1. saúl hernández
ZOOM
UN JUEGO
DE ESTÉTICA,
RIESGO Y PELIGRO
“El hombre propone, Dios dispone y sale el toro y lo descompone” es el dicho taurino con
el que Guillermo Albán —el matador de toros ecuatoriano que más corridas y triunfos ha
logrado dentro y fuera del país— explica el devenir de su profesión: “La decisión de un ser
humano de poner en juego su integridad física como precio por la posibilidad de sacrificar
un animal tan bello y fuerte, que es muestra de poder y fertilidad”.
Llegó al mundo taurino de manera tardía. Con 21 años de edad y una carrera en
Economía y Administración, en Estados Unidos, decidió hacer caso a su vocación y se
lanzó a los ruedos a probar suerte. Debutó de luces en 1993, en la Plaza Antonio Velásquez
de México. En 1996 llegó a España y en 2003 intensificó sus actuaciones en Europa,
continente al que, hoy por hoy, engalana con su arte al menos seis meses al año.
Ciento treinta corridas, más de 200 trofeos y ovaciones en las más importantes plazas
del mundo conforman el palmarés que este matador tiene en su haber. “Estoy satisfecho
y con la convicción de que todavía hay hilo en el carrete. Cuando uno cree que artística y
profesionalmente aún no lo ha dado todo, debe seguir escudriñando y buscando qué hay
más allá”, dice mientras se prepara para seguir toreando en las pequeñas ciudades
ecuatorianas, en donde la tauromaquia, en su versión clásica, va tomando fuerza.
El 10 de noviembre, los aficionados a la fiesta brava se dieron cita en Machachi, en una lidia
a la usanza tradicional, donde el torero, vestido de seda y luces, intentó, en cada pase, rescatar la
fiesta brava como un patrimonio turístico y cultural de nuestros pueblos. Su próxima actuación
será el 23, en Riobamba, y así seguir sembrando afición en cada rincón del Ecuador.
Con su plaza portátil a cuestas y, sobre todo, con la decisión de entregar espectáculos
de categoría y calidad, como se merecen los amantes del arte taurino tradicional,
Guillermo Albán continúa en su juego de estética, riesgo y peligro, que deja en la arena
sangre, sudor y lágrimas.