Este documento discute el juego "Charlie Charlie" que involucra la invocación de un espíritu llamado Charlie para obtener respuestas sí/no mediante el movimiento de lápices. Se mencionan varias fuentes que rastrean el origen del juego a México y una leyenda de arqueólogos que liberaron demonios. Un exorcista advierte que la práctica podría conducir a la posesión demoníaca. Finalmente, la BBC sugiere que el movimiento de los lápices podría deberse a la gravedad en lugar de una ent
3. La película “Poltergeist: juegos diabólicos” y los
millones de jóvenes en todo el mundo que
aseguran haber practicado el juego Charlie Charlie
colaboran para que el contacto con entidades
oscuras, que habitan en otros planos de
existencia, pase a formar parte de los temas de
conversación por estos días. Según quienes han
difundido los videos que circulan en las redes
sociales, el juego consiste en un par de lápices o
bolígrafos, un papel y la invocación a un espíritu
llamado Charlie que responde por “sí” o por “no”
a las preguntas que se le plantean.
4. Origen.
Varias fuentes remiten a México y hablan de un demonio mexicano. Crónica
Fenómenos Paranormales pudo dialogar con nuestro colega, el periodista e
investigador Eduardo Escoto, quien descarta estas versiones: “No existen los
demonios mexicanos. Los demonios son demonios. Este tipo de instrumento
abre portales al mundo astral por el cual pueden entrar entidades a nuestro
plano”, afirmó.
En la investigación realizada para esta nota, encontramos evidencia sobre la
presencia en la cultura mexicana de las entidades descritas. El conocido
parapsicólogo Félix Rivera, también desde el país azteca, habló sobre el origen de
este juego y cómo sus entidades pueden afectar a quienes participan. “Un grupo
de arqueólogos norteamericanos estaba haciendo una investigación en México
cuando uno de los ayudantes desapareció en la Isla de las Muñecas.
Desesperados y luego de agotar todos los recursos de búsqueda, se les ocurrió
hacer una sesión de espiritismo e hicieron una invocación en una pirámide. Al
llamarlos, liberaron a un grupo de demonios. Ellos son los que se presentan y
contestan”, indicó el especialista. Rivera afirmó que estas entidades absorben la
energía a cambio de contestar las preguntas. “Lo que buscan es concederte el
favor de una respuesta a cambio de lograr ingresar a tu mundo”, finalizó.
5. ¿Por qué pasa esto?
Habló un exorcista El famoso exorcista español José Antonio Fortea advirtió
que el llamado #Charlie- CharlieChallenge “supone una invocación de
espíritus”, y explicó: “Ciertos espíritus acosarán a algunos que hagan esta
práctica”. Aunque considera que no todos quedarán posesos
necesariamente, el espíritu invocado “permanecerá alrededor por un
tiempo”. Además, advirtió que la práctica de este supuesto juego “hará que
otros se comiencen a introducir en una comunicación más frecuente. Y
entonces sí la persona puede sufrir consecuencias mucho peores por parte
de los demonios”. En Colombia el juego tiene una variante, conocida entre
la comunidad escolar como Pepito Pepito. Consiste en lanzar al aire dos
monedas de cualquier denominación y hacerle preguntas a Pepito. Si
ambas caen en cara, la respuesta es “sí” y cuando salen en cruz, “no”. Si las
monedas no caen de la misma manera, significa que Pepito no conoce la
respuesta. “El año pasado una alumna se desmayó, a otra supuestamente
se le metió un demonio y una tercera se empezó a rasguñar la cara como
loca cuando iba en el transporte escolar. La que se desmayó lo hizo porque
la profesora le di jo que era una hi ja de Dios. Cuando se despertó, sus
primeras palabras fueron: ‘Este juego no ha terminado’”, refirió una
estudiante de medios locales
6. Posible explicación.
La cadena británica BBC aventuró en un
informe que los lápices se mueven debido a la
posición delicada en la que están colocados y a
la fuerza de gravedad. Incluso, indican los
realizadores que, si se hace el experimento, se
notará que cambian de posición aunque no se
haya realizado ninguna pregunta. Esto sucede
porque la manera como están puestos hace
que cualquier movimiento, por mínimo que
sea, provoque el cambio de posición,
generando así una posible respuesta. Sin
embargo, hay ocasiones en las que ni siquiera
se mueven.