El documento discute cómo la tecnología se ha integrado en nuestras vidas y cómo las instituciones educativas deben adaptarse a los avances tecnológicos. Argumenta que la tecnología no es inherentemente peligrosa y que los docentes deben tener una visión más amplia del progreso tecnológico para que no se convierta en un problema para la educación.
2.
El desconocimiento nos lleva a pensar
que es peligroso el uso de la misma.
La tecnología se encuentra impregnada
en nuestras vidas
3.
Tienen un proceso histórico.
Las tecnologías transforman el mundo,
por ende es imposible que no afecte a
las instituciones educativas.
4.
El docente debe tener una visión mas
amplia y contextualizada de lo que
implica el avance tecnológico.
La tecnología no tiene que implicar una
problemática de la educación actual,
ya que no es un problema técnico, si no
social que exige reflexión, juicio y
deliberación.