2. En el relato de Gn 1, 26- 29 se narra el encargo de
Dios a los primeros padres de cuidar y benefi-
ciarse de los recursos de la tierra.
De este mandato
se desprende
este principio del
destino común de
los bienes de la
creación.
Estos bienes tienen que llegar a todos
de manera justa y solidaria.
3. Y los bendijo, diciéndoles: «Sean fecun-
dos, multiplíquense, llenen la tierra y
sométanla; dominen a los peces del mar,
a las aves del cielo y a todos los vivientes
que se mueven sobre la tierra». Y
continuó diciendo: «Yo les doy todas las
plantas que produ-
cen semilla sobre
La tierra, y todos
los árboles que dan
frutos con semilla:
ellos les servirán de
alimento».Gn 1, 28- 29.
4. La categoría ética del destino universal de los
bienes es una constante en la tradición de la
Iglesia:
pero fue adquiriendo primacía frente a la catego-
ría socio-jurídica de la apropiación o propiedad
privada a partir del Vaticano II, GS 69 al 71. El Papa
Juan Pablo II le dedicó el capítulo IV de la CA.
5. “Dios ha dado la
tierra a todo
el género humano
para que ella
sustente a todos
sus habitantes, sin
excluir a nadie ni
privilegiar a
ninguno. He aquí,
pues, la raíz
primera del destino
universal de los
bienes de la
tierra”(CA 31).
6. El CDSI lo expone como un derecho natural, ori-
ginario y prioritario; es decir, es inherente a la
persona concreta, a toda persona, y los otros de-
rechos están subordinados a este (cfr. #172).
El ser humano
corresponde a
esta donación
de Dios
mediante el
trabajo.
La remuneración del trabajo (el salario) es una
de las vías para tener acceso al destino universal
de los bienes.
Con su
inteligencia y
libertad llega
a dominar la
tierra, logran-
do que dé
frutos.
7. la posesión del conocimiento.
de la técnica.
del saber.
En hacer llegar a todos esta forma moderna
de propiedad consiste la aplicación del destino
universal de los bienes.
Anteriormente
ahora
la propiedad se centraba en :
la tierra.
los medios de producción.
con la revolución tecnológica se centra en :
8. Modalidades para tener acceso al
destino universal de los bienes:
Salarios justos y adecuados.
Los frutos y productos de la tierra que se
multiplican espontáneamente o con la ayuda
del trabajo humano.
Los bienes para la vida humana que llegan a
través del Estado, a quien le corresponde
distribuir la riqueza de un país a través de
instituciones específicas.
Las donaciones voluntarias e instituciones
sociales destinadas a compartir los bienes
necesarios con los más necesitados.
La Iglesia también tiene una tarea de caridad
social que cumplir.