2. Un mundo de grandes desigualdades: pocos
tienen mucho y muchos tienen poco.
Seguimos despojando al medio ambiente.
La economía moderna complica nuestro manejo
de los recursos que nos rodean.
¿Cómo pensar de éstos? ¿Cómo usar las cosas y
el dinero? ¿Cómo administrar éstos?
La Biblia ofrece reflexiones riquísimas a los que
buscan respuestas a estos interrogantes.
3. LA PROPIEDAD EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
- Dios es el único propietario en sentido absoluto
- Ex 19,5; cfr Dt 10,14; Sal 50,10-12; 24,1-2; 89,
11;95,4-5; 1Cro 29,11-16; Is 66,1-2; Jb 41,3
- Los seres humanos, en cambio, son “forasteros” e
inquilino en la tierra: “La tierra no puede
venderse para siempre, porque la tierra es mía,
ya que ustedes son para mí como forasteros y
huéspedes” (Lv 25,23; cfr 1 Cro 29,15; Gn 2,15)
4. Dios ha dado la tierra para el beneficio de
todos, para satisfacer las necesidades
humanas básicas.
La abundancia (no la acumulación privada) es
una bendición de Dios (Sal 112,3) –relatos
patriarcales (Gn 12,1 – 13,4; 26,1-17;
28,13ss; 30,43).
5. En el principio en Israel, hay un repartimiento de
tierras.
Se le otorga a cada familia, o clan, propiedad
suficiente para satisfacer sus necesidades.
Luego en la época de los reyes, se abrió una gran
brecha entre ricos y pobres.
Los profetas denuncian el acaparamiento de tierras.
Las leyes en Israel buscaban proteger a los pobres
contra las pretensiones de los ricos y el Estado.
6. Hay preocupación de Yahvé (Dios) porque todos satisfagan sus
necesidades y su preocupación especial por los desprotegidos.
Dios es el defensor de los pobres.
Se multiplican las denuncias de la opresión de los pobres.
Estas preocupaciones divinas y el destino original de la creación
imponen límites estrictos en el derecho particular: las familias o los
clanes mantenían sus tierras particulares con un fuerte sentido de
responsabilidad para el bienestar de toda la comunidad.
Socorrer a los pobres era estricta obligación, y la medida del socorro era
la necesidad de ellos.
Había que prestar al necesitado sin interés.
No era permitido beneficiarse de la pobreza ajena.
7. Se aplicaban medidas concretas de alivio:
“cuando ustedes cosechen, no sieguen hasta
la misma orilla del campo, ni recojan las
espigas caídas. Tampoco rebusquen en sus
viñas, ni recojan de sus huertos las frutas
caídas. Las dejarán al pobre y al forastero (Lv
19,9-10; cfr Dt 24,19-22)
8. a) EL AÑO SABÁTICO: se cancelaban todas las
deudas. “Cada siete años ustedes perdonarán
las deudas”. (Dt 15,1-6)
b) EL AÑO DE JUBILEO: (cada 50 años): se
devuelven las tierras a sus propietarios
anteriores. “Los que habían tenido que empeñar
su propiedad, la recobrarán” (Lv 25,8-17).
c) Después de seis años, se liberan los “esclavos”
hebreos (siervos endeudados, Dt. 15,12)
9. Jesús proclama el reino de Dios y señala y la
respuesta humana: amar a Dios con todo el
corazón y amar al prójimo como a uno
mismo.
El reino es para los pobre y eliminará las
grandes disparidades de la propiedad (Lc
6,20-26; 1,52).
Los pobres recibirán la tierra en herencia (Mt
5,4; cfr Sal 37,11; Rm 4,13)
10. Participar en el reino exige libertad personal y
compartir socialmente.
a) El amor total a Dios.
Jesús enseña a todos, incluso a los pobres, a vivir
para el presente, sin esclavizarse por las
preocupaciones del mañana, porque el Padre
los cuidará.
El Evangelio enseña la renuncia a todas las
posesiones (Lc 14,33)
11. No se prohíbe la propiedad personal.
Zaqueo reparte a los pobres sólo la mitad de sus
pertenencias (más reparaciones, Lc 19,8)
En general los cristianos deben conformarse con
lo necesario, evitando todo lujo.
b) El amor al prójimo. El amor a Dios y al prójimo
se unen estrechamente, así también esta libertad
interior ante las posesiones se vinculan en la
práctica con el amor al prójimo, concretamente
en el compartir.
12. La ética de la propiedad descrita en el Nuevo
testamento se presenta como ética para la
comunidad cristiana, y no para fuera.
La comunidad pretende anticipar la llegada
del reino, el cual se supone muy cerca.
13. LOS PADRES DE LA IGLESIA Y LA PROPIEDAD
- Enfatizaron que la propiedad privada es una
invención artificial humana: Dios (o la naturaleza)
les da todo a todos.
- Los Padres recalcaron dos principios respecto al
domino y al uso de los bienes:
1. Debe de haber comunión real (koinonía)
1. Cada familia debe gozar de cierta
independencia o libertad.
14. La naturaleza ha derramado todas las cosas
para todos para el uso común.
Dios ha mandado que se produzcan todas las
cosas, de manera que haya alimentos en
común para todos, y que la tierra sea una
posesión común para todos.
15. Si ustedes reconocen en ellos (los bienes
temporales) algo que viene de Dios, ¿es que El es
injusto porque no los reparte con equidad? ¿Por
qué estás rico, mientras otro está pobre, si no es
para que tú tengas el mérito de una
administración buena y él tenga la recompensa
de la paciencia.
Es el pan del hambriento que tú tienes guardado,
es el abrigo del desnudo que tú almacenas, es el
zapato del descalzo que has dejado a podrir, el
dinero del necesitado que has escondido bajo la
tierra. Y así haces daño a tantos cuantos podrías
ayudar.
16. ¿Por medio de qué derecho tienen todas las personas lo
que poseen? ¿No será por medio del derecho humano?
Pues, por el derecho divino “La tierra es del Señor y todo lo
que contiene” (Sal 24)
Dios ha hecho a los pobres y a los ricos de un solo barro;
es la misma tierra que sostiene tanto a pobres como a
ricos.
Sin embargo, por el derecho humano, uno dice “Esta
propiedad es mía, esta casa es mía, este sirviente es mío”
el derecho humano, pues, es por el derecho de los
emperadores. ¿Por qué? Porque Dios ha distribuido estos
mismos derechos humanos a la humanidad por medio de
los emperadores y los reyes de este mundo.
17. Cabe notar que Agustín considera que la
institución de la propiedad no viene de Dios,
ni tampoco de la naturaleza. Viene del
emperador, del gobierno. Dios ha instituido
los gobiernos humanos debido a la Caída, es
decir, el egoísmo humano.
Los gobernantes instituyeron la propiedad
para mantener cierto orden entre los seres
humanos egoístas. No es lo ideal pero sí es
necesario
18. Sólo Dios es propietario en sentido absoluto.
Dios ha destinado todos los bienes creados
para satisfacer las necesidades de todo ser
humano.
PRIMER PRINCIPIO:
El uso tiene que ser en común, es decir, de
parte de todos: destino universal de los
bienes---principio fundamental de la ley
natural y divina.
19. SEGUNDO PRINCIPIO
Tiene que con el dominio, o administración de las
cosas
Todos tienen derecho a cierto dominio particular
de las cosas. (La propiedad privada es sólo una
forma entre otras posibles de este dominio)
Se trata de la posesión en el sentido de
mayordomía, administración.
20. TERCER PRINCIPIO
Ninguna ley positiva (arreglo legal humano)
sobre el dominio o la propiedad debe frustrar
el principio de uso común.
CUARTO PRINCIPIO
Es lícito el “hurto” de parte de los muy
necesitados, si las demás medidas son
insuficientes.
22. “Los bienes temporales que Dios nos
proporciona son nuestros en cuanto a su
dominio (mayordomía). Pero, en cuanto al
uso, pertenecen no a nosotros solos, sino
también a tales personas cuales podamos
socorrer de lo que nosotros tenemos más allá
de nuestras necesidades (Summa Theologica
II-II 32, 5 ad 2)
23. En la encíclica Rerum novarum (1891) se
recalca el derecho a la propiedad privada.
Introduce en la tradición de la doctrina oficial
la idea (promovida por el jesuita Taparelli d
Angelio, ca. 1840) que la propiedad privada
es un derecho estrictamente natural.
León aplicó este principio tanto a los
propietarios de las fábricas como a los
obreros, sin hacer mucha distinción.
24. En la Quadragesimo anno (1931), el Papa Pi XI
recalca el principio de que la propiedad
(capital) tiene un carácter tanto social como
individual.
El Papa Pío XII enfatiza que el derecho a la
propiedad privada implica el derecho del
trabajador a un patrimonio que puede
transmitir a su familia.
25. Con el Papa Juan XXIII se regresa a la doctrina
más tradicional de santo Tomás de Aquino y
por eso se enfatiza de manera novedosa el
principio del uso común, al cual se subordina
el derecho a la propiedad privada.
El Papa recalca la necesidad de que muchos,
o todos, en la sociedad tengan acceso al
dominio de la propiedad productiva.