1. UNIVERSIDAD AUTONOMA DEL CARIBE
MAESTRIA EN EDUCACION
ESTRATEGIAS PEDAGOGICAS EN AMBIENTES VIRTUALESDE
APRENDIZAJE
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ENSAYO: LA UNIVERSIDAD HOY, MAÑANA Y SIEMPRE
POR: CLORYS MARIA MONTERO GALVIS
Entendida la Universidad como una Institución de enseñanza superior con
potestad reconocida para otorgar grados académicos, data de la Europa
medieval. Aunque tiene antecedentes en las culturas: Griega, Romana y
Arábiga, las primeras instituciones con una organización formal nacieron en
Europa Occidental. Bolonia y París representan los prototipos de universidades
medievales, tanto por su antigüedad como por su forma de organización.
En general, las universidades, hasta antes de nuestro siglo, eran instituciones
pequeñas, que virtualmente no habían sufrido cambios desde que fueron
fundadas en la Edad Media. Ofrecía unos cuantos cursos tradicionales
mediante relaciones casi familiares entre 10 o 20 profesores y unos cientos de
estudiantes. Estaban dedicadas predominantemente a la teología, las
humanidades, las leyes y otras ciencias sociales. Su relación con la ciencia era
ambigua, especialmente antes del cambio en la Universidad de Berlín.
Clark Kerr ha propuesto que un nombre más apropiado para la universidad
actual sería el de multiversidad" (Kerr, 1963, p. 19). Una multiversidad es más
un mecanismo que un organismo, entendiendo que en un organismo las partes
y el todo están inextricablemente unidas, mientras que un mecanismo consiste
de una serie de procesos que producen una serie de resultados.
Lo mismo ocurre en América Latina, con un poco de retraso, a partir de 1950.
Según Brunner, la idea de la Universidad sufrió una relativa desacralización o
desencantamiento.
Esta es la universidad que conocemos hoy en día: grande, compleja, plural,
con una organización un tanto indefinida. Sin embargo, con características que
2. la distinguen de otro tipo de organizaciones, con principios que constituyen el
concepto de Universidad.
Algunos países han experimentado con la creación de Espacios Europeos de
Educación Superior (EEES), el cual apoya y promueve los distintos sistemas
universitarios de calidad de la Unión Europea.La universidad de hoy debe
formar personas competitivas, encaminadas al desarrollo tecnológico, es aquí
donde el uso de las TIC´S facilita el proceso de enseñanza – aprendizaje.
En Latinoamérica la acelerada expansión de las universidades en la década del
90 no siempre fue evaluada positivamente, en particular porque se la asoció
con procesos de privatización y de desigualdad educativa, a través de la
consolidación de circuitos diferenciados y segmentados. La expansión del
sector privado se evaluó como un recorte directo sobre rol prominente que
tenían las universidades nacionales, cuestionando las políticas de acceso y
sobre todo la calidad de la educación superior.
La crisis institucional es el eslabón mas débil de la universidad publica, porque
la autonomía científica y pedagógica de la universidad se asienta en la
dependencia financiera del Estado.
Brunner plantea con pesimismo una crisis radical de la universidad
latinoamericana incapaz de reaccionar proactivamente frente a los desafíos de
la época: “...lo que podemos observar en América Latina en la actualidad es
una radical incapacidad de la universidad para “pensar” y “expresar”
reflexivamente el cambio de la sociedad que viene con la globalización, la
revolución científico-tecnológica y con el nuevo papel que el conocimiento
empieza a jugar en todos los ámbitos de la sociedad
Los retos que esta nueva situación plantea son enormes. En primer lugar, hay
que remontar la opinión, muy común en el medio universitario, de sumergirse
en las prácticas académicas, cediendo el lugar al pensamiento ingenuo de que
la Universidad es externa a la sociedad y que sólo establece con ésta
relaciones de comunicación. Se desconoce así que la Universidad no sólo es
parte del conjunto social, sino que cumple respecto de él una misión
determinada.
3. A ese propósito siempre se proclama que la Universidad es el mundo
privilegiado de la academia, de las ciencias y tecnologías, del saber, de la
cultura y de las artes, y que como tal debe ser la esfera por antonomasia de la
libertad de pensamiento y de expresión y el reino máximo de la tolerancia y del
reconocimiento del pluralismo. Pero, no se dice también que por la Universidad
cruzan los problemas y contradicciones sociales, y que es posible en ella y
desde ella intervenir aportando visiones críticas, a partir de lo que representa
su esencia.
En esa perspectiva, hay que decir, una y otra vez, que la Universidad está
comprometida por los cambios que se vienen escenificando en esta época
histórica del capitalismo que estamos viviendo. No se trata, como en otros
momentos, de transformaciones de coyuntura, sino de una reorganización
profunda de la organización social productiva que ha hecho obsoletos los
mismos paradigmas explicativos o críticos que quizás fueron válidos en otros
momentos.
Muchos países de América Latina pusieron en marcha programas de reforma
en sus sistemas de educación superior durante la década de 1990. Dichas
reformas se orientaban a mejorar la calidad de la enseñanza, fomentar la
investigación, arbitrar fuentes alternativas de financiamiento, asegurar la
equidad y la eficiencia, reformar el currículo teniendo en cuenta la relevancia
social de su contenido, implementar mecanismos de acreditación y evaluación
institucional, etc. Pero a pesar de este impulso inicial de reforma, el panorama
de la educación universitaria en América Latina, en general, no sufrió cambios
significativos.
Para concluir, en la universidad del siglo XXI, el acceso a los estudios
universitarios no se reduce al pasaje del nivel secundario al superior, sino que
será necesario educarse a lo largo de toda la vida. Hoy la universidad debería
garantizar un acceso permanente a formas de aprendizaje que permitan la
reconversión y actualización profesional continua.