1. A NUESTROS PROFESORES EN ASAMBLEA PERMANENTE
Como egresados del IPARM es sumamente difícil describir el profundo sentimiento de
indignación que nos genera conocer el maltrato sistemático que hoy padecen nuestros
profesores por parte de las directivas. Con este comunicado tenemos el propósito de
levantar nuestra voz de protesta frente a la actual situación, que si bien nos indigna, no nos
sorprende, pues padecimos de primera mano los efectos de la postura negligente que hace
ya varios años ha tenido la Universidad ante nuestro colegio y más aún, ante nuestros
docentes.
Sepan ellos que los apoyamos en esta justa lucha, que nuestro comunicado también guarda
el objetivo de fortalecerlos y moralizarlos en un conflicto que no es sencillo llevar a buen
término. De ser necesario combatiremos hombro a hombro con ustedes, para que sus
exigencias sean tenidas en cuenta por esta administración y se haga efectiva una mejora
sustancial de su situación salarial y prestacional.
Muchos de nosotros los conocemos desde hace varios años, los recordamos como nuestros
profesores de primaria y secundaria pero ante todo, como los excelentes seres humanos que
son y que dejaron una impronta imborrable en nuestra historia personal. Fuimos testigos de
su entrega y trabajo constante en las aulas, también de su alta cualificación académica y de
su preocupación por ser mejores cada día. Sabemos también, que a falta de un
reconocimiento salarial y una posibilidad de ascenso, su entrega ha constituido
prácticamente una labor filantrópica, cuya retribución proviene en buena medida de sus
propios estudiantes, quienes, no lo duden, les guardan un profundo aprecio.
No sobra decir que en gran parte somos producto de sus enseñanzas, las cuales abarcaron
mucho más que los contenidos de las clases y pasaron a convertirse en una formación de
hombres y mujeres comprometidos con su sociedad, en una formación de seres humanos.
Por lo que somos y lo que pueden seguir cultivando, tenemos por entera responsabilidad
respaldarlos, en momentos tan angustiantes, pero al mismo tiempo tan necesarios. Muchos
de nosotros somos actualmente estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia y
vemos con creciente preocupación lo que sucede en el colegio. Varias de las situaciones que
describen en su comunicado las vivimos en carne propia mientras éramos estudiantes: los
bajos salarios de los docentes, el nulo reconocimiento por parte de la comunidad académica,
las dificultades de contratación, el cambio permanente de profesores, etc.
Consideramos que la situación de conjunto es injusta e indignante. No es posible que un
Instituto creado para ser motor de la investigación e innovación en pedagogía, con un gran
potencial (buena parte del cual reside en las cualidades del profesorado) al interior de una
institución tan prestigiosa como lo es la Universidad Nacional, pase por esta descarada
desidia de parte de la administración. Sin dudarlo, brindamos nuestro completo apoyo a las
luchas de nuestros maestros, acogeremos su contienda en pro de su reconocimiento y del
mejoramiento de sus condiciones laborales. Tengan de parte de nosotros un saludo
combativo que los fortalezca.
Egresados del IPARM