La imagen de Jesús de la Merced fue tallada en 1654 por Mateo de Zúñiga e interpretada por Joseph de la Cerda. Tuvo gran importancia religiosa en Guatemala y fue consagrada en 1717. 200 años después, otra imagen guatemalteca fue consagrada. En 1778, cinco años después de terremotos, las autoridades ordenaron el traslado de la imagen de Santiago de los Caballeros, lo que causó gran tristeza entre el pueblo.