Para estudiar algunas de las partes de la Doctrina Social de la Iglesia. Son 11 sesiones de estudio que dimos en nuestra parroquia. Espero os sea de utilidad.
Sanidad Interior y Liberacion libro de ayuda espiritual y emocional
Doctrina social iglesia 08
1. CURSO AMPLIADO DE
DOCTRINA SOCIAL
DE LA IGLESIA
Parroquia de Jesucristo Redentor
y Nuestra Sra. de la Palma
8º tema.
El destino universal de los bienes
(Resumen núms. 171- 184)
2. Objetivos:
I. Descubrir que los bienes de la creación
están destinados a todo el género
humano.
II. Descubrir que la opción preferencial por
los pobres es una de las consecuencias
del destino universal de los bienes.
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9. CATECISMO DE LA IGLESIA CATOLICA
2402 Al comienzo Dios confió la tierra y sus recursos a la
administración común de la humanidad para que tenga cuidado de
ellos, los domine mediante su trabajo y se beneficie de sus frutos (cf
Gn 1,26-29). Los bienes de la creación están destinados a todo el
género humano. Sin embargo, la tierra está repartida entre los
hombres para dar seguridad a su vida, expuesta a la penuria y
amenazada por la violencia. La apropiación de bienes es legítima
para garantizar la libertad y la dignidad de las personas, para ayudar
a cada uno a atender sus necesidades fundamentales y las
necesidades de los que están a su cargo. Debe hacer posible que se
viva una solidaridad natural entre los hombres.
2403 El derecho a la propiedad privada, adquirida o recibida de modo
justo, no anula la donación original de la tierra al conjunto de la
humanidad. El destino universal de los bienes continúa siendo
primordial, aunque la promoción del bien común exija el respeto de la
propiedad privada, de su derecho y de su ejercicio.
10. 2404 "El hombre, al servirse de esos bienes , debe considerar
las cosas externas que posee legítimamente, no sólo como
suyas, sino también como comunes, en el sentido de que han
de aprovechar no sólo a él, sino también a los demás" (GS
69,1). La propiedad de un bien hace de su dueño un
administrador de la providencia para hacerlo fructificar y
comunicar sus beneficios a otros, ante todo a sus próximos.
2405 Los bienes de producción -materiales o inmateriales-
como tierras o fábricas, profesiones o artes, requieren los
cuidados de sus posesores para que su fecundidad aproveche
al mayor número de personas. Los poseedores de bienes de
uso y consumo deben usarlos con templanza reservando la
mejor parte al huésped, al enfermo, al pobre.
2406 La autoridad política tiene el derecho y el deber de
regular en función del bien común el ejercicio legítimo del
derecho de propiedad (cf GS 71,4; SRS 42; CA 40; 48).
11. COMPENDIO DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA
CAPÍTULO IV
LOS PRINCIPIOS DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA
III. EL DESTINO UNIVERSAL DE LOS BIENES
a) Origen y significado
b) Destino universal de los bienes y propiedad privada
c) Destino universal de los bienes y opción preferencial
por los pobres
(Resumen núms. 171 - 184)
12. a) Origen y significado
171 Entre las múltiples implicaciones del bien común, adquiere inmediato
relieve el principio del destino universal de los bienes. Raíz primera del
destino universal de los bienes de la tierra.
172 El principio del destino universal de los bienes de la tierra está en la base
del derecho universal al uso de los bienes.
173 La actuación concreta del principio del destino universal de los bienes,
según los diferentes contextos culturales y sociales, implica una precisa
definición de los modos, de los limites, de los objetos.
174 El principio del destino universal de los bienes invita a cultivar una visión
de la economía inspirada en valores morales que permitan tener siempre
presente el origen y la finalidad de tales bienes, para así realizar un mundo
justo y solidario.
175 El destino universal de los bienes comporta un esfuerzo común dirigido a
obtener para cada persona y para todos los pueblos las condiciones
necesarias de un desarrollo integral, de manera que todos puedan contribuir
a la promoción de un mundo más humano.
13. b) Destino universal de los bienes y propiedad privada.
176 Mediante el trabajo, el hombre, usando su inteligencia, logra dominar la
tierra y hacerla su digna morada.
La doctrina social postula que la propiedad de los bienes sea accesible a
todos por igual.
177 La tradición cristiana nunca ha aceptado el derecho a la propiedad
privada como absoluto e intocable.
La propiedad privada, en efecto, cualquiera que sean las formas concretas
de los regímenes y de las normas jurídicas a ella relativas, es, en su esencia,
sólo un instrumento para el respeto del principio del destino universal de los
bienes, y por tanto, en último análisis, un medio y no un fin.
178 La enseñanza social de la Iglesia exhorta a reconocer la función social
de cualquier forma de posesión privada.
El destino universal de los bienes comporta vínculos sobre su uso por parte
de los legítimos propietarios.
14. 179 La actual fase histórica, poniendo a disposición de la sociedad bienes nuevos, del
todo desconocidos hasta tiempos recientes, impone una relectura del principio del
destino universal de los bienes de la tierra, haciéndose necesaria una extensión que
comprenda también los frutos del reciente progreso económico y tecnológico.
Los nuevos conocimientos técnicos y científicos deben ponerse al servicio de las
necesidades primarias del hombre, para que pueda aumentarse gradualmente el
patrimonio común de la humanidad.
180 Si bien en el proceso de desarrollo económico y social adquieren notable relieve
formas de propiedad desconocidas en el pasado, no se pueden olvidar, sin embargo,
las tradicionales. La propiedad individual no es la única forma legítima de posesión.
Reviste particular importancia también la antigua forma de propiedad comunitaria.
Sigue siendo vital, especialmente en los países en vías de desarrollo o que han salido
de sistemas colectivistas o de colonización, la justa distribución de la tierra.
181 De la propiedad deriva para el sujeto poseedor, sea éste un individuo o una
comunidad, una serie de ventajas objetivas: mejores condiciones de vida, seguridad
para el futuro, mayores oportunidades de elección. De la propiedad, por otro lado,
puede proceder también una serie de promesas ilusorias y tentadoras.
15. c) Destino universal de los bienes y opción preferencial por los pobres
182 El principio del destino universal de los bienes exige que se vele con
particular solicitud por los pobres, por aquellos que se encuentran en
situaciones de marginación y, en cualquier caso, por las personas cuyas
condiciones de vida les impiden un crecimiento adecuado. A este propósito
se debe reafirmar, con toda su fuerza, la opción preferencial por los pobres.
183 La miseria humana es el signo evidente de la condición de debilidad del
hombre y de su necesidad de salvación.
Los pobres quedan confiados a nosotros y en base a esta responsabilidad
seremos juzgados al final.
184 El amor de la Iglesia por los pobres se inspira en el Evangelio de las
bienaventuranzas, en la pobreza de Jesús y en su atención por los pobres.
Este amor se refiere a la pobreza material y también a las numerosas
formas de pobreza cultural y religiosa.
16. En el nº 184 se recogen las siguientes palabras de S.
Gregorio Magno:
“Cuando damos a los pobres las cosas indispensables no les
hacemos liberalidades personales, sino que les devolvemos lo
que es suyo. Más que realizar un acto de caridad, lo que
hacemos es cumplir un deber de justicia”.
• ¿Qué comentarios te sugiere?
• ¿Crees que esto está claro en muchos cristianos?
• ¿Compartes tus bienes?.
• ¿Qué puedes hacer para compartir más y mejor tus
bienes?
• ¿Qué puede hacer tu asociación, Parroquia, para hacer
realidad este principio de la D.S.I.?
17. Señor, yo quiero dar más,
pero tengo miedo:
temo que voy a salir perdiendo.
Estoy apegado a los bienes terrenos,
como el dinero, la comodidad, el
bienestar, la posición social, el prestigio,
el éxito, la familia…
Ahora tengo miedo, a que me pidas
sacrificios.
Sácame fuera el miedo y méteme ánimo.
Muéstrame que das mucho más de lo
que pides.
Das la curación de las fiebres y los
tumores interiores.
Das unos ojos transparentes y un
corazón puro.
Das una mano abierta y una fuerza
especial para superarse a sí mismo.
Das deseo de justicia y coraje para
luchar por la sociedad nueva.
Das un horizonte sin límites
y una nueva ilusión ante la vida.
Das una familia nueva y unos amigos
sinceros que son verdaderos hermanos.
Das, sobre todo, un Padre amoroso que
es también Madre y que me quiere
incondicionalmente: tu Padre.
Realmente das mucho. ¿Por qué sigo
teniendo miedo?.
Confío en Ti, Señor, confío de todo
corazón.
Y quiero darte cada vez más:
mis cosas, mi tiempo y mi propia
persona, para seguirte, proseguir tu
causa y darte a conocer a todos cuantos
pueda.
Gracias, Señor, por darme valor.
(P. Loidi)
ORACIÓN