5. Es indiscutible que el cambio climático llegó para quedarse. La evidencia científica es
clara al identificar un aumento de la temperatura en 0,74°C durante el siglo 20. Desde
la era preindustrial hasta la actualidad se ha registrado en la atmósfera un incremento
de 30% de dióxido de carbono, el principal contribuyente al calentamiento global. El
aumento de la temperatura no solo complica a los sistemas productivos animales y ve-
getales, sino que tiene un efecto multiplicador, directo e indirecto, en diferentes factores
de la industria agropecuaria.
El cambio climático presiona a los sistemas productivos hacia la optimización de los
recursos: deben producir más y de mejor calidad, pero con menos. Además, los consu-
midores están cada día más preocupados del medio ambiente y de su conservación, y
están premiando con sus decisiones de compra a aquellos productores y compañías que
hacen un manejo eficiente en el uso del agua, miden y reducen su huella de carbono,
producen con menor índice de residuos sólidos y líquidos, y reciclan las materias primas,
entre otras conductas loables. Para las generaciones que vienen, conceptos como una
agricultura amigable con el medio ambiente, sustentable y basada en un manejo inte-
grado, serán cada vez más importantes.
¿Cómo repercuten todos estos cambios en las estrategias productivas de ganado bo-
vino en Chile? ¿Estamos preparados como industria para hacer frente a la escasez de
lluvias y al alza de las temperaturas? ¿Contamos con un capital humano poseedor de las
competencias necesarias para asegurar productividad y competitividad en este nuevo
escenario? En esta conferencia trataremos de responder a estas interrogantes desde una
perspectiva de reflexión y discusión de temáticas relevantes para la producción bovina,
identificando las competencias necesarias para enfrentar este nuevo y difícil contexto.
INTRODUCCIÓN
6. Ciclo de Conferencias en Desarrollo de Capital Humano
6
CONTENIDO
LOS EXPOSITORES
08-12
13-16
Desafíos de la producción bovina en Chile ante un escenario de cambio climático
Rodrigo Arias
Profesor Asociado del Instituto de Producción Animal de la Universidad Austral
Estrategias nutricionales en ganado lechero para enfrentar los efectos del cambio climático
Alex Prudant
Docente de INACAP y asesor en Nutrición y Evaluación Económica
Formando profesionales para una producción ganadera sustentable
Cecilia Gutiérrez
Directora del Área Agropecuaria y Agroindustrial de INACAP
Equipos de trabajo motivados y su impacto en la producción lechera
Héctor Lizana
Jefe de Lechería de la Escuela Agrícola Las Garzas de Chimbarongo
17-19
20-21
7. Ciclo de Conferencias en Desarrollo de Capital Humano
7
LOS EXPOSITORES
Rodrigo Arias
Profesor Asociado del Instituto de Produc-
ción Animal de la Universidad Austral
PhD en Ciencia Animal, con un Minor en
Estadística de la Universidad de Nebraska,
Lincoln, EE.UU. Sus áreas de desempeño
profesional y de investigación están re-
lacionadas con la producción de carne
bovina; la relación entre nutrición animal,
medio ambiente y calidad de producto; el
impacto de los sistemas productivos inten-
sivos en el medio ambiente, y el impacto
de factores ambientales sobre bovinos. Es
presidente de la Sociedad Chilena de Pro-
ducción Animal (Sochipa), miembro de la
American Society of Animal Science (ASAS)
y de la Asociación Latinoamericana de Pro-
ducción Animal (ALPA).
Alex Prudant
Docente de INACAP y asesor en Nutrición y
Evaluación Económica
Médico veterinario de la Universidad Aus-
tral de Chile y diplomado en Gestión y Li-
derazgo en la Universidad de Los Lagos.
Tiene más de 20 años de experiencia en
asesorías técnicas en nutrición de bovinos
y evaluación económica. Ha trabajado con
importantes empresas nacionales relacio-
nadas con la cadena productiva de la leche.
Se ha desempeñado en Estados Unidos,
Argentina, Francia, Canadá y Uruguay. Es
miembro de American Dairy Science As-
sociation (ADSA). Ha obtenido los premios
Universidad Austral de Chile-Soprole como
Mejor Productor de Leche del País y al Agri-
cultor Destacado en el Rubro Lechero, por
la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA).
También recibió un reconocimiento como
Emprendedor Destacado, entregado por el
Banco BCI y el Fondo del Patrimonio Cultu-
ral de Chile, por lo que su historia apareció
en el libro La ruta del emprendedor.
Cecilia Gutiérrez
Directora del Área Agropecuaria y Agroin-
dustrial de INACAP
Bióloga de la Universidad de Chile e Inge-
niero Agrónomo de la Pontificia Universi-
dad Católica de Chile. Tiene un diplomado
en Educación por Competencias en la Uni-
versidad de Talca y un Magíster en Ecofi-
siología de Zonas Áridas de la Universidad
de La Serena, especializándose en sistemas
productivos en condiciones de estrés hídri-
co. Se ha desempeñado en diversas áreas
de su profesión, dedicándose a la docencia
universitaria, capacitación de equipos hu-
manos en la industria, investigación básica
y aplicada, asesorías técnicas para peque-
ños productores y asociaciones gremiales,
y a la producción de hortalizas y huertos
frutales en empresas propias, contando con
una vasta experiencia y conocimiento del
sector agropecuario y agroindustrial, tanto
a nivel nacional como internacional.
El cambio
climático presiona
a los sistemas
productivos hacia
la optimización de
los recursos: deben
producir más y de
mejor calidad.
Héctor Lizana
Jefe de Lechería de la Escuela Agrícola Las
Garzas de Chimbarongo
Tiene más de 20 años liderando el trabajo
en lecherías. Se ha especializado en Ges-
tión del Recurso Humano. Es diplomado
en Gerencia Estratégica de Recurso Huma-
no de la International University of South
Florida, Universidad de la Salle, Profesional
Leadership Academy (2013) y diplomado
en Comercio Agropecuario con las mismas
instituciones (2014).
8. Ciclo de Conferencias en Desarrollo de Capital Humano
8
Ante todo hay que decir que los concep-
tos de calentamiento global y cambio cli-
mático no son sinónimos. En estricto rigor,
el calentamiento global no solo significa
un mayor aumento de la temperatura, sino
que también más accidentes climáticos:
temperaturas más extremas, fuertes preci-
pitaciones y tormentas que antiguamente
eran poco frecuentes. Cuando hablamos
de cambio climático nos referimos a una
modificación en las condiciones climáti-
cas, pero en un período relativamente lar-
go, mientras que el calentamiento es bási-
camente la elevación de la temperatura en
la superficie del planeta.
Dicho aumento se explica por lo que co-
nocemos como los gases de Efecto In-
vernadero, a los cuales la agricultura y la
ganadería también contribuyen: el óxido
nitroso, el metano y el CO2
(dióxido de
carbono). Allí, el metano tiene aproxima-
damente 25 veces el poder de calenta-
miento que una molécula de CO2
, y el óxi-
do nitroso alrededor de 300 veces. Por lo
tanto, cualquier medio de mitigación para
reducir el metano o el óxido nitroso va a
tener un impacto significativo en la acu-
mulación de estos gases. Lo que ocurre es
que la radiación solar llega a la Tierra y es-
tos gases generan, como dice el nombre,
un efecto invernadero que impide que
aquella radiación vuelva a la atmósfera.
Todo aquello incrementa la temperatura
superficial del suelo.
Hay bastante evidencia de este fenómeno.
Entre el año 1000 hasta el 1800, las con-
centraciones de dióxido de carbono, de
metano y de óxido nitroso son relativa-
mente planas. Sin embargo, se incremen-
tan desde fines del siglo 19, cuestión que
coincide con el desarrollo industrial y el
consumo de combustibles fósiles. Esta es
una evidencia de que la concentración de
estos gases ha ido aumentando. ¿Cómo
nos afecta a nosotros, al planeta, a Chi-
le y a la zona sur? En esta zona del país
han se han intensificado las olas de frío y
de calor. Los expertos recomiendan adap-
tarse a este cambio climático, pero no so-
DESAFÍOS DE LA
PRODUCCIÓN BOVINA
EN CHILE ANTE
UN ESCENARIO DE
CAMBIO CLIMÁTICO
Rodrigo Arias
Profesor Asociado del Instituto
de Producción Animal de la
Universidad Austral.
lamente en el invierno, sino que también
durante el verano, ya que las temperaturas
están alcanzando valores poco usuales. En
estricto rigor, cuando hablamos de una
onda u ola de calor nos referimos a que
la temperatura permanece relativamente
alta o baja por más de dos días. Ello gene-
ra, como veremos, consecuencias negati-
vas sobre el ganado.
EL EFECTO INVERNADERO EN CHILE
Hay bastante información sobre el cambio
climático y su efecto en los cultivos, en los
frutales y en la agricultura en general. Sin
embargo, existe mucha menos respecto
de cómo impacta en la producción animal.
Hace algunos años, la Universidad de Chile
hizo estudios sobre esta materia y los resul-
tados de la modelación son que, en gene-
ral, íbamos a tener un aumento en la tem-
peratura. Aquí se abren varios escenarios:
desde el más simple, que es un crecimiento
relativamente moderado, hasta otros más
extremos, que implican una mayor concen-
tración de gases Efecto Invernadero. Según
estas mismas investigaciones, la tempe-
ratura promedio podría aumentar hasta
cuatro grados en los próximos 100 años.
Dichos aumentos ocurrirían en las cadenas
montañosas. En el caso nuestro, fundamen-
talmente en la cordillera de Los Andes, lo
que significará menor agua disponible para
los cultivos, para los animales, para las per-
sonas y también para actividades recreati-
vas, como los deportes invernales.
Algo de lo que efectivamente hemos sido
testigos es la disminución de las precipi-
taciones. Venimos saliendo de una sequía
bastante severa, lo cual ha sido un proble-
ma en la alimentación y nutrición de los
animales. Esta modificación en las lluvias
serán distintas según la zona del país: con-
cretamente, bajarán un 50% entre las re-
giones del Biobío y de Los Lagos.
Sabemos que el clima es preponderante
para la actividad ganadera, en un contex-
to donde la proteína animal es requerida
9. Ciclo de Conferencias en Desarrollo de Capital Humano
9
cada vez por más personas. Se calcula que
en 2100, los seres humanos seremos casi
10.000 millones. Eso significa más gente
que alimentar; es decir, habrá una mayor
demanda de esta proteína. Además, las
expectativas de vida se han extendido: a
nivel del planeta estamos llegando como
promedio a los 70 o 75 años. Incluso ya se
habla de una cuarta edad.
Todo ello ocurre en un contexto de mayor
preocupación por el medio ambiente, y
aquí justamente surge el tema de la con-
taminación ambiental. Un escenario pare-
cido se vivió en los años 40, cuando surgió
el concepto de la Revolución Verde, cuyo
objetivo fue aumentar la producción de
alimentos, aunque sin considerar los as-
pectos ambientales. Ahí se generaron tec-
nologías nuevas, como la mecanización, el
uso de los agroquímicos y la genética, que
permitió dar un salto cuantitativo en la
cantidad de alimentos que se producían.
Hoy día nos vemos enfrentados a un esce-
nario similar, pero con una restricción mu-
cho mayor: la contaminación ambiental.
En 2006 se publicó un estudio de la FAO
titulado A la sombra del ganado, donde se
aborda el tema del metano y de los gases
Efecto Invernadero y de qué manera los
bovinos contribuyen a este proceso de
deterioro. Se produjo entonces una gran
polémica, porque el reporte afirmaba que
el sector ganadería equivalía lo mismo
que el sector transporte, es decir, entre
19% y 20% del total. Sin embargo, para el
transporte solamente se consideró la com-
bustión, mientras que para el ganadero se
incluyó la tala de bosques y la habilitación
de nuevas tierras, entre otros perjuicios.
Era una comparación un poco injusta,
porque para los transportes se debió ha-
ber agregado otros variados aspectos de
su funcionamiento, como lo que implica
construir los motores, por ejemplo.
Ese estudio dio origen a otros temas re-
lacionados, como la huella de carbono o
carbonos equivalentes, la huella del agua
e, incluso, la huella de nitrógeno de la que
ya se habla. Así, los consumidores y los go-
biernos están cada vez más preocupados
del origen y del tipo de producción de los
alimentos, sobre todo las economías más
desarrolladas que tienen mayor poder ad-
quisitivo. Por otro lado está la concientiza-
ción respecto de estos asuntos, a través de
los movimientos verdes o ambientalistas,
que día a día reclaman por los derechos
de los animales. Y también hay campañas
como el establecimiento de los días lunes
sin carne, creada en Estados Unidos.
Resumiendo: en un escenario de cambio
climático debemos mejorar la productivi-
dad y la eficiencia y, sobre todo, ser res-
ponsables con los recursos naturales y
amigables con el medio ambiente.
CLIMAY PRODUCCIÓN ANIMAL
El tema central de esta exposición –el cli-
ma y la producción animal– se empezó a
desarrollar más fuertemente hace unos
50 o 60 años. Es la llamada bioclimatolo-
gía animal, que es el estudio de la relación
entre los animales, el clima y el ambiente
donde se desarrollan. Existen variadas in-
vestigaciones sobre los efectos indirectos
del deterioro ambiental que se refieren a
la disponibilidad y calidad de los alimen-
tos, lo que sufrimos con las sequías o las
inundaciones, donde las praderas quedan
inhabilitadas. Sin embargo, hay menos es-
tudios sobre los efectos directos, es decir,
cómo ese cambio climático perjudica la
vida de estos animales.
Como nosotros estamos en una región del
planeta relativamente moderada en térmi-
nos climáticos, no percibimos hasta qué
punto en otras zonas hay situaciones fran-
camente dramáticas. Por ejemplo, en el
medio oeste de Estados Unidos, en Austra-
lia y en algunas otras partes, se ha llegado
tener en cada temporada hasta 50 anima-
les muertos debido a las duras tormentas
de invierno. Las denominan blizzard y se
caracterizan por ser una mezcla de aguas
lluvias con temperaturas muy bajas. En los
corrales deben soportar menos diez o me-
nos quince grados centígrados. El frío no
es tan relevante como la pérdida de calor
por el viento y el pelaje de los animales
mojados. Algo similar ocurre en verano,
donde aumentan progresivamente las
muertes, debido al estrés que produce el
excesivo calor.
Los animales tienen la capacidad de
adaptarse a las modificaciones del clima,
siempre y cuando se les dé un periodo de
tiempo adecuado: ahí, progresivamente
cambian de pelaje, de comportamiento y
hasta de fisiología. Pero cuando estas va-
riaciones son rápidas, bruscas, no tienen la
necesaria capacidad de adaptación y ello
les causa la muerte. Pero ese no es el úni-
co problema: también puede haber una
disminución en la respuesta productiva de
los animales como resultado de estas alte-
raciones o accidentes climáticos.
Si tenemos una zona que se denomina
termoneutral, donde el animal está en
confort sin hacer ningún esfuerzo físico
ni fisiológico, este expresará al máximo su
potencial productivo. Pero si hay un signi-
ficativo aumento del calor, la temperatura
corporal también sube, llegando incluso a
la muerte por hipertermia. A mayor tem-
peratura, aparecen los jadeos y la sudora-
ción –dependiendo de la especie–, se bus-
ca la sombra, hay un mayor consumo de
agua y menor consumo de alimento, entre
otros efectos. Por el contrario, si la tem-
peratura ambiente desciende, consumirá
más alimento –con las consecuencias que
esto acarrea– y puede llegar un momento
en que es incapaz de mantener la tempe-
ratura necesaria y morirá por hipotermia.
Existe un conjunto de variables climáticas
a las que los animales están sometidos y
que dictaminan su condición. Puede ser
que haya mucho viento en el entorno y
eso puede refrescarles en el verano, pero
puede ser un efecto muy negativo en el
invierno. Por lo tanto hay un constante
balance térmico, una permanente diná-
mica de buscar ese equilibrio. Cuando
10. Ciclo de Conferencias en Desarrollo de Capital Humano
10
Rodrigo Arias
hablamos de que los animales son ho-
meotermos –es decir, que mantienen una
temperatura corporal fija dentro de unos
límites– no quiere decir que sea constante
a través de las 24 horas y durante todo el
año. En general hay un comportamiento
circadiano, es decir, de aumento y de cam-
bio durante el día y durante el año en bus-
ca de ese equilibrio.
En los seres vivos tenemos siempre algunas
pérdidas y algunas generaciones de calor.
En este último caso inciden la mantención
del animal, el metabolismo de síntesis de
producción de leche, carne y huevos, todo
lo relacionado con la fermentación y, por
último, la actividad física, como la búsque-
da de alimento, por ejemplo. Por otro lado,
las actividades de pérdida de calor tienen
que ver con la radiación, la conducción y la
convección. En los animales, dicha pérdida
se produce básicamente por las vías evapo-
rativas, como la sudoración y el jadeo. Y hay
especies que se adaptan más a una que a
otra: en el bovino, el jadeo es la principal for-
ma, mientras que en los caballos es el sudor.
FACTORES AMBIENTALES Y TEMPE-
RATURA DEL GANADO
Existen cuatro factores ambientales que
influyen en la estabilidad de la temperatu-
ra en los animales, la que finalmente deter-
minará sus niveles de producción. Eviden-
temente que la temperatura ambiental es
uno de ellos. Otro es el viento, que puede
ser positivo o negativo, dependiendo de
la época del año. En tercer lugar está la
humedad relativa, porque para que ocu-
rra jadeo el aire no puede estar saturado
con mucha humedad, cosa que sí ocurre
en los climas más tropicales: mucha tem-
peratura, humedades relativas muy altas y
eso, obviamente, disminuye la posibilidad
de perder calor. El otro factor es la radia-
ción solar, que es distinta de acuerdo a las
épocas del año.
Como decía, los animales tienden a lograr
su máximo consumo en la zona termo-
neutral, y si se salen de allí hacia condi-
ciones más adversas desde el punto de
vista del estrés por calor, el consumo de
alimento cae drásticamente. En cambio,
en condiciones de frío va aumentando,
pero mucho menos. Ello implica que una
de las formas en que incorpora calor a su
organismo es a través del alimento; por lo
tanto, la principal vía para reducir la can-
tidad de calor que ingresa es dejar de co-
mer. Obviamente que ello impacta en la
producción y en las finanzas del negocio,
porque si no comen no tienen nutrientes
para generar. Los estudios correlacionan el
consumo de alimento con la temperatura
del animal (temperatura rectal): a medida
que sube, el consumo tiende a decrecer,
debido a balances de energía.
De igual manera, hay efectos visuales que
sirven para este registro de temperatura.
Uno de ellos es la tasa de respiración por
minuto. Hasta los veinte grados, aproxi-
madamente, se mantiene una línea plana,
y después hay un aumento proporcional
y marcado de la tasa de respiración –el
jadeo–, porque el animal está tratando de
mantener ese balance térmico. Al principio,
los jadeos son cortos y rápidos y después
menos frecuentes, pero más profundos y
largos: ahí incluso se puede aproximar a la
muerte. Como registro de medición están
también las temperaturas timpánicas, lla-
madas así porque se le coloca en el tímpa-
no un dispositivo de medición.
Evidentemente hay diferencias entre ve-
rano e invierno, aun cuando los animales
tengan la misma dieta alimenticia. Podría-
mos especular que esta diferencia se debe
a la carga de calor que reciben, producto
de una radiación mayor durante el período
de verano. Eso también afecta el consumo
de agua y se calcula que prácticamente se
duplica en verano. En un animal lechero,
obviamente, esto es mayor, porque lo que
estamos cosechando y produciendo es en
gran parte agua. Ello conlleva que bajo
condiciones de estrés por calor tiene que
tener mucha más agua que, por ejemplo,
un novillo en engorda.
11. Ciclo de Conferencias en Desarrollo de Capital Humano
11
DIVERSOS ESTRÉS PROVOCADOS
POR EL CLIMA
Hay otro factor que cambia de acuerdo a
las diversas regiones y realidades: el barro.
Los estudios sobre este fenómeno son es-
casos, aunque sabemos que el barro afec-
ta negativamente a los animales. El barro,
cuya profundidad va desde los 7,6 hasta
los 46 centímetros, impacta fuertemente
los requerimientos de energía y las ganan-
cias de peso vivo. Las pérdidas de peso
pueden oscilar entre el 5% y el 65%, y los
aumentos en un porcentaje que va desde
un 2,5% hasta prácticamente un 60%.
¿Cómo podemos evaluar este estrés
para generarles herramientas prácticas
a los productores? Una de ellas se cono-
ce como la Escala de Jadeo y va –con algu-
nas modificaciones– desde cero a cuatro.
Se relaciona básicamente con aspectos
visuales, como el nivel de salivación que
tiende a ser mayor en la medida que el ani-
mal está en estrés. Otra forma es observar
la tasa de respiración, que consiste en con-
tar el movimiento del flanco por minuto.
Algunos estudios señalan que en Chile el
estrés por calor no es tan relevante, pero sí
el causado por barro, donde creemos que
hay mucho más que investigar y analizar.
Es normal que exista una profundidad del
barro de 35 o de 40 centímetros, lo que
presenta una extraordinaria dificultad al
animal para moverse. Atravesar pantanos
y lodazales origina también problemas de
salud, por el reblandecimiento de las pe-
zuñas, entre otros males. Y obviamente lo
que ingiera el animal no irá a producción,
sino que esencialmente a la tarea de man-
tenerlo vivo.
Hay otras herramientas que se han desarro-
llado y que ayudan a prevenir el deterioro
en la productividad por las situaciones am-
bientales. Uno es el THI, Índice de Tempe-
ratura y Humedad, que relaciona la tempe-
ratura ambiental con la humedad relativa,
y se utiliza mucho para condiciones de ve-
rano. Hay varios otros índices, como el THI
Ajustado, que ha sido ajustado por viento y
radiación y da mejores resultados.
Existe un índice de seguridad para el ga-
nado que agrupa cuatro categorías: Con-
diciones Normales, Alerta, Peligro y Emer-
gencia. Hay otro índice, más nuevo (2010):
el Índice Multiestacional, que nos permite
evaluar tanto en período estival como in-
vernal y generar distintos indicadores que
nos pueden decir qué medidas de mitiga-
ción tomar en función del pronóstico del
clima. La idea es trabajar con este pronós-
tico, proyectar cómo va a ser la condición
y tomar medidas antes de que estos ani-
males sean expuestos a estrés.
Si tenemos una zona
que se denomina
termoneutral,
donde el animal
está en confort
sin hacer ningún
esfuerzo físico
ni fisiológico,
expresará al
máximo su potencial
productivo.
Rodrigo Arias
12. Ciclo de Conferencias en Desarrollo de Capital Humano
12
Entre las principales medidas de mitiga-
ción para el verano están el disponer de
más agua, modificar los horarios en los
que se mueve el ganado, el uso de asper-
sores, la implementación de distintos tipos
de sombras, colocar los animales en confi-
namiento y cambiar los contenidos y los
horarios de las dietas.
¿Qué hemos realizado en Chile en este
aspecto? Lo primero que hicimos fue, uti-
lizando este índice THI, intentar determi-
nar cuál es el riesgo de estrés. Tomamos
datos de cuatro localidades de Chile y
estimamos los THI con las temperaturas
máximas. Asociamos ese riesgo con el
índice de Normal, Alerta, Peligro y Emer-
gencia, y sobre esa base utilizamos dos
ecuaciones para predecir la producción
de leche en función del THI, y calculamos
el potencial de pérdidas. Si comparamos
estos resultados con las pérdidas interna-
cionales, veremos que van disminuyendo
en la medida que avanzamos hacia el sur.
Nosotros prácticamente no tenemos ries-
go de estrés por calor, porque si bien en el
día puede haber más de 30°C, en la noche
baja a 8°C o 10°C. Esta fuerte diferencia
entre día y noche es muy buena para los
vinos, así como para los animales, porque
les permite disipar ese calor que acumulan
durante el día.
En conjunto con la Universidad Católica
hicimos un estudio en su lechería de Pir-
que, con dos genotipos holstein y holstein
con bombalier, en tres períodos del ve-
rano (enero, febrero y marzo). En general
no encontramos diferencias en las tempe-
raturas promedio de esos animales, solo
levemente superior en bombalier. Cuando
lo analizamos por horas del día, encon-
tramos que las bombalier tenían tempe-
raturas más altas que las holstein: por ser
una genética nueva, probablemente no
estaba adaptada a la zona. Sí encontramos
cambios en las tasas de respiración entre
mañana y tarde, con cerca de doce respira-
ciones por minuto en promedio más para
la tarde que para la mañana.
De ese estudio concluimos que no hubo
diferencia en la producción de leche, pro-
bablemente porque los animales tenían su-
ficiente agua, estaban bajo sombreadores,
compensaban la temperatura en la noche,
etcétera. Por lo tanto, no encontramos di-
vergencias en estos genotipos. Y también
demostramos que ese índice fue bastante
bueno para tomar medidas de mitigación.
Los últimos estudios que hemos realizado
acá en la zona sur son respecto del barro y
del consumo de energía: cómo impacta la
cantidad de la energía que el animal come,
tanto en su fisiología como en su respues-
ta productiva. Este estudio se hizo en ve-
rano y en invierno. En general se confirma
que las temperaturas en verano –indepen-
diente del nivel de energía– son mayores
que en el invierno. Además, encontramos
que cuando el animal consumía menos
energía, sobre todo en el invierno, las tem-
peraturas timpánicas eran mucho más ba-
jas que en el verano.
Por lo tanto, nos concentramos en el in-
vierno. Vimos que las temperaturas fueron
más altas cuando no hubo viento ni pre-
cipitaciones. Cuando aumentó el viento y
levemente las lluvias, la temperatura drás-
ticamente cayó. Conclusión: aquí la tem-
peratura ambiente juega un rol más fuerte
cuando el animal está mojado y con viento.
En resumen, el clima va a afectar directa
e indirectamente al animal, modificando
fundamentalmente la cantidad de ali-
mento disponible y su calidad, así como
los requerimientos de agua y de energía.
Los animales son capaces de hacer frente
a estas condiciones adversas, variando su
comportamiento y su fisiología.
Rodrigo Arias
13. Ciclo de Conferencias en Desarrollo de Capital Humano
13
Me voy a enfocar fundamentalmente en
los efectos del cambio climático para el
ganado lechero, porque la zona así lo re-
quiere. Es necesario repensar nuestros
planteamientos y nuestra forma de en-
frentar dichos efectos.
Si hacemos un diagnóstico de lo que ha
ocurrido en el último periodo, observa-
mos dos condiciones. La primera ha sido
la alteración en la distribución de las llu-
vias: este verano ha sido catalogado como
el más seco del siglo, donde práctica-
mente dejó de llover en noviembre y las
precipitaciones volvieron recién en abril.
Simultáneamente ha habido un aumento
de la temperatura estival, y si bien este
año no ha sido tan marcado, en ocasiones
anteriores se ha traducido en una serie de
consecuencias, sobre todo por una pérdi-
da de cantidad y calidad de los forrajes. El
segundo aspecto es que registramos una
serie de mermas con nuestro ganado, a
nivel productivo, reproductivo y sanitario.
LA ESCASEZ DE NUTRIENTES, UNA
REALIDAD
Las pocas precipitaciones de los dos últi-
mos veranos inciden en los forrajes, los que
están adaptados para el clima moderado
–fundamentalmente las gramíneas y las
ballicas– y se resienten mucho ante la falta
de agua y el incremento de la temperatura.
Analizamos nuestra realidad climática so-
bre la base de las estadísticas, pero esos
datos deberían ser estudiados de manera
desagregada, es decir, por periodos. Los
forrajes no aceptan un cambio estadís-
tico, porque si tenemos que establecer
una pradera o un cultivo suplementario
en septiembre o principios de octubre, y
las lluvias se retrasan y las temperaturas
suben, la primera consecuencia será la
disminución de ese forraje. Y la segunda,
una menor calidad. No hay que olvidar
que la ingesta de los animales está dada
por la ecuación cantidad por calidad. Si la
cantidad disminuye, y la calidad también,
ESTRATEGIAS
NUTRICIONALES EN
EL GANADO LECHERO
PARA ENFRENTAR LOS
EFECTOS DEL CAMBIO
CLIMÁTICO
Alex Prudant
Docente de INACAP y asesor en
Nutrición y Evaluación Económica
el deterioro es mayor.
En febrero del 2009 tuvimos una sequía
tan grande como la última, pero con tem-
peraturas máximas mucho más elevadas:
en Osorno se alcanzaron los 36°C y 37°C.
Nuestro ganado generalmente no tiene
sombra, vive sin protección y sufre severas
consecuencias por esto. La disminución de
la producción de materia seca es evidente,
porque al haber menos lluvias la tasa de
crecimiento de los forrajes es menor; y
ellos, al tratar de defenderse ante las incle-
mencias del tiempo, maduran más tem-
prano, provocando una disminución en su
calidad y en su digestibilidad, es decir, en
la cantidad de nutrientes que los animales
efectivamente pueden aprovechar.
Hace diez años, cuando alguien tenía sem-
brados cereales, sus rastrojos eran quema-
dos o se regalaban. Hoy se ha importado
maquinaria especializada para transformar
esta cosecha de forraje de bajo valor nutri-
cional, no solamente en cama para el ga-
nado, sino que fundamentalmente como
alimento para épocas críticas. Eso genera
un cambio fundamental en nuestra es-
tructura de suplementación.
El segundo efecto se relaciona con la con-
dición corporal del ganado, que es la pri-
mera forma en que podemos observar el
deterioro causado por una modificación
nutricional. No solamente se aprecia un
ganado más delgado y en una situación
más desmejorada, sino que, además, hay
transformaciones en su piel y pelaje. Son
fenómenos menores pero fundamentales
para su vida reproductiva. No nos olvide-
mos de que en la producción animal el ci-
clo se cierra cuando el animal se reprodu-
ce. Por lo tanto, si no logramos cerrar ese
ciclo reproductivo, nuestro trabajo se verá
seriamente afectado.
Y es así que la obtención de carne y leche
–en el caso de la carne, fundamentalmen-
te afecta al ganado que está en la etapa
de crecimiento– es críticamente afectada
por lo que ocurre en el medio ambiente.
14. Ciclo de Conferencias en Desarrollo de Capital Humano
14
Este año tuvimos una disminución en la
calidad de la leche, con la famosa leche
inestable, que está siendo cada vez más
frecuente en todas las lecherías del sur,
producto del cambio climático. También,
como consecuencia, debemos gastar más
dinero para suplementar a los animales o
comprar lo que nos está faltando. La ma-
nera de hacer caja hoy es lo que se deno-
mina “aumento de la tasa de eliminación
voluntaria”, es decir, tomamos exprofeso la
decisión de eliminar aquellos ejemplares
menos productivos, a pesar de que poda-
mos darles otro uso.
HERRAMIENTAS NUTRICIONALES
FRENTE AL CAMBIO CLIMÁTICO
¿Cuáles son las herramientas que debe-
ríamos utilizar para combatir los efectos
de este cambio climático? Ellas deberían
estar contenidas en una planificación es-
tratégica. Son herramientas que tenemos a
mano, las usamos todos los días, pero hay
que darles un orden, una estructura.
Sabemos que en esta zona el cambio ocu-
rre principalmente en términos de tempe-
ratura y de pluviometría. Tenemos reque-
rimientos fijos para el ganado, es decir, si
un animal debe ganar una determinada
cantidad de peso diario, o producir cierta
cuota de litros de leche al día, estas exi-
gencias no varían. Las que sí varían son
las condiciones como, por ejemplo, que a
mayor temperatura disminuye el consumo
y aumenta en el caso de las bajas tempe-
raturas. A todo ello se agrega que debe-
mos tener personal capaz de diagnosticar
lo que está sucediendo, de planificar las
soluciones e integrarlas como equipo en
el corto plazo. Aquí, la inmediatez le da la
viabilidad al negocio.
Voy a dar un enfoque complementario al
tema del estrés calórico. Ocurren muchas
cosas, porque, a diferencia de otras espe-
cies, el rumiante hace una digestión se-
cundaria. Es decir, alimentamos un mundo
interno donde se produce fermentación,
la que lamentablemente muchas veces no
podemos manejar. La podemos estimar,
pero no incidir directamente en ella. Y así
ocurren situaciones como la disminución
en la producción de leche, bajas de la in-
gesta y de la rumia, problemas relaciona-
dos con acidosis, etcétera.
Sin embargo, en primavera estamos en un
ambiente de confort, con una temperatura
de alrededor de 20°C y alta humedad. En
épocas de verano, la temperatura se acer-
ca a los 28°C y hasta 30°C en esta zona, lo
que genera un estrés severo. Si se recorre
el campo en ese periodo, veremos al gana-
do apiñado bajo un árbol, sin comer. Esa es
una situación de estrés. El cambio climático
se conecta con el bienestar animal en tér-
minos de rendimiento y de productividad.
¿Qué ocurre con el estrés calórico en la
vaca lechera? Hay dos efectos. Primero, las
alteraciones metabólicas que ocurren para
acomodarse al funcionamiento hormonal,
las que tienen una repercusión reproduc-
tiva. Segundo: los efectos indirectos en
la calidad y la cantidad del alimento. Los
animales que están sufriendo estrés caló-
rico dejan de consumir y, por lo tanto, se
genera un círculo vicioso: la menor ingesta
–un menor tiempo de consumo de alimen-
to– provoca consecuencias no solo de na-
turaleza productiva, sino además sanitaria;
por ejemplo, el deterioro de la condición
corporal, la caída del pelo, la decadencia de
la condición reproductiva y la famosa alte-
ración en el rendimiento de la leche, no so-
lamente en la cantidad de sólidos, sino que
también en su condición bioquímica.
¿Cuál sistema se adapta mejor al cam-
bio climático? Últimamente en el sur es-
tamos con una tendencia a volver hacia
los sistemas pastoriles o, al menos, a una
metodología mixta. Consiste en que algu-
nas horas del día y en algunas épocas del
año, tenemos a nuestro ganado en confi-
namiento. Con ese método es posible pla-
nificar la fecha, la duración y los recursos
alimenticios. Sin embargo, para la época
de pastoreo no hay una planificación, sino
solo el deseo de salir lo antes posible, por-
que nos simplifica la vida. Pero cuando en-
frentamos varias transformaciones, como
la rápida maduración del forraje, vemos
que el pastoreo se vuelve más complejo.
Por ello debemos tener claro qué ocurre
con los requerimientos versus los aportes
de nuestra principal fuente de forraje, es
decir, las praderas. Existen tres casos: la pra-
dera de primavera, en un año denominado
“normal” y en un verano seco. Si tenemos
praderas muy buenas podemos sustentar
la producción, pero en general solo son de
nivel medio y así se vuelve riesgoso en re-
lación al aporte energético. En praderas de
un verano normal, habitualmente toda ella
es deficitaria para sustentar de manera es-
table y permanente los requerimientos que
tiene el ganado en ordeña. Y si es un verano
seco, claramente la situación es crítica. Hay
una serie de ecuaciones que determinan
el requerimiento de agua, pero en general
el gran factor limitante es si se trata de un
verano normal o seco. Dado que el forraje
en primavera aporta una gran cantidad de
agua, no es tan restrictivo, pero de todas
maneras tenemos que preocuparnos.
Y aquí ocurre un fenómeno donde hay
que poner atención. Cuando planificamos
complementar el aporte de la pradera, te-
nemos que pensar en lo que se denomina
tasa de sustitución, que es aquel suple-
mento que reduce parcialmente el consu-
mo pradera. Hay que observar en cuánto
disminuye el consumo pradera por cada
kilo de suplemento ingerido; es decir, si
reemplazamos un kilo de pradera por un
kilo de heno, por ejemplo, la pérdida en
términos de concentración de nutrientes
será mayor que uno a uno.
EL CASO DE LA“LECHE INESTABLE”
Como decía, este verano apareció en for-
ma masiva la denominada leche inestable.
Es un fenómeno largamente estudiado,
no solamente en Chile sino también en
otros lugares donde hay efectos variables.
15. Ciclo de Conferencias en Desarrollo de Capital Humano
15
mos que vienen condiciones secas y que
están comiendo poco, tenemos que tomar
las medidas y preocuparnos.
Otra consecuencia es la reproducción. Ge-
neralmente ya no vamos a encontrar anima-
les preñados en la tasa que esperábamos y,
como consecuencia, tendremos menos
reemplazos para continuar con nuestro
rebaño e, incluso, contaremos con menos
hembras para reponer. Si a eso sumamos
que en realidad el promedio de nuestros
planteles no tienen el primer parto a los 24
meses, sino que a los 28 o más, en realidad
lo que nos está quedando es alrededor de
un 50% menos. ¿Qué consecuencia tiene
esto? Que bajará la tasa de reemplazos dis-
ponibles. El último informe que emitió Todo
agro hace un par de temporadas hablaba
de que la tasa de eliminación promedio
de los planteles, en el sur de Chile, estaba
alrededor del 35%. Por lo tanto, y es coin-
cidente con el resultado obtenido por un
estudio realizado por una empresa láctea:
por cada 100 hembras solamente nos que-
dan 4,6 terneras. Si pensamos en duplicar
o en crecer en el sector lácteo –que es el
plan como país– quiere decir que con 4,5 a
cinco hembras nos demoraremos entre 17
y 19 años en duplicar el rebaño.
PROPUESTA DE SOLUCIONES
INTEGRALES
Las soluciones a este nuevo escenario de
cambio climático están en una integración
de los elementos que hemos visto. Primero,
hay que tener un plan forrajero estratégico,
que consiste diseñar en teoría qué forrajes
debemos utilizar para cada etapa de la lac-
tancia y del desarrollo del ciclo productivo
de los animales, de acuerdo a los requeri-
mientos y a la disponibilidad del mercado.
Simultáneamente es importante imple-
mentar un balance forrajero dinámico, es de-
cir, que con cierta frecuencia analizaremos
el stock de nuestra planificación y veremos
cómo se adapta a una tercera variable. Las
dos primeras son las condiciones del mer-
Esto ocurre por la pérdida del equilibrio
de mantener las micelas de caseína en
suspensión, lo que a su vez implica que la
leche da un falso positivo a la prueba del
alcohol, es decir, da la impresión de que
estuviera ácida. Sin embargo, no es así.
Ocurre que como las micelas no se man-
tienen unidas para la industria no quesera
–aquella que elabora leche en polvo o que
trabaja con leche fluida–, la leche coagula
dentro de las tuberías del sistema de pro-
cesamiento. Sacarla requiere una meto-
dología difícil que paraliza al resto de los
procesos industriales.
¿Cómo se puede prevenir? Primero, hay
que conocer los parámetros y cómo se ve
afectada la prueba del alcohol: dos ml de
alcohol y dos ml de leche, que se mezclan
sobre un fondo oscuro. Cada vez que se le
agrega alcohol al 72% a la leche normal, el
resultado es negativo. La leche inestable,
en cambio, da positivo. Hay un aumento
en el pH, es decir, no es que la leche esté
ácida, sino que alcalina. Hay un crecimien-
to del calcio iónico libre, disminución del
fósforo y del magnesio, y menor lactosa.
La solución es conocer por qué ocurre.
Esto se debe fundamentalmente a que en
verano hay una disminución del consumo
de materia seca, es decir, de la cantidad
de alimento. Por ello es necesario corregir
la relación proteína-energía, porque este
desbalance se produce al dar alimento
más pobre en nutrientes. Como ya veía-
mos, la pradera de un verano seco es tre-
mendamente deficitaria, no solamente en
sus factores de proteína-energía, sino que
también en los niveles de minerales.
Por ello, hay considerar aportes extraordi-
narios de forrajes de buena calidad; tene-
mos que utilizar fundamentalmente sales
minerales con relación calcio-fósforo in-
vertida, de manera que el animal movilice
calcio. Si el calcio iónico disminuyó, nece-
sitamos movilizar rápidamente calcio des-
de las reservas y, por otra parte, tenemos
que sacar de la ordeña a aquellos animales
que están terminando la lactancia. Si sabe-
Alex Prudant
16. Ciclo de Conferencias en Desarrollo de Capital Humano
16
A la adición de
un suplemento
necesario
y complementario,
y a la innovación
con un producto,
se agrega el
capital humano.
Será ese capital,
debidamente
entrenado, quien
articulará estas
herramientas
y conjugará
los distintos
elementos que
componen la
problemática.
Alex Prudant
cado y las condiciones que paga la indus-
tria; la tercera es la incertidumbre respecto
de las condiciones climáticas. El balance
forrajero dinámico obliga a una revisión
constante, con o sin cambio climático. Es
la única manera de que seamos capaces de
mantener adecuadamente los rendimien-
tos que nos hemos puesto como metas
productivas. Otro elemento es el riego es-
tratégico. Si se observa a los países que han
implementado este sistema, se verán sus
ventajas. Eso significa que podemos regar
menos hectáreas, pero con mejor calidad.
Para enfrentar estas nuevas realidades de-
bemos analizar otras alternativas un poco
más intensas y más efectistas. Una de ellas
es, claramente, la adición de un suplemen-
to proteico. Nuestra base productiva son
las praderas que, como definición, son
fundamentalmente proteicas y mediana-
mente energéticas; por lo tanto, si se dete-
riora su calidad, lo que se va a deteriorar es
el aporte proteico que ellas poseen.
La soya es un buen nutriente. Su princi-
pal característica es su alto contenido de
proteína y el buen aporte energético, que
no causa acidosis porque no contiene al-
midones. Aporta aminoácidos esenciales
azufrados, que son imprescindibles para
la función reproductiva. ¿Aquí se usa? Sí
se usa, pero tímidamente. Los niveles de
suplementación de la soya deberían ser
mucho más altos de lo que estamos acos-
tumbrados, porque además de tener ca-
racterísticas deseables, es bastante grato y
de buen gusto.
Hay otro elemento, como el forraje verde
húmedo, de donde obtenemos cinco a
siete kilos de materia seca por metro cua-
drado, en un lapso de catorce días. Es un
forraje puertas adentro, elaborado en el
propio predio, de alta calidad y cuya pro-
ducción puede hacerse todo el año, inde-
pendiente de las condiciones climáticas.
Y finalmente está el capital humano. Es
decir, a la adición de un suplemento nece-
sario y complementario, y a la innovación
con un producto que podemos hacerlo de
manera bastante fácil, se agrega el capital
humano, que es lo que finalmente nos
convoca. Será ese capital, debidamente
entrenado, quien articulará estas herra-
mientas y conjugará los distintos elemen-
tos que componen la problemática. Sin
personal entrenado, sin personal informa-
do, no podemos avanzar en nuestro tema,
porque finalmente será él quien enfrenta-
rá este desafío productivo que nos plantea
el cambio climático.
17. Ciclo de Conferencias en Desarrollo de Capital Humano
17
Mi presentación corresponde al ámbito de
la formación del capital humano: qué ha-
cemos en INACAP y qué es lo que requiere
un mundo que está constantemente en
movimiento, donde las predicciones son
desmentidas todos los días.
¿Qué entendemos por una “produc-
ción ganadera sustentable”? Construí
este concepto tomando distintas defini-
ciones vigentes, y básicamente apunta a
un manejo responsable de los recursos
naturales, como son el suelo, el agua,
la geografía, el clima y la biodiversidad
vegetal y animal. Por lo tanto, es un uni-
verso bastante amplio, donde se intenta
optimizar el uso de los recursos para ase-
gurar la productividad y la calidad de los
bienes y servicios producidos. Considera
el aspecto social, en términos individua-
les, y también el impacto en las acciones
productivas sobre la comunidad.
LOS NECESARIOS REQUERIMIEN-
TOS PROFESIONALES
¿Qué se espera de un profesional que
va a conducir estos sistemas producti-
vos sustentables? Primero, que dé énfasis
a la integración de factores para encontrar
soluciones. Uno o dos elementos, por sí
solos o combinados, hoy no son suficien-
tes. En la actualidad no basta con trabajar
con algunas constantes y dejar ciertos
parámetros fijos. Tampoco nos sirven las
predicciones a largo plazo, dado que la
realidad es extraordinariamente dinámica:
tenemos que acortar los tiempos a tres o
cuatro meses.
Asimismo, necesitamos que estos pro-
fesionales sean flexibles, adaptables e
innovadores, ojalá a todo evento. Puede
sonar fuerte este requerimiento, pero es
necesario estar abiertos al cambio, es de-
cir, siempre se puede hacer algo de otra
forma. Aun cuando lo que hagamos hoy
esté bien, debemos proyectarnos para
futuras modificaciones, saber movernos
desde esa zona de confort donde estamos
FORMANDO
PROFESIONALES PARA
UNA PRODUCCIÓN
GANADERA
SUSTENTABLE
Cecilia Gutiérrez
Directora del Área Agropecuaria y
Agroindustrial de INACAP
actuando y ser lo suficientemente valien-
tes para dar ese primer paso.
Ese profesional debe poseer competencias
entendidas como“un conjunto de actitudes,
habilidades, conocimientos y valores que le
permitan observar, proponer y encontrar so-
luciones eficientes”. No puede inmovilizarse,
es necesario que actúe. Seguramente esa es
la parte más difícil, porque no es sencillo de-
cir“tal vez voy a ser el primero en desarrollar
esto”. Sin embargo, creo que nuestros alum-
nos están siendo formados hoy para tomar
esa decisión en el futuro.
En la producción ganadera –y agrícola
en general–, uno tiene que tener algo de
mago, ya que debe sacar de un sombrero
muchos elementos: saber trabajar con la
geografía, con el clima, con animales vivos,
con una pluviometría escasa o abundante
–según nos toque, incluso con nieve– y
con el forraje disponible. También debe
aprovechar el agua existente y adaptarse
cuando haya escasez. Además, actuará en
praderas que están cambiando y con es-
pecies nuevas.
Y, por supuesto, tiene que funcionar con el
capital humano, un capital humano com-
prometido y motivado. Además, tenemos
que saber comunicarnos con todos los es-
tamentos: con el agricultor, con la empre-
sa y con otros profesionales. Y el mensaje
de cada una de esas comunicaciones será
distinto, porque los interlocutores quie-
ren escuchar cada uno cosas diferentes. A
todo ello hay que sumarle un factor deter-
minante: el clima.
En nuestra malla curricular, los primeros
cuatro semestres corresponden al progra-
ma técnico de formación de los alumnos, y
los otros cuatro son la articulación a la ca-
rrera de Ingeniería en Producción Ganade-
ra. El concepto que hay detrás de esto es
que primero tenemos un sistema integra-
do, el que va de lo menos a lo más com-
plejo. Nuestros alumnos se educan en tres
áreas formativas principales: las disciplinas
básicas, la formación para la empleabili-
18. Ciclo de Conferencias en Desarrollo de Capital Humano
18
dad y las asignaturas de especialidad.
Las áreas curriculares donde los estamos
formando son esencialmente cinco, que
se agrupan en grandes conjuntos: Pro-
ducción, Comercialización, Personas como
Recurso Humano y Asesoría Predial. En
la actualidad, las carreras están dirigidas
principalmente al tema de transferen-
cias de tecnología y, por ello, se incluyen
asignaturas como la mencionada Asesoría
Predial. Aquí, el alumno aprende a comu-
nicarse y a trabajar con un público diverso.
También está la Industrialización de Mate-
rias Primas, para aprender a innovar y de-
sarrollar productos.
COMPETENCIAS BÁSICAS DE LOS
ALUMNOS
¿Cuál es el sello del alumno de INACAP,
aquello que le distingue? Ese sello está
dado por cuatro competencias básicas. La
primera es el compromiso, que le permite
actuar reflexivamente, delimitando cuáles
son sus responsabilidades en el ámbito de
la profesión. La segunda se relaciona con
la capacidad emprendedora, la que genera
soluciones en las comunidades de pares
de una forma colaborativa, establece la
viabilidad de aquellas soluciones que pro-
pone y otorga el valor económico y social
en el ámbito donde ejerce su profesión.
Otra competencia es la autogestión, para
nosotros fundamental, ya que es algo que
nos acompaña siempre. En su esencia,
la autogestión significa saber movilizar
aquellos elementos con los cuales uno ha
ido aprendiendo y formándose en el cami-
no, en el momento correcto para respon-
der a la pregunta adecuada. Eso significa
actualizar recursos, congregar habilidades
y actitudes, y saber trabajar con personas.
La cuarta competencia, en fin, es el domi-
nio de su especialidad, donde ha integrado
todas las competencias que son propias
de su perfil de egreso y ha logrado cono-
cer su profesión y la aplicación de ella con
los métodos, las técnicas y las tecnologías
que la acompañan.
Más allá de las asignaturas de la especiali-
dad –es decir, los aspectos estrictamente
técnicos–, quiero referirme a algo que es
fundamental para nosotros: el desarrollo
de las competencias genéricas, o blandas,
que son las más difíciles de formar. Esto
tiene que ver con la comunicación efec-
tiva, la resolución de problemas, el pen-
samiento crítico, el trabajo en equipo y el
uso de las tecnologías de la información y
de la comunicación (TIC). En una situación
de transformaciones, el pensamiento crí-
tico nos permitirá identificar el momento
cuando este cambio se vuelve necesario.
Todos hemos tenido la experiencia de sa-
ber que un productor determinado está
perdiendo recursos y que es poco eficien-
te, pero, a pesar de todo, se muestra reacio
a modificar su condición.
Lo primero, entonces, es identificar la ne-
cesidad de cambiar y después moverse rá-
pido, aplicando la flexibilidad y la resilien-
cia. Si no se tiene ese pensamiento crítico,
si no se proyecta de manera constructiva,
es poco probable alcanzar un concepto
de mejora continua y seguir avanzando.
Porque a partir del dominio de ese pen-
samiento crítico podemos lograr el pensa-
miento creativo, que es una etapa un poco
superior, donde se logra adaptación, inno-
vación y, finalmente, modificación.
Respecto de la resolución de problemas, en
el ámbito agropecuario es algo que se aplica
todos los días. Aunque exista una buena pla-
nificación estratégica y una afinada progra-
mación, no significa que no ocurran sucesos
inesperados, cosas que nadie anticipó. Pero
ocurren. Por lo tanto, en todos los días de
nuestra vida profesional surgirá algún incon-
veniente que resolver, aunque no hay que
percibir ese “problema” como una palabra
dramática que causa angustia, sino como
un desafío permanente por hacer bien las
cosas. Cuando no se tiene dificultades hay
que preocuparse, porque algo está pasando
y no lo sabemos. Y la resolución de proble-
mas consiste en buscar resultados que sean
el hecho de que
inculquemos
una ética
profesional
significa formar
profesionales
comprometidos
con la calidad
de producto y de
servicio, personas
que le responden
a un cliente, a una
comunidad
y al medio
ambiente.
Cecilia Gutiérrez
19. Ciclo de Conferencias en Desarrollo de Capital Humano
19
Cecilia Gutiérrez
eficientes, efectivos, sustentables, multifac-
toriales y, sobre todo, que sean posibles.
El trabajo en equipo es otra de las compe-
tencias básicas de esta carrera. Tiene que
ver con la motivación de los grupos, con
ejercer un liderazgo que no signifique ma-
nejar el poder ni imponer un control. Un
liderazgo consiste en acompañar y encan-
tar, invitar a la gente a desempeñarse con
uno y lograr que eso ocurra. ¿Es interdisci-
plinario? Ojalá sea lo más interdisciplinario
posible. En la medida en que se egresa del
Instituto Profesional, del Centro de Forma-
ción Técnica o de la Universidad, nos da-
mos cuenta de que nunca estamos solos.
Siempre hay otras personas de las cuales
se puede aprender. Lo más destacable del
trabajo interdisciplinario es que los pen-
samientos de las distintas profesiones u
oficios van estructurando la mente de una
manera diversa y esa visión nos ayuda a
cambiar y crecer.
COMUNICACIÓN EFECTIVA Y
RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS
Respecto de la comunicación efectiva, es
importante saber cuál es nuestro interlo-
cutor y conocer sus necesidades: la comu-
nidad, el agricultor o la industria. Muchas
veces este interlocutor llega a la conver-
sación con ideas previas, ya formadas res-
pecto de lo que quiere escuchar y si no le
hablamos desde su ámbito de interés, es
poco probable que nos preste atención.
Si queremos impactar con algo nuevo a
una persona y plantearle asuntos que no
están específicamente dentro de sus preo-
cupaciones, tenemos que partir desde sus
temas y por ahí conducirle hacia aquello
que queremos comunicarle.
En el uso de las tecnologías de la informa-
ción y la comunicación, es muy importante
la gestión. Hoy día tenemos un sinnúmero
de herramientas computacionales que nos
ayudan a mejorar notablemente la gestión
predial en términos de la información que
conseguimos. Sin embargo lo que viene es
la internet de las cosas, con la cual maña-
na estaremos actuando de manera mucho
más integrada. En la actualidad, en agricul-
tura, en sistemas agrícolas y pecuarios, la
cantidad de información que poseemos
es enorme: en todas partes hay sensores,
satélites y teléfonos celulares. Pero, ¿qué
hacemos con esa información? Muy poco
todavía. Por lo tanto, necesitamos integrar
dicha información en una gran plataforma
y trabajar en un mundo interdisciplinario
con profesionales de la informática y de la
electrónica, y utilizar esa información para
hacer una auténtica gestión.
En otro aspecto, el hecho de que inculque-
mos una ética profesional significa formar
profesionales comprometidos con la cali-
dad de producto y de servicio, personas
que le responden a un cliente, a una co-
munidad y al medio ambiente. Y referente
a cómo se aprende, está claro que el cere-
bro aprende practicando, aprende hacien-
do lo que hacemos todos los días y ello
constituye un sello distintivo de nuestra
Institución desde sus orígenes. En la me-
dida en que tenemos un estímulo y lo re-
petimos las suficientes veces, con intensi-
dad y con una cantidad de elementos que
incorporamos, vamos generando nuevas
interconexiones neuronales. Es un camino
que el cerebro no olvida, en la medida en
que lo repitamos y lo volvamos a vivir in-
tegrando distintas emociones. Aquello es,
finalmente, constituir el conocimiento en
una especie de recableado neuronal.
INACAP lleva 48 años innovando en edu-
cación y pensamos estar otros 48 años, y
otros más.
20. Ciclo de Conferencias en Desarrollo de Capital Humano
20
Llevo 20 años trabajando en los ámbitos
agrícola y ganadero. Me inicié en un cam-
po en Los Ángeles como jefe de lechería. A
medida que pasó el tiempo terminé sien-
do administrador general de un terreno
de 850 hectáreas. Ahí surgió un nuevo de-
safío: integrarme a la Escuela Agrícola Las
Garzas, donde ya llevo 18 años.
Recibí la lechería de Las Garzas con 100
vacas y hoy tenemos 550. A través de todo
este tiempo hemos enfrentado duros pro-
blemas, situaciones apremiantes y condi-
ciones complejas. Por ejemplo, la muerte
de las terneras al nacer, y vacas con mas-
titis, que significaban pérdida de leche, de
tratamiento y de tiempo. En esos compli-
cados periodos, debía tomar una decisión
crítica: ¿obligatoriamente necesito in-
vertir para arreglar esto o cierro el ne-
gocio y me dedico a otro giro?
PERSONAS ADECUADAS, LÍDERES
CAPACITADOS
Entonces tuve que elegir: o mantenerme
en el sector arreglando lo poco que había,
o cambiar definitivamente todo el esque-
ma de trabajo existente. En el fondo, ese
tipo de decisiones son las que plantean un
desafío, y el desafío es siempre buscar el
éxito en distintas posiciones. De esta ma-
nera desarrollé mi carrera profesional.Y a lo
largo de ella me fui dando cuenta de que
no necesariamente teniendo los mejores
recursos seremos exitosos. Si los campos
son mal cultivados, mal fertilizados, ten-
dremos bajo rendimiento por hectárea.
Tendremos también pérdidas por venta de
animales, porque el consumo en medica-
mentos y alimentación no es compensado
por los ingresos. Cosa similar ocurre con
los aspectos reproductivos, con la repa-
ración de la maquinara, con los gastos en
nuevas tecnologías, con las mantenciones
de infraestructuras, entre otros.
¿Es posible solucionar estas situaciones
negativas que nos pueden conducir a la
quiebra? Sí, con personas adecuadas que
manejen estos asuntos, con los recursos
EQUIPOS DE TRABAJO
MOTIVADOS Y SU
IMPACTO EN LA
PRODUCCIÓN
LECHERA
Héctor Lizana
Jefe de Lechería de la Escuela Agrícola
Las Garzas de Chimbarongo
humanos necesarios y con un líder. Se tra-
ta de alguien que marque las direcciones,
las metas y los objetivos. Para el éxito que
queremos lograr, necesitamos colabora-
dores honestos.
En este proceso de desarrollo y cambio
hay varias etapas. La primera: ¿qué ne-
cesitamos? Personas, colaboradores que
nos ayuden. ¿Cómo los elegimos? Simple-
mente entre aquellos que quieren hacer
su trabajo y saben cómo hacerlo. Si ellos
quieren y pueden, el resto es responsabili-
dad nuestra en la tarea de perfeccionar sus
aspectos deficitarios y de involucrarles en
los objetivos que nos hemos propuestos
como empresa.
La segunda etapa es marcar la clara pre-
sencia de un líder, alguien que señale los
objetivos y los métodos; que sea motiva-
dor y que mantenga informado a su equi-
po. La información es muy importante: la
gente tiene que saber en qué situación se
encuentra, cuáles son los errores cometi-
dos y cómo buscaremos una solución, las
que deben simples y concretas. De igual
manera, también haremos notar cuando
esas personas desempeñan bien sus fun-
ciones. Todos necesitamos estímulos de
esa naturaleza. Un líder es alguien capaz
de incentivar a los equipos a lograr metas
y celebrar los logros, ya sea un reconoci-
miento personal, de palabra o de acción.
Tanto el líder como el resto de los colabo-
radores deben tener honestidad laboral.
Al margen del rubro de la industria –sea
agrícola o ganadera–, la honestidad labo-
ral es esencial: no hay que ocultar los pro-
blemas ni los errores cometidos. Mi acti-
tud, mi conducta como líder influye en el
resto de mis colaboradores. Es necesario
dedicarles a todos un tiempo y establecer
relaciones humanas.
LA CLAVE DEL RECURSO HUMANO
La tercera etapa es cómo formar un equipo
motivado. Para ello, lo primero es evaluar a
las personas existentes, capacitar a los co-
21. Ciclo de Conferencias en Desarrollo de Capital Humano
21
laboradores presentes y hacer rotación de
labores. Este último punto es importante,
porque muchas veces el desempeño defi-
ciente no se debe a que alguien sea un mal
profesional o un mal trabajador, sino que
se trata de alguien mal ubicado y que no le
gusta lo que hace. Un puesto correcto hace
que alguien esté conforme y sea más pro-
ductivo. Además, si ha existido esa rotación,
todos sabrán hacer más funciones que las
suyas específicas. Así, el día de mañana será
más simple reemplazar a quien no esté, por
vacaciones o enfermedad.
Mejorar la comunicación significa hacerlo en
todas direcciones. Los colaboradores deben
tener la confianza de acercarse tanto a los
superiores como a sus compañeros. Cuando
hay turnos en faenas determinadas, lo ideal
es que en un turno con el siguiente se super-
pongan en al menos 30 minutos, para que
en ese lapso la información sea traspasada
de manera fidedigna y completa.
La cuarta etapa es la evaluación. Efectiva-
mente, en la actualidad tenemos mucha
información, múltiples registros, tecnología
y estadísticas, pero hay que saber utilizarlos.
Hay una infinidad de aspectos de nuestro
trabajo diario que se pueden evaluar de
inmediato o todas las semanas: no es ne-
cesario que pasen seis meses o un año para
analizar la marcha de la empresa, porque
mientras más seguido se haga este análisis,
más oportunamente se toman las decisio-
nes que impliquen acciones futuras.
Todo lo que he planteado anteriormente
tiene una clave: el recurso humano. Él nos
ayudará a superar los problemas, ya sea de
clima, de infraestructura o de adversida-
des. Por lo tanto, tenemos que dedicarle
tiempo y darle oportunidades de creci-
miento, tanto en lo personal como en lo
profesional. ¿Qué es lo que queremos
todos? Queremos bienestar para nuestras
familias. Entonces, si le podemos enseñar
más y capacitar adecuadamente, podrá
ascender de mejor manera.
Es imprescindible escuchar las inquietu-
des del recurso humano, ya que muchas
veces la solución está en él, la conocen
mejor que nosotros. Pero como no nos
hemos dado el tiempo de escucharles,
se quedan con su conocimiento y no lo
transmiten. Junto a ello es necesario en-
contrar las soluciones en un colectivo, las
que en tantas ocasiones serán mejores
que las individuales. Y esto conlleva otra
acción complementaria: plantear ante el
personal la situación actual y futura del
negocio, entregar las informaciones nece-
sarias que permitan proyectar hacia dónde
va la empresa.
Otro aspecto relacionado con el recurso
humano es la importancia de que él co-
nozca otras realidades ligadas a su trabajo,
otras organizaciones como las nuestras,
otras personas y otros resultados, mejores
o peores. El relacionarse con técnicos que
cumplen su misma función enriquecerá
enormemente a las personas.
Todos necesitan ser considerados, tener
una mejor calidad de vida y tiempo para
sus familias. Muchas veces las personas es-
tán sometidas a horarios extremos y turnos
enormes, lo que les impide departir con sus
hijos. Si les damos oportunidades para que
desarrollen una mejor vida familiar, realiza-
remos una acción favorable en ellos y en su
labor cotidiana. Todos requieren sentirse
importantes en sus trabajos, ya que el di-
nero no es lo único que motiva. Aunque
tengan un buen sueldo, si no son partícipes
de una empresa, siempre habrá frustración.
Por lo tanto: equipos motivados y de alto
rendimiento aumentarán la productividad,
mejorarán el ambiente laboral, reducirán
los gastos, provocarán menor rotación de
personal y menos ausentismo. Y no es un
asunto de edad. Si existe un buen ambien-
te laboral y están bien capacitados, tanto
jóvenes como adultos tendrán excelentes
resultados. Tendrán vacas felices y las va-
cas felices dan más leche.
Es hora de comenzar. Ese es el desafío que
quiero plantear hoy.
Es posible
solucionar
cualquier
problema
con personas
adecuadas que
manejen estos
asuntos, con los
recursos humanos
necesarios y con
un líder.
Héctor Lizana
22. INACAP es un sistema integrado de Educación Superior, constituido por la Universidad Tecnológica
de Chile INACAP, el Instituto Profesional INACAP y el Centro de Formación Técnica INACAP, que
comparten una Misión y Valores Institucionales.
El Sistema Integrado de Educación Superior INACAP y su Organismo Técnico de Capacitación INACAP
están presentes, a través de sus 26 Sedes, en las 15 regiones del país.
INACAP es una corporación de derecho privado, sin fines de lucro. Su Consejo Directivo está integrado
por miembros elegidos por la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), la Corporación
Nacional Privada de Desarrollo Social (CNPDS) y el Servicio de Cooperación Técnica (SERCOTEC), filial
de CORFO.