El documento discute cómo las tecnologías históricamente han sido usadas para satisfacer necesidades básicas, placeres y deseos, y cómo las redes sociales ahora juegan un papel importante como soporte social. También analiza cómo la modernidad y el capitalismo individualista a veces promueven una cultura de "sálvese quien pueda" similar a la dinámica depredadora observada en documentales de animales.