La sociedad y la empresa están estrechamente relacionadas. Las empresas dependen de la sociedad para prosperar, ya que necesitan clientes, empleados y recursos de la comunidad. A su vez, las empresas contribuyen a la sociedad a través de la creación de empleo, el pago de impuestos y la provisión de bienes y servicios que mejoran la calidad de vida. Una relación sana entre sociedad y empresa es beneficiosa para ambas partes.