Jesús enseñó sin medida a grandes y pequeños grupos en toda Galilea, Judea y más allá del Jordán. Predicó el Reino de Dios y curó enfermedades. Aunque no provenía de las escuelas rabínicas, sus discípulos le llamaban Maestro por la profundidad de su magisterio. Sus enseñanzas siguen siendo relevantes y aplicables hoy.