2. INSTINTO
Del latín instinctus «impulso, motivación» del verbo instingere, a su vez formado por el prefijo [in], «desde
adentro, interno» y el verbo [stingere] «pinchar, impulsar, motivar») se define biológicamente como una
pauta hereditaria de comportamiento cuyas características son las siguientes:
· Es común en toda la especie, las excepciones y variabilidad son mínimas, explicándole por el instinto
mismo.
· Posee finalidad adaptativa.
· Es de carácter complejo, es decir, consta de una serie de pasos para su producción: percepción de la
necesidad, búsqueda del objeto, percepción del objeto, utilización del objeto, satisfacción y
cancelación del estado de necesidad.
· Es global, compromete a todo el organismo vivo.
3. INSTINTO EN LOS HUMANOS
Concepciones sostenidas tanto desde la Biología como desde las ciencias sociales (antropología, psicología,
sociología), han procurado demostrar que el ser humano carece de estas pautas complejas, aunque sí trae
consigo otros tipos de mecanismos más simples como el reflejo. El psiquismo humano surgiría entonces
como una forma adaptativa que procura suplir las falencias biológicas incorporando un determinismo que no
tiene relación directa con lo biológico, sino que es psíquico, aunque se apoya en aquél
Desde esta perspectiva, la vida social está entramada con la cultura y las formas de producción y
dependencia mutua, y el instinto de supervivencia es nulo dada la prematurez de la cría humana y el hecho
de que no se han encontrado conductas con las características dadas más arriba. No habría tampoco un
instinto de reproducción, porque el ser humano en su conducta sexual no responde a dichos caracteres: la
falta de un objeto fijo y determinado y la imposibilidad de cancelación de la necesidad destierran esa
posibilidad.
4. TEORÍAS BIOLOGICISTAS
Según algunas posturas biologicistas, en los humanos se distinguen dos instintos, el instinto de
supervivencia y el instinto de reproducción, aunque recientemente se han encontrado indicios de que
podría existir otro, el instinto religioso, asociado a una zona del cerebro que muestra intensa actividad
durante los episodios de epilepsia.
5. TEORÍAS DE SIGMUND FREUD
Según las teorías de Sigmund Freud, el ser humano carecería de instintos, y en su lugar tendría lo que se
denomina pulsiones. Las pulsiones humanas fundamentales serían la Eros (que engloba las de
autoconservación y las sexuales, pulsión de vida) y la Tanathos (pulsión de muerte), por lo que sus
teorías podrían estar en contradicción con las opiniones más generalizadas en relación con el instinto de
supervivencia y con el instinto de reproducción. Parece que lo que sería "instintivo" en los humanos,
conforme a las teorías freudianas, sería la búsqueda del placer en sí mismo y el rechazo del dolor
(aunque a veces busquemos el dolor y lo extremo por Tanathos), lo que, en algunos casos, podría
conducir al suicidio para evitar el sufrimiento, cuando el dolor físico o psíquico es muy grave, esto no
sería una peculiaridad propia de los seres humanos, pues parece haber constancia de casos de suicidio
en otros animales.
6. SEXUALIDAD HUMANA
Es una dimensión fundamental del ser humano porque es necesaria para
identificar al ser humano como tal, ya que está íntimamente relacionada con la
afectividad, la capacidad de amar y la aptitud para relacionarse con los demás.
7. SEXUALIDAD
La complejidad de los comportamientos sexuales de los humanos es producto de su cultura, su inteligencia y de sus
complejas sociedades, y no están gobernados enteramente por los instintos, como ocurre en casi todos los animales. Sin
embargo, el motor base del comportamiento sexual humano siguen siendo los instintos, aunque su forma y expresión
dependen de la cultura y de elecciones personales; esto da lugar a una gama muy compleja de comportamientos sexuales.
En la especie humana, la mujer lleva culturalmente el peso de la preservación de la especie.
En la sexualidad humana pueden distinguirse aspectos relacionados con la salud, el placer, legales, religiosos, etc. El
concepto de sexualidad comprende tanto el impulso sexual, dirigido al goce inmediato y a la reproducción, como los
diferentes aspectos de la relación psicológica con el propio cuerpo (sentirse hombre, mujer o ambos a la vez) y de las
expectativas de rol social. En la vida cotidiana, la sexualidad cumple un papel muy destacado ya que, desde el punto de
vista emotivo y de la relación entre las personas, va mucho más allá de la finalidad reproductiva y de las normas o
sanciones que estipula la sociedad
8. ORIENTACIÓN E IDENTIDAD SEXUAL
Además de la unión sexual y emocional entre personas de diferente sexo (heterosexualidad), existen relaciones
emocionales y sexuales entre personas del mismo sexo (homosexualidad o androfilia y genofilia) que —aunque
tengan una larga tradición (ya existían en la antigua Grecia y en muchas otras culturas)— en algunos sectores
siguen siendo valoradas en la actualidad negativamente y son incluso motivo de discriminación social.
La identidad sexual es la conciencia propia e inmutable de pertenecer a un sexo u otro, es decir, el saberse y
sentirse varón o mujer. En la definición de la identidad sexual están implicados multitud de factores, entre los que
podemos destacar el psicológico, social y biológico y -dentro de este último- el gonadal, cromosómico, genital y
hormonal. En realidad hay 78 factores distintos que se diferencian en sentido masculino o femenino en cualquier
persona.
En la mayoría de las ocasiones, los hombres nacen con genitales masculinos y los cromosomas XY, mientras que
las mujeres poseen genitales femeninos y dos cromosomas X. Sin embargo existen personas que no pueden ser
clasificadas por estos factores, ya que poseen combinaciones de cromosomas, hormonas y genitales que no
siguen las definiciones típicas que se han relacionado con el hombre y la mujer. De hecho, algunas
9. EXPRESIONES DEL COMPORTAMIENTO
SEXUAL
En el límite de las formas ampliamente aceptadas de conductas sexuales, se encuentran las llamadas expresiones
del comportamiento sexual; como la masturbación, homosexualidad, éstas hasta no hace poco tiempo eran
consideradas parafilias o perversiones de personas degeneradas o moralmente degradadas en gran parte por la
influencia religiosa en la sociedad. La evolución en los usos y costumbres y el ensanchamiento del margen de
tolerancia ha hecho que estas conductas se admitan como válidas en el marco de los derechos hacia una
sexualidad libre.
Sólo en los casos de malestar o de conflicto del propio individuo con sus tendencias, o en aquellos en los que se
pone en riesgo la integridad física y moral de terceros, podemos hablar de trastornos sexuales y en estos casos
se encuentra la necesidad de tratamiento psicoterapéutico e incluso farmacológico.
La mayor parte de las culturas tienen normas sociales sobre la sexualidad. Por ejemplo, muchas culturas definen
la norma sexual como una sexualidad que consiste únicamente en actos sexuales entre un hombre y una mujer
casados. Los tabúes sociales o religiosos pueden condicionar considerablemente el desarrollo de una sexualidad
10. RELIGIÓN Y SEXO
El Cristianismo afirma que, reducida a la genitalidad, la sexualidad degrada a la
persona; que debe abarcar a toda la persona y no sólo a una parte de la misma.
Que la sexualidad es una realidad positiva creada por Dios como expresión de
amor y unión entre un hombre y mujer. Que se encarna dentro del acuerdo
matrimonial.
Su visión es polémica, ya que no suele reconocer o no suele enfrentarse a otros
aspectos de la sexualidad, como la homosexualidad, la masturbación o el uso del
preservativo.