Niños que comieron maíz crudo se convirtieron en coyotes
1. Los niños que comieron maíz crudo
Dicen los viejos mayas que el coyote, antes de ser coyote, era un niño.
Cuentan que una vez un hombre envió a sus dos hijos a la milpa para que cuidaran las
plantas de maíz.
Cuando los niños estaban en la milpa probaron las mazorcas de maíz crudo. Les gustaron
tanto que, cada vez que su padre los mandaba a trabajar, se comían todas las mazorcas
crudas que podían.
Por eso un día los niñitos se convirtieron en coyotes y no regresaron a su casa.
Cuando el hombre llegó al hogar preguntó a su mujer por sus hijos:
-¿A dónde fueron los niños?
-Desde que se fueron a la milpa no han regresado -dijo la mujer.
"Me pregunto si les pasó algo", pensó el hombre y salió en su busca.
Fue a ver a sus pequeños a la milpa, pero cuando llegó no encontró a nadie. Entonces se
dijo:
"Me pregunto si estos niños se habrán convertido en coyotes", y empezó a buscar sus
rastros. Rodeó toda la milpa hasta encontrar las huellas de los pies de sus hijos. Esas
huellas le enseñaron al hombre que sus niños habían subido a una alta roca y ahí mismo se
habían convertido en coyotes, pues las huellas que bajaban de la roca ya no eran de
personas.
Por eso hasta ahora entre los mayas se cree que el maíz daña si se come crudo, porque el
que lo come se vuelve coyote, como esos niños.
Leyenda maya incluida en el Chilam-Balam.
Tomada de Hijos de la primavera (FCE, 1994)