conjunto de condiciones anatómicas, fisiológicas y psicológico-afectivas que
caracterizan el sexo de cada individuo. También, desde el punto de vista histórico cultural, es el conjunto
de fenómenos emocionales, de conducta y de prácticas asociadas a la búsqueda del placer sexual, que
marcan de manera decisiva al ser humano en todas y cada una de las fases determinantes de su
desarrollo en la vida.
Durante siglos se consideró que la sexualidad en los animales y en los hombres era básicamente de
tipo instintivo. En esta creencia se basaron las teorías para fijar las formas no naturales de la
sexualidad, entre las que se incluían todas aquellas prácticas no dirigidas a la procreación. Sin embargo,
hoy se sabe que también algunos mamíferos muy desarrollados, como los delfines o algunos pingüinos,
presentan un comportamiento sexual diferenciado, que incluye, además de homosexualidad (observada en
más de 1500 especies de animales), variantes de la masturbación y de la violación. La psicología moderna
deduce, por tanto, que la sexualidad puede o debe ser aprendida.
3. Sexualidad humana
La sexualidad humana de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) se define como: Un
aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida. Abarca al sexo, las identidades y los
papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Se vive y se
expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas,
papeles y relaciones interpersonales. La sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no obstante,
no todas ellas se vivencian o se expresan siempre. La sexualidad está influida por la interacción de
factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos,
religiosos y espirituales.
Se propone que la sexualidad es un sistema de la vida humana que se compone de cuatro características,
que significan sistemas dentro de un sistema. Éstas características interactúan entre sí y con otros
sistemas en todos los niveles del conocimiento, en particular en los niveles biológico, psicológico y social.
Las cuatro características son: el erotismo, la vinculación afectiva, la reproductividad y el sexo genético
(genotipo) y físico (fenotipo). El erotismo es la capacidad de sentir placer a través de la respuesta sexual,
es decir a través del deseo sexual, la excitación sexual y el orgasmo.
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5. Importancia de la sexualidad
La importancia de la sexualidad
ha trascendido las fronteras de la
biología y la salud humana, para
convertirse en realidad en un
verdadero objeto de estudio de
distintas disciplinas científicas.
Desde un punto de vista del
análisis teórico, podría definirse a
la sexualidad como la sumatoria
de los distintos factores
(anatómicos y fisiológicos en la
mayoría de las especies, con la
incorporación de variables
psicológicas, sociales y afectivas
en los seres humanos) que dan
conformación al sexo de cada
individuo.
6. Sexualidad masculina.
Todos los seres humanos deberíamos tener un profundo conocimiento sobre nuestra naturaleza sexual, pues
esta es la fuente suprema de energía que sostiene la Vida. Nadie debería ignorar este conocimiento, pues
todos estamos llamados a ser “maestros” en materia sexual.
Existe una forma de sexualidad, diferente a la sexualidad ordinaria, que llena de vitalidad y energía al ser
humano, que lo despierta y le aporta consciencia y sensibilidad. El hombre y la mujer no han sido creados
iguales. La diferencia esencial entre la naturaleza sexual del hombre y de la mujer se encuentra en sus
energías. Éstas producen diferentes sensaciones y orgasmos, el masculino y el femenino.
Cuando el hombre eyacula, expulsa su esencia/semen fuera de su cuerpo; cuando la mujer se excita y llega al
orgasmo, también ella “eyacula" internamente determinadas secreciones sexuales, pero éstas permanecen
dentro de su cuerpo. La esencia sexual, tanto la que se encuentra en el semen como en las secreciones
sexuales de la mujer, es una importante “batería” que acumula energía vital. La esencia sexual es una
poderosa fuente de salud e inmunidad, tanto en los hombres como en las mujeres. En las relaciones sexuales
convencionales, el hombre eyacula cada vez que realiza el coito, tanto si su pareja ha llegado al orgasmo
como si no ha llegado. Este hábito le va despojando gradualmente de su principal fuente de vitalidad e
inmunidad, dejándolo debilitado y vulnerable a la enfermedad y acortando la duración de su vida.
Cuando el hombre eyacula tira un verdadero tesoro por tierra. Enseguida siente el dolor de vivir, un fuerte
vacío, no tarda en surgir la sensación de aislamiento, de agotamiento y un fuerte anhelo de dormir. El
hombre se siente engañado, burlado por la ilusión. Lo cree tomar todo, lo mejor de la Vida y en realidad lo
que hace es perderla. Y es que todo él ha descendido al nivel de la sexualidad normal. Eyaculando pierde
también el equilibrio que debe haber entre hombre y mujer, pues el hombre debe satisfacer plenamente a su
pareja y no vivir como un saco vacío. Este desnivel es el principal motivo de la violencia que existe entre los
dos sexos, la principal causa de separación de las parejas. La retención del semen, realizada de manera
apropiada, es para algunos hombres imprescindible y para todos sumamente beneficiosa para la salud.