2. “Y dijo Jehová a Satanás:
Jehová te reprenda, oh Satanás;
Jehová que ha
escogido a Jerusalén te reprenda.
¿No es este un tizón arrebatado del incendio?”
Zacarías 3:2
4. El Gran Conflicto.
El comienzo del Conflicto.
El Conflicto en la Tierra.
El Conflicto en la historia de Job.
Un pequeño cielo en la Tierra.
El conflicto en el Cielo.
El final del Conflicto.
El Gran Conflicto entre Cristo y Satanás, que podemos
observar a través de toda la Biblia, está presente de forma
especial en el libro de Job.
5. «Respondiendo Satanás a Jehová, dijo:
¿Acaso teme Job a Dios de balde?»
(Job 1:9)
El libro de Job presenta a Satanás
poniendo en tela de juicio las decisiones
de Dios. ¿Quién es este personaje que se
atreve a criticar a Dios? Isaías 14:12-14;
Ezequiel 28:12-16.
Inexplicablemente, un ser perfecto se
enorgulleció de su perfección. Su vanidad
llegó al extremo de querer ponerse en el
lugar de Dios. Pablo llama a esto el
«misterio de iniquidad» (2ª de
Tesalonicenses 2:7).
El orgullo y la vanidad son males de los
que debemos guardarnos especialmente.
Así, no caeremos «en la condenación del
diablo», menospreciando la Ley de Dios
como lo hizo Satanás (1ª de Timoteo 3:6).
6. «Es imposible explicar el origen del pecado y dar razón
de su existencia. Sin embargo, se puede comprender
suficientemente lo que atañe al origen y a la
disposición final del pecado, para hacer enteramente
manifiesta la justicia y benevolencia de Dios en su
modo de proceder contra todo mal. Nada se enseña con
mayor claridad en las Sagradas Escrituras que el hecho
de que Dios no fue en nada responsable de la
introducción del pecado en el mundo, y de que no hubo
retención arbitraria de la gracia de Dios, ni error
alguno en el gobierno divino que dieran lugar a la
rebelión. El pecado es un intruso, y no hay razón que
pueda explicar su presencia. Es algo misterioso e
inexplicable; excusarlo equivaldría a defenderlo. Si se
pudiera encontrar alguna excusa en su favor o señalar
la causa de su existencia, dejaría de ser pecado»
E.G.W. (El conflicto de los siglos, pg. 484)
7. «Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente
no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová» (Job 1:12)
En el libro de Job podemos ver la
relación entre el Conflicto en el Cielo
y el Conflicto en la Tierra:
1. Existe una dimensión real más allá de
lo que podemos ver, y está habitada
por Dios y por seres celestiales reales
(que no son dioses).
2. La vida terrenal y la celestial están
interconectadas, de modo que lo que
ocurre en la Tierra puede ser
observado por los seres celestiales.
3. Existe un Conflicto moral en el
Cielo que afecta a lo que
ocurre en nuestro mundo.
8. «Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente
no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová» (Job 1:12)
El Conflicto que nos presenta Job puede ser rastreado a
través de la Biblia desde el Edén hasta nuestros días.
Satanás tienta a Eva
e introduce el
pecado en la Tierra.
Génesis 3:1-4
Desde entonces,
Satanás está
acusándonos ante
Dios por los
pecados que
cometemos.
Zacarías 3:2
Jesús mismo tuvo
que lidiar con el
pecado y la
tentación.
Mateo 4:1
9. El pecado nos pone
a merced del
diablo, pero Jesús
vino para
liberarnos.
1ª de Juan 3:8
Satanás sigue
tentándonos,
acechando
constantemente
para hacernos caer.
1ª de Pedro 5:8
Satanás odia al
pueblo remanente
de Dios y le ataca
con gran furor.
Apocalipsis 12:9
«Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente
no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová» (Job 1:12)
El Conflicto que nos presenta Job puede ser rastreado a
través de la Biblia desde el Edén hasta nuestros días.
10. «Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre
perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal» (Job 1:1)
El cuadro que la Biblia presenta de Job es el de
un hombre rico, fiel e íntegro que vivía una
vida pacífica y rodeado por abundantes
bendiciones.
No obstante, en Job 1:4-5 vemos a Job
preocupado por el problema del pecado.
¿Habían actuado rectamente sus hijos
mientras estaban alejados de su influencia?
Consciente de esta realidad, colocaba a sus
hijos en las manos de Dios para que Él cuidase
de su salvación.
Aún la mejor relación que podamos tener con
Dios en esta Tierra, no nos exime del
problema del pecado. No solo nos acecha el
tentador, sino que tenemos que convivir cada
día con las peligrosas consecuencias del mal.
11. «Un día vinieron a
presentarse delante de
Jehová los hijos de Dios,
entre los cuales vino también
Satanás» (Job 1:6)
Satanás presenta ante el Rey del universo al egoísmo como fuente de todo servicio a
Dios. Según este planteamiento, Dios necesita bendecir a sus hijos para que éstos le
sirvan (es, según Satanás, la única manera en que alguien querría guardar Su Ley).
Dios trata al pecado con paciencia. El reto lanzado a Satanás es una demostración de
la confianza que Dios tiene en sus hijos cuando éstos se aferran al Redentor.
En contraste con la pacífica escena terrenal de
Job 1:1-4, los versículos 6 al 12 nos presentan
una agria discusión entre seres celestiales.
12. «Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también
participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía
el imperio de la muerte, esto es, al diablo» (Hebreos 2:14)
Después de las dos intervenciones de Satanás
ante Dios y del daño que causó a Job, a sus hijos y
a sus bienes, el diablo desaparece de la escena.
A partir de ese momento, Dios es el centro
exclusivo del libro. Satanás solo crea problemas,
Dios es el único que tiene soluciones definitivas.
Pero, para saber cómo puede Dios solucionar
definitivamente el problema del pecado,
debemos dejar a Job y adentrarnos en la historia
de Jesús.
Solo el amor puede vencer al mal. Y la máxima
demostración del amor es que Dios mismo, en la
persona de Jesús, murió en lugar del pecador.
Después del Calvario, el destino de Satanás
estaba sellado.
13. «Jesús pagó un precio infinito para redimir al
mundo, y se le entregó en sus manos la raza humana;
llegó a ser su propiedad. Sacrificó su honor, sus
riquezas y su hogar glorioso en las cortes reales y se
convirtió en el hijo de José y María… Cristo entró en
el campo de batalla en favor del hombre a fin de
vencer a Satanás en su lugar, porque sabía que el
hombre no podría vencerlo por cuenta propia.
Cristo preparó el camino para el rescate del hombre
mediante su propia vida de sufrimiento, abnegación
y sacrificio, y mediante su humillación y muerte
final. Le trajo ayuda al hombre para que éste,
siguiendo el ejemplo de Cristo, pudiera vencer en su
favor, así como Cristo había vencido para él»
E.G.W. (Testimonios para la iglesia, tomo 3, pg. 410)
14. Slideshare.net/chucho1943
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estudiar cada una de
las 13 lecciones que
tratan sobre el tema:
EL LIBRO DE JOB
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