La amistad verdadera es desinteresada y busca el bienestar del amigo en lugar del propio. Un amigo verdadero es sincero y leal, no doble cara, y requiere renuncias, rectitud e intercambio de favores nobles y lícitos. Un amigo fuerte es sincero y piensa generosamente en los demás con sacrificio personal de acuerdo con la prudencia sobrenatural.