Este documento habla sobre la historia de los habitantes del departamento de Nariño en Colombia. Resalta las hazañas de los antepasados quienes defendieron valientemente la región de los intentos de conquista del Imperio Inca y de España a pesar de estar en desventaja. Luego destaca cómo los nariñenses derrotaron a varios jefes independentistas y a Simón Bolívar en batallas históricas. Finalmente, hace un llamado a los jóvenes para que se apropian de esta gloriosa historia y trabajen unidos por
1. ODA AL CIUDADANO DE ANTAÑO
Cuando uno se encuentra con el pasado puede llegar a sentir dolor o alegría;
seguridad o miedo. Para el Nariñense, ese reencuentro debe convertirse en una
fuente de orgullo y unión.
La historia unió los destinos de muchas poblaciones del sur de Colombia en lo que
conocemos como el departamento de Nariño. Esa historia hizo que se reconocieran
como pastusos en el país a todos los descendientes de Pastos y Quillacingas,
igualmente a quienes habitan el área andina del departamento de Nariño; fueron
también protagonistas y héroes de las diversas batallas que este pueblo ha
emprendido, los costeños del pacífico nariñense y rivereños del Patía quienes
comparten las inmensas cualidades que han definido al Nariñense.
Esta gente, se ha caracterizado a lo largo de su historia por defender sus principios
y convicciones, incluso con el sacrificio. Entre toda Colombia, el pueblo nariñense ha
sido el único colectivo osado, valiente y capaz de salir victorioso hasta en las
condiciones más adversas y con toda una “patria boba” en contra.
Por ello fue que sus antecesores Quillacingas y Pastos se convirtieron en obstáculo
infranqueable para los deseos expansionistas del imperio Inca.
Tiempo después, en una escalada de batallas, sin formación militar, ni armas, sino
con palos, machetes y con todas las posibilidades en contra, los padres de Nariño y
Pasto, es decir los abuelos, bisabuelos y tatarabuelos de los actuales habitantes,
hicieron de esta ciudad el fortín que nadie pudo someter y destruir.
Fueron cayendo bajo el brazo guerrero del naríñense y en especial del pastuso y
barbacoano, jefes independentistas como Zambrano en la batalla de Funes(1809); el
presidente Caicedo y el general McCaulay cuando en forma traicionera se atrevieron
invadir Pasto; Antonio Nariño en la batalla de Juanambú; el general Valdés en la
2. batalla de Genoy (1821); Bolivar en la batalla de Bombona(1822), Torres y muchos
más que con su propio sufrimiento y derrota pudieron constatar lo que vale esta
gente.
Cada una de esas acciones valerosas hicieron que fueran llamados “Inmortales
Pastusos”; también provocaron que Bolívar afirmara que la lucha contra pasto era
como una “Lucha contra lo imposible” o que él mismo comparara a la ciudad con
Numancia, el pueblo guerrero de España que la libro en repetidas oportunidades del
Imperio Romano.
Otros identificaron a la ciudad de Pasto con la antigua Esparta en Grecia, mediante
estas palabras: “es un pueblo eminentemente guerrero, en siglo de conquistas
hubiera sido conquistador. Pasto es el norte, fragua de hombres fuertes; sobrio el
pastuso, vigoroso, ni le rinde la fatiga, ni le retrasa el miedo...el pastuso es lo que
llamamos todo un hombre...las mujeres por su parte son dechadas de mil virtudes,
para esposa, en todo Colombia, la pastusa es leal, constante, su adhesión no se
detiene ni con el sacrificio”
Esta es la historia de cada nariñense que se ha quedado olvidada y de la cual, muchos
quisieron hacer que nos avergonzáramos. Desde el nacimiento de nuestra nación
Colombiana, historiadores sesgados, políticos rencorosos y medios de comunicación
sin ninguna etica, se han empeñado en confundir e ignorar la verdad alegando un
supuesto atraso, salvajismo e ignorancia para justificar la violencia, el abandono, la
burla y la falta de inversión en la educación y trabajo de nuestra gente. Hoy, siguen
mirándonos con desprecio porque somos la única región que ha demostrado
masivamente en las urnas su inconformidad y oposición al gobierno actual.
¡Ha llegado el momento de revivir esa historia gloriosa!. En adelante, corresponde a
los jóvenes apoderarse de la bandera para demostrar que el municipio, el
departamento y su gente siguen siendo nobles, persistentes y valientes. Es
3. necesario demostrar al país que el Nariñense merece inversión, se la ha ganado y no
necesita mendigarle al país.
Ahora, los héroes como Agualongo, van a reencarnar en hombres que emprenden la
gran batalla de la vida y el desarrollo de su gente, cambiando las armas y los insultos
por los libros, por las ideas, por las herramientas de trabajo, porque los nuevos
héroes surgen de la ciencia, el trabajo, el campo, el deporte y la política.
Para lograr esto, se requiere que los habitantes de los municipios y todo el
departamento nos centremos en todo aquello que tenemos en común. Esta es la
única manera de lograr en un futuro un presidente con acento nariñense y para que
nuestro gentilicio no sea asociado al marginal o ingenuo de la radio y las novelas, sino
el protagonista, el líder, el modelo de éxito a seguir.
La decisión está en cada uno de nosotros