2. El Palacio de Carondelet es la sede
del Gobierno y residencia oficial del
presidente de la República del
Ecuador. Está ubicado en el centro
histórico de la ciudad de Quito. Es el
eje neurálgico del espacio público
conocido como Plaza de la
Independencia o Plaza Grande
(nombre colonial), alrededor de la
cual se levantan además el Palacio
Arzobispal, el Palacio Municipal,
el Palacio Hidalgo, la Casa de los
Alcaldes, el Palacio de la Curia y
la Catedral Metropolitana. Fue
conocido durante la colonia
española como Palacio Real de
Quito pues era la sede de la Real
Audiencia y de la gobernación civil y
militar de la región.
3. El Palacio de Gobierno fue construido
entre el siglo XVII y el siglo XIX por el
Presidente de la Real Audiencia de Quito
(presidente del Consejo Real), barón
Héctor de Carondelet. En la escalera que
conduce a la primera planta, hay un
mural pintado por el artista ecuatoriano
Oswaldo Guayasamín, que retrata el
descubrimiento del río de Amazonas,
en1542. El primer cuerpo de la fachada es
de piedra. El segundo cuerpo contiene
una galería que da hacia la Plaza de la
Independencia, con una columna
realizada en piedra. Las columnas, de
estilo griego, son 20 en total y
reemplazan a las columnas originales de
la Colonia, que eran de ladrillo.
4. La tradición cuenta que
habría sido el
libertador Simón Bolívar
quien le llamó Palacio de
Carondelet asombrado por el
buen gusto que
tuvo Francisco Luis Héctor
Barón de Carondelet, quien
ordenó la construcción de su
fachada, cuyo principal
elemento, una columnata, se
mantiene hasta la actualidad.
No obstante, nunca se le ha
denominado así en los
documentos oficiales.
5. La primera sede de la Corona española en la
Audiencia de Quito funcionó cerca del
convento e iglesia de La Merced (actuales
calles Cuenca y Chile) hasta alrededor del
año1611, cuando murió Diego Suárez de
Figueroa, secretario de la Audiencia, quien era
dueño de un pequeño palacete edificado en el
costado occidental de la plaza central (Plaza
Grande). A diferencia de Lima y México, en
donde los conquistadores Francisco
Pizarro y Hernán Cortés reservaron para sí los
mejores solares de la Plaza Mayor para sus
palacios, en Quito, Sebastián de
Benalcázar realizó la fundación de la ciudad en
un paraje, ubicado en las actuales calles
Olmedo y Benalcázar, que fue
provisionalmente la Plaza Mayor. Esta se
trasladó un poco más al sur varios años
después, y las casas de Benalcázar quedaron a
varias cuadras de distancia. Por lo demás, el
fundador de Quito siguió su viaje hacia la
actual Colombia, en donde se estableció y
murió.
6. Tras el proceso independentista
ecuatoriano, culminado en 1822 con
la Batalla de Pichincha, el palacio se
convirtió en la sede del
Departamento del Sur de la Gran
Colombia, recibiendo al
mariscal Antonio José de Sucre y al
Libertador Simón Bolívar en algunas
ocasiones, quien se maravilló con la
elegancia y austeridad del edificio,
además de quedar encantado con el
buen gusto del Barón de Carondelet
(principal impulsor de la obra), por
lo que fue el propio Bolívar quien le
habría llamado Palacio de
Carondelet, incluso firmando
varios decretos que redactó en el
edificio bajo ese nombre
7. Rafael Correa, presidente de la República desde 2007, considerando que el
Palacio de Carondelet y sus dependencias son Patrimonio Cultural de los
ecuatorianos, convirtió el complejo presidencial en un museo accesible a todos
quienes deseen visitarlo. Con ese propósito, se organizaron áreas para ubicar
los objetos de acuerdo con sus contextos culturales, a fin de que sean accesibles
a la vista de todos, para lo cual se utilizaron varios salones y espacios dentro del
Palacio.
Para realizar este trabajo, María del Carmen Molestina, investigadora, doctora
en Arqueología, y ex directora del museo del Banco Central del Ecuador, realizó
el inventario y determinó los lugares en los que se expondrían los regalos que el
presidente Correa recibió desde su posesión. Además, localizó los objetos y
muebles antiguos pertenecientes al Palacio para ponerlos en valor cultural y
que entren en la galería de exhibición.
Gracias a este sistema, se presenta en la actualidad la oportunidad de asignar a
todos los regalos presidenciales su correspondiente valor cultural, histórico y/o
etnográfico, ya que todos son objetos que representan y materializan
costumbres, tradiciones, ideologías y pensamientos de los diferentes grupos
étnicos ecuatorianos