2. Dragones
• El dragón es uno de los seres fantásticos que más pasiones despierta.
Caracterizado como una criatura de enorme poder, grande y fiera, es
representante de la fuerza y de lo poderoso. La palabra que le da
origen, "drakos", significa serpiente en griego antiguo, y en efecto,
muchos dragones son una especie de gran serpiente (o mejor dicho,
entre serpiente y lagarto) con cabeza, piel de escamas y cortas patas
acabadas en garras... sin contar con las alas que poseen los
ejemplares voladores.
• A lo largo de la historia ha sido temido, pero a la vez en muchas
culturas se le adoraba como a un dios. Así, es lógico que a lo largo
de toda la mitología occidental el matador de dragones haya sido un
personaje recurrente, un héroe que salvaba a su pueblo de los males
que un dragón traía consigo.
3. EUROPA
• Los dragones de Europa arrojaban fuego,
envenenaban las aguas y raptaban doncellas (o
esto era lo que se decía de ellos para que se les
considerara un enemigo común con el que
todos desearan acabar). Se les culpaba de
plagas y de épocas de carestía de alimentos, ya
que no sólo podían atacar físicamente, sino que
dominaban los secretos de la magia con la que
podían maldecir o hechizar sin que la gente lo
notaran.
4. ASIA
• En Asia, en cambio, era creencia común que
los dragones eran criaturas de inmenso poder,
sí, pero generalmente utilizaban ese poder en
beneficio de todos, por ejemplo
proporcionándoles la lluvia y con ella la
fertilidad de las tierras. Algunos llegaban a ser
venerados como dioses y llegaba a darse el
caso de que algunos nobles asiáticos
afirmaran que sangre de dragón corría por sus
venas y las de su familia.
5. FIGURAS
• Muchas veces encontramos figuras de dragones
en los emblemas de distintos ejércitos. Era una
creencia extendida la de que el animal que
acompañaba en la batalla prestaba su fuerza a
los hombres que luchaban en ella, y esta es sin
duda la razón por la que esa imagen es tan
común. Los soldados persas iban a la guerra
llevando delante de sus ejércitos grandes figuras
de dragones con las que pretendían espantar a
sus enemigos.