La lógica proporciona herramientas para formular argumentos de manera teórica y para desarrollar una ética personal. Aunque no siempre simbolizamos argumentos formalmente en la vida cotidiana, usamos la lógica con frecuencia al basarnos en premisas que la mayoría considera verdaderas. En la realidad es difícil establecer proposiciones con certeza absoluta, por lo que en la vida diaria nos basamos en premisas a las que adhiere la mayoría o personas que consideramos sabias y confiables.