SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 12
Descargar para leer sin conexión
Gálatas
            Una respuesta apasionada para una iglesia con problemas
                                Carl P. Cosaert


                             CAPÍTULO 8

                     De esclavos
                     a herederos

E
         l no ser exactamente igual que los demás niños del colegio, sino
         tratarse en realidad de un príncipe o una princesa, parece haber
         sido el sueño de casi todos los niños al menos una vez en la vida.
Una gran cantidad de libros y películas se aprovechan de esta fantasía
infantil, a menudo con un éxito sensacional. De niño, relatos como El
pequeño Lord Fauntleroy captaban mi imaginación y me llevaban a so-
ñar despierto en cómo sería eso de ser príncipe. A mis hijas les pasó lo
mismo cuando crecían, salvo que, en su caso, estaban fascinadas por re-
latos como el de Cenicienta. Naturalmente, no solo los niños se fascinan
con tales historias. Parece que el deseo de ser alguien especial afecta
hasta a los adultos.
En la década de 1920 había gente en todo el mundo que había quedado
cautivada con la posibilidad de que una mujer que se llamaba Anna An-
derson no fuese simplemente una obrera de una fábrica polaca, sino, en
realidad, nada más y nada menos que la gran duquesa Anastasia de Ru-
sia, hija menor del zar Nicolás II. Durante la revolución bolchevique,
Nicolás II y toda su familia fueron brutalmente asesinados, o eso se cre-
ía. Circularon rumores de que quizá sus dos hijos menores hubieran es-
capado: Anastasia y su hermano Alexei. La pretensión de Anderson de
ser Anastasia provocó un circo mediático que duró muchos años y dio
origen a varios libros y películas. La idea de que una jovencita campe-
sina pudiera en realidad ser una princesa parecía inspirar a muchos con
esperanza para su propia problemática vital. Así, aunque Anna tuvo su
parte alícuota de adversarios, también contó con muchos partidarios,
algunos de los cuales eran incluso parientes de Nicolás II. A pesar de
que jamás pudo demostrar sus alegaciones ante un tribunal, Anna nun-
ca se retractó de su pretensión de ser Anastasia.



                          © Recursos Escuela Sabática
Descubrimientos recientes, sin embargo, han demostrado que Anna no
era Anastasia. Las pruebas de ADN no solo han puesto muy en duda su
pretensión, sino que especialistas forenses rusos también han descu-
bierto y verificado las tumbas y los restos corporales del zar y de toda su
familia. A pesar de sus reivindicaciones en sentido contrario, Anna no
era princesa en absoluto. Fue simplemente una campesina y una charla-
tana. Al final, su historia no fue más que un cuento de hadas.
Aunque algunos podrían afirmar que nuestro deseo de ser algo más de
lo que en realidad somos es solo una fantasía infantil, o quizá una forma
de escapar de los problemas de la vida real, creo que es algo más. Es el
susurro con el que Dios nos dice que nuestra vida es, verdaderamente,
mucho más valiosa de lo que jamás podríamos esperar o imaginar. En
Gálatas 3:26-4:11 Pablo insta a los gálatas a que recuerden precisamente
esto. Por lo que Cristo ha hecho, ahora somos hijos e hijas de Dios,
príncipes y princesas en su reino. El apóstol los insta a dejar de vivir la
vida como si fueran esclavos y a disfrutar de todos los derechos y privi-
legios que acompañan a la condición de hijo. Anna Anderson no necesi-
taba ser una charlatana para ser la hija de un Rey: ya lo era. Sencilla-
mente, ¡nunca se dio cuenta!

Hijos de Dios (Gálatas 3:26-29)
Los creyentes judíos en Galacia habían insistido en que era necesario
que los gentiles se circuncidasen para entrar a formar parte de la familia
del pacto de Dios. Como hemos visto, las pretensiones de los tales lleva-
ron a Pablo a una extensa presentación del papel de la fe y la ley en el
plan de salvación. Ya en Gálatas 3:7, Pablo señaló que la promesa que
Dios había dado al principio a Abraham y sus descendientes se basaba
únicamente en la fe. Aunque la ley es importante, no fue dada «oficial-
mente» a la nación de Israel sino hasta unos cuatrocientos años des-
pués. Por ello, Pablo argumentaba que jamás se planteó que la ley fuera
la revelación suprema de Dios. Había de desempeñar un papel transito-
rio en la historia de la salvación similar al de un paidagogós. Desde una
perspectiva histórica (así como en nuestra propia experiencia personal),
el advenimiento de Cristo cambió de manera fundamental la forma en
que los seguidores de Dios se relacionan con la ley. Aunque siempre se-
ñalará el pecado y será una indicación de la voluntad divina, los creyen-
tes ya no estamos bajo su jurisdicción y su condena. El cristiano siempre
considerará la ley a través de la perspectiva de Cristo. Y, como cristia-
nos, estamos, en último término, bajo la ley de Cristo (Gálatas 6:2; 1 Co-
rintios 9:21).


                         © Recursos Escuela Sabática
Gálatas 3:26 marca otra fase en la argumentación del apóstol. Pablo da
una segunda razón por la cual los creyentes ya no estamos bajo la juris-
dicción de la ley: somos «hijos» de Dios que hemos alcanzado la mayor-
ía de edad. Ya no somos niños, sino adultos. Aunque el apóstol ya había
explicado la relación entre la ley y la promesa, ahora centra su atención
en la relación entre la ley y la filiación. Y, cuando desarrolla el concepto
de filiación en Gálatas 3:26-4:11, pone fin a su sus pensamientos sobre
la identidad de los auténticos hijos de Abraham que introdujo inicial-
mente en Gálatas 3:7.
No debiéramos tomar el uso exclusivo del apóstol de la palabra masculi-
na «hijos» como una afrenta al género femenino. Desde luego, sus co-
mentarios del versículo 28 indican que incluye mujeres en esa categoría.
Pablo destaca a los «hijos» porque, subconscientemente, piensa en la
herencia familiar que, en su tiempo y en su cultura, se transmitía a los
descendientes varones.
Aunque es fácil pasarlo por alto, es significativo su cambio en el uso de
pronombres en el versículo 26. Pablo había dirigido sus comentarios an-
teriores a los creyentes judíos (el «nosotros» de los versículos 23-25).
Ahora se dirige a todos los creyentes gentiles de Galacia con el uso del
pronombre plural de segunda persona, «vosotros». La afirmación que
hace en el versículo 26 es revolucionaria: se dirige a los gentiles como
«hijos de Dios», designación que Dios había usado como fórmula espe-
cial de afecto para referirse a la nación de Israel (Éxodo 4:22-23; Deute-
ronomio 14:1-2 y Oseas 11:1). Al llamar «hijos de Dios» a los gentiles in-
circuncisos, Pablo desechaba la mentalidad del «nosotros» contra
«ellos» promovida por algunos creyentes judíos. La bendición que había
de llegar a todas las familias de la tierra como parte de la promesa de
Dios a Abraham se había convertido ya en una realidad en Cristo.
Desgraciadamente, los nuevos miembros de la familia no siempre son
bienvenidos. Cuando alguien se suma a una familia ya establecida, las
personas se sienten a menudo amenazadas, celosas y hasta se enfadan.
Hace unos años nuestra familia experimentó algo de esto cuando deci-
dimos adoptar un caniche. Nuestra hija pequeña fue quien más se opuso
a la idea. Nunca se había sentido muy a gusto al lado de animales, por lo
que la idea de tener un perro en casa no le hacía gracia. Para empeorar
las cosas, al caniche que pensábamos acoger lo habían esquilado y era
cualquier cosa menos bonito. Recuerdo que mi niña preguntaba: «¿Por
qué tenemos que tener un perro? ¿Qué derecho tiene de incorporarse a
la familia?». (Como te imaginarás, algo de tiempo y de pelo obraron ma-
ravillas. Ahora nuestra hija y el caniche son casi inseparables).


                         © Recursos Escuela Sabática
Muchos creyentes judíos interpretaron que la disposición de Pablo a in-
cluir a gentiles incircuncisos en la familia del pacto de Dios suponía una
amenaza. ¿Qué derecho tenían los gentiles a formar parte de Israel sin
hacerse primero judíos? ¿Qué derecho tenían a ser llamados hijos de
Dios? El reiterado uso de la palabra griega «porque» (traducida a veces
por sinónimos) en los versículos 26 y 27 indica la base lógica que subya-
ce a la declaración del apóstol. Los gentiles son ya parte de la familia del
pacto de Dios por dos razones.
En primer lugar, tal como Pablo ya ha mencionado reiteradamente en su
Carta (quería asegurarse de que lograba que nuestra cabezota lo capta-
ra), la base de incluir a los gentiles no era que ellos hubiesen hecho algo
para merecerlo, sino únicamente lo que Cristo ya había hecho. Cristo fue
fiel (versículo 26).Y por la fidelidad de Jesús precisamente, ¡los gentiles
disfrutan ahora de la relación especial con Dios que una vez había sido
exclusiva de Israel!
Sin embargo, ¿cómo puede transmitirse a los gentiles la fidelidad de
Cristo? ¿Cómo logran acceder a Cristo? Nuevamente, su uso de la pala-
bra «porque» en el versículo 27 (NVI) indica el directo desarrollo lógico
del razonamiento de Pablo. Los creyentes se unen a Cristo mediante el
bautismo. ¿Por qué el bautismo? «En el Nuevo Testamento, el bautismo
implica invariablemente una radical dedicación personal que conlleva
un "no" decisivo a la anterior forma de vida de cada cual y un "sí" igual
de rotundo a Jesucristo». 1 En Romanos 6 Pablo describe el bautismo
simbólicamente como la unión de nuestra vida con Cristo tanto en su
muerte como en su resurrección. Sin embargo, resulta interesante ob-
servar que el apóstol emplea una metáfora diferente en Gálatas. No es-
tablece la comparación entre nuestra unión con Cristo en el bautismo y
nuestra muerte con Cristo, sino entre aquella y el hecho de estar revesti-
dos de Cristo. Aunque las metáforas de Pablo son diferentes, la conclu-
sión sigue siendo la misma. Nuestra identidad se pierde en Cristo. En el
libro de Romanos el viejo yo se entierra, mientras que en Gálatas está
completamente envuelto en las vestiduras de la justicia de Cristo.
Pablo parece haber extraído su terminología de «vestirse de Cristo» de
los pasajes maravillosamente gráficos de las Escrituras del Antiguo Tes-
tamento que dicen que Dios viste a sus seguidores de justicia y salva-
ción. Isaías, por ejemplo, exclama: «En gran manera me gozaré en Je-
hová, mi alma se alegrará en mi Dios, porque me vistió con vestiduras
de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió y


1Timothy George, Galatians [Gálatas], The New American Commentary (Nashville: Broadman and Hol-
man, 1994), tomo 30, p. 276.
                               © Recursos Escuela Sabática
como a novia adornada con sus joyas» (Isaías 61:10; cf. Job 29:14; Salmo
132:9).
La iconografía del apóstol relativa a revestirse de Cristo trae a mi memo-
ria un dicho atribuido a Mark Twain, famoso literato estadounidense:
«La ropa hace al hombre». Sin duda, la ropa provoca una diferencia,
desde luego. No sé cuál será tu caso, pero yo siempre me siento bien
cuando estoy bien vestido, especialmente cuando ello conlleva un traje
nuevo hecho a medida para adaptarse a mi complexión. Es extraño
cómo la ropa adecuada puede hacer que nos enderecemos un poco más
y que andemos y actuemos con más confianza. Aunque, ciertamente, la
vida en este mundo es más que la moda, la observación de Twain, en el
ámbito espiritual, da en el clavo. La Biblia usa la vestimenta como una
metáfora significativa de la salvación. Representa una vida cubierta por
Cristo. La metáfora se remonta nada más y nada menos que hasta la his-
toria de la caída en Génesis, en la que se ve la falta de eficacia del empe-
ño de Adán y Eva por cubrir su desnudez. El propio Dios tuvo que pro-
porcionarles ropa adecuada (Génesis 3:21). Como ya hemos visto, la
metáfora continúa en los profetas del Antiguo Testamento (Zacarías
3:3,4). Hasta Jesús se vale de ella en su parábola de la fiesta de bodas,
en la que un invitado se niega a vestirse debidamente (Mateo 22:1-14).
En sus Cartas, Pablo también se refiere reiteradamente a la salvación
como un acto de «vestirse» de Cristo (Romanos 13:14; Colosenses 3:9,
10; Efesios 4:22-24; 6:11-17). Incluso el libro de Apocalipsis menciona la
importancia de contar con vestiduras limpias (Apocalipsis 7:13; 22:14).
En una época que parece estar obsesionada con la belleza física, la idea
de «vestirse» de Cristo es un impactante recordatorio de que la ropa
«real» «hace al hombre».
Nuestra unión con Cristo simbolizada por el bautismo significa que lo
que vale para Cristo también vale para nosotros. Dado que Cristo es la
«simiente» de Abraham, como «coherederos con Cristo» (Romanos
8:17), somos también herederos de todas las promesas contractuales
hechas a Abraham y sus descendientes (Gálatas 3:29). La fidelidad de
Cristo es nuestra fidelidad. Su identidad es nuestra identidad. He aquí la
segunda razón que da Pablo por la cual Dios puede incluir a los gentiles
en la familia de su pacto. Pueden ser llamados «hijos de Dios» porque se
han unido a la fe en el verdadero Hijo unigénito de Dios, Jesucristo
(Gálatas 1:15,16; 2:20).
Todo lo que tenemos como creyentes está arraigado en último término
en Cristo. Él es la única esperanza para la infidelidad y los fracasos que
acosaron a la nación hebrea a lo largo de su historia, y para todos los vi-
cios por los que era conocido el mundo gentil. Cristo es el gran iguala-

                         © Recursos Escuela Sabática
dor. Seamos hombre o mujer, esclavo o libre, judío o gentil, en él todos
estamos en pie de igualdad. Tales distinciones son irrelevantes en Cris-
to. Todos necesitamos, por igual, que nuestra vida, que tanto dista de
ser perfecta, sea cubierta por el manto inmaculado de su justicia.

Mayoría de edad (Gálatas 4:1-3)
Acabando de comprar nuestra relación con Dios como hijos y herederos,
Pablo complica esa metáfora al incluir el tema de la herencia. Su termi-
nología contempla una situación en la que, al parecer, ha fallecido el
propietario de un gran patrimonio, dejando todas sus propiedades al
hijo mayor. Sin embargo, su hijo sigue siendo menor de edad. Y, como
ocurre en situaciones similares aun hoy, el testamento del padre estipu-
la que su hijo ha de estar «bajo» la supervisión de tutores y administra-
dores hasta que alcance la madurez. La mayoría de edad se fijaba nor-
malmente entre los 20 y los 25 años. 2 Antes de que llegara ese momen-
to, el hijo era el dueño del patrimonio paterno solo de título. Mientras
fuera menor de edad, era poco más que un esclavo, estando su vida y sus
posesiones controladas y administradas por otros.
Si bien aquí la analogía de Pablo es similar a la del paidagogós en Gála-
tas 3:24, presenta algunas diferencias marcadas. Aunque el propósito
fundamental del apóstol al comparar la ley con un paidagogós era des-
tacar su naturaleza restrictiva, su interés en Gálatas 4 está en la condi-
ción del hijo como menor de edad. Esto podemos verlo claramente en la
palabra griega traducida «niño» en los versículos 1 y 3. En vez de usar la
palabra normal para niño (páis), emplea una palabra (népios) que se re-
fiere específicamente a un niño muy pequeño, un infante. Deriva de un
verbo griego (nepeléo) que significa «no tener poder». Así, para el após-
tol no es simplemente un niño, sino un infante que aún no ha alcanzado
el nivel de madurez necesario para ocuparse de sus propios asuntos le-
gales. Otra diferencia está en que el poder de los administradores y ges-
tores que describe es muy superior al de un paidagogós. Los adminis-
tradores no solo eran responsables de la formación del hijo del amo, si-
no que, además, se ocupaban de todos los asuntos económicos y admi-
nistrativos hasta que el hijo tuviera la madurez suficiente como para
asumir por sí mismo esos deberes.
¿Cómo debemos entender la analogía del apóstol? En el versículo 3, Pa-
blo afirma: «Así también nosotros, cuando éramos niños estábamos en
esclavitud bajo los rudimentos del mundo». Antes de poder proseguir,

2Linda L. Belleville, «"Under Law": Structural Analysis and the Pauline Concept of Law in Galatians 3:21-
4:11» ["Bajo la ley": Análisis estructural del concepto paulino de ley en Gálatas 3: 21-4: 11, Journal for the
Study of the New Testament 26 (1986): p. 62.
                                    © Recursos Escuela Sabática
tenemos que entender primero qué quiere decir cuando habla de «los
rudimentos del mundo».
Los expertos debaten sobre qué quiere decir el apóstol exactamente con
la expresión «los rudimentos del mundo» (Gálatas 4:3, 9). La palabra
griega es stoijéia literalmente significa «elementos». Hay quienes ven en
ella una descripción de las sustancias básicas que componen el universo
(cf. 2 Pedro 3:10,12), poderes demoníacos que controlan este siglo per-
verso (Colosenses 2:15) o los principios rudimentarios de la vida religio-
sa, o sea, el abecedario de la religión (Hebreos 5:12). El énfasis que Pa-
blo pone en la condición de la humanidad como «niños» antes de la ve-
nida de Cristo (Gálatas 4:1-3) sugiere que aquí tiene en mente los prin-
cipios rudimentarios de la vida religiosa. Así, dice que el período del An-
tiguo Testamento, con sus leyes y sus sacrificios, fue meramente un sila-
bario evangélico que esquematizaba lo más básico de la salvación. Por
importantes e instructivas que fueran las leyes morales y ceremoniales
para Israel, eran solo sombras de lo que había de venir. Dios nunca se
propuso que ocuparan el lugar de Cristo. El «nosotros» volvía a referirse
a la situación de los judíos en relación con la ley antes de Cristo.
El argumento básico del apóstol parece ser que regular la vida en torno a
las reglas de la ley en vez de Cristo es como querer retroceder en el
tiempo. Aunque los judíos eran herederos de las promesas de Dios, su
vida religiosa era, en cierto sentido general, una etapa de inmadurez es-
piritual. Abordaban el evangelio solo mediante símbolos: meras som-
bras de las realidades celestiales que serían manifiestas únicamente en
Cristo (Colosenses 2:17; Hebreos 8:5). Que los gálatas se volviesen a una
experiencia religiosa basada en la ley una vez que Cristo ya había venido
¡era como que un hijo adulto, en la analogía de Pablo, quisiera volver a
ser menor de edad!
De su argumento, ¿qué podemos extraer para nuestra época? En primer
lugar, es preciso que nos fijemos en Jesús, no en todos los ritos y los ri-
tuales asociados con el judaísmo. Ello no quiere decir que no podamos
entresacar perspectivas beneficiosas del estudio del Antiguo Testamen-
to. De hecho, el Antiguo Testamento era la única «Biblia» que tenían los
primeros cristianos. Hablo, más bien, de perdernos hasta tal punto en
todos los detalles y los matices de los tipos del evangelio prefigurados en
el Antiguo Testamento que Jesús parezca únicamente un apéndice y no
el antitipo. En segundo lugar, no debiéramos contar con nadie que nos
diga qué hemos de hacer o dejar de hacer en nuestro andar cristiano. No
hablo de la búsqueda de consejo espiritual ni de la obediencia a las ins-
trucciones divinas consignadas en las Escrituras, sino de no permitir
que ningún ser humano controle nuestro comportamiento religioso.

                         © Recursos Escuela Sabática
Dios quiere que lo sirvamos por propia iniciativa como adultos que
mantienen una relación con él, no que nos basemos en instrucciones y
reglas que nos impongan otros como si fuésemos niños.

La acción decisiva de Cristo en la historia humana (Gála-
tas 4:4,5)
La venida de Jesús a nuestro mundo no fue fruto del azar. Pablo dice
que llegó en «la plenitud del tiempo» (BLA), en el momento exacto que
Dios había preparado. ¿Qué «tiempo» fue ese? Desde una perspectiva
histórica, se denominó la pax romana (la paz de Roma), un período de
dos siglos de estabilidad y paz relativas en todo el Imperio Romano. La
conquista romana del mundo mediterráneo había traído la paz, un
idioma común, medios favorables para desplazarse y una cultura común
que facilitó la rápida difusión del evangelio. Desde la perspectiva bíblica,
también marcó el momento que Dios había señalado para la venida del
Mesías prometido según las profecías de Daniel (Daniel 9:24-27).
Por ello, la entrada de Jesús en la historia humana no fue, ni mucho
menos, accidental. «Dios envió a su Hijo» (Gálatas 4:4). En otras pala-
bras, el Señor tomó la iniciativa de nuestra salvación. También está
implícita en esas palabras la fundamental creencia cristiana en la eterna
deidad de Cristo (Juan 1:1-3,18; Colosenses 1:15-17; Filipenses 2:5-9).
Dios no envió un mensajero celestial ni un sustituto: vino él mismo.
Aunque se trataba del preexistente divino Hijo de Dios, Jesús también
había «nacido de mujer» (Gálatas 4:4). Aunque la expresión sí implica
el nacimiento virginal, afirma más específicamente su humanidad ge-
nuina (cf. Job 14:1; 15:14; Mateo 11:11). Era necesario que Cristo asu-
miera nuestra humanidad, porque no podíamos salvamos a nosotros
mismos. Uniendo su divinidad inmaculada con nuestra naturaleza caí-
da, Cristo cumplía los requisitos legales para ser nuestro sustituto, nues-
tro Salvador y nuestro Sumo Sacerdote. La expresión «nacido bajo la
ley» (Gálatas 4:4, BLA) apunta en dos direcciones. Por una parte, se re-
fiere a la herencia judía de Jesús, pero también incluye el hecho de que
llevó nuestra condenación. Nació bajo la ley «para redimir a los que es-
taban bajo la ley» (versículo 4).
Como aprendimos previamente, la palabra «redimir» significa rescatar.
Se refiere al precio que alguien pagaba para comprar la libertad de un
rehén o un esclavo. Tal como indica este contexto, la redención implica
unos antecedentes negativos: una persona tiene la necesidad de ser libe-
rada. ¿De qué necesitamos ser liberados? El Nuevo Testamento presenta
cuatro cosas: 1) liberación del diablo y de sus tretas (Hebreos 2:14, 15);
2) liberación de la muerte (1 Corintios 15:56, 57); 3) liberación del poder

                         © Recursos Escuela Sabática
del pecado que nos esclaviza por naturaleza (Romanos 6:22); y (4) libe-
ración de la condenación de la ley (Romanos 3:23, 24; Gálatas 3:13;
4:5).
Sin embargo, la compensación o el beneficio definitivos de la vida, la
muerte y la resurrección de Cristo no estuvieron únicamente en redi-
mirnos (por maravilloso que sea), sino en que «recibiéramos la adop-
ción de hijos» (Gálatas 4:5). Eso conlleva mucho más que la mera re-
dención, porque en Cristo obtenemos mucho más de lo que perdimos en
Adán. El uso que Pablo hace aquí del «nosotros» parece referirse no solo
a los cristianos de origen judío, sino también a todos los creyentes genti-
les (como implica el «vosotros» del versículo 6). Por lo que Cristo ha
hecho, tanto judíos como gentiles tenemos el privilegio de ser hijos de
Dios, porque solo en Cristo encuentra cumplimiento definitivo la pro-
mesa del Señor a Abraham y sus descendientes.

El privilegio de la adopción (Gálatas 4:6,7)
A menudo denominamos «salvación» a lo que Cristo ha logrado para
nosotros. Aunque eso es verdad, no llega a ser penetrante y descriptivo
como el uso, exclusivo de Pablo, de la palabra «adopción» (huiothesía
en griego). Aunque es el único autor del Nuevo Testamento que emplea
la palabra, la adopción era un procedimiento legal perfectamente cono-
cido en el mundo grecorromano. En vida de apóstol, varios emperadores
romanos usaron la adopción como medio para elegir a su sucesor cuan-
do no tenían ningún heredero legal. De hecho, durante los primeros dos
siglos del Imperio Romano, los únicos emperadores que heredaron el
trono por nacimiento fueron Claudio (41-54 d.C.), Tito (79-81 d.C.) y
Domiciano (81-96 d.C.).
La adopción era un acuerdo legalmente vinculante que garantizaba va-
rios privilegios: 1) el hijo adoptivo se convertía en el hijo verdadero de
su padre adoptivo; 2) el padre acordaba proporcionar todas las necesi-
dades de alimento y vestido; 3) el hijo adoptivo no podía ser repudiado;
4) el hijo adoptivo no podía ser reducido a la esclavitud; 5) jamás se
permitía que los padres naturales reclamasen el hijo adoptivo; y 6) la
adopción imponía el derecho de herencia. 3 Si se garantizaban tales de-
rechos en la esfera terrenal, ¡intentemos imaginar cuánto mayores son
los privilegios que tenemos como hijos adoptivos de Dios!
Ampliando todavía más la imagen, Pablo afirma que la señal de nuestra
adopción es la presencia del Espíritu de Jesús en nuestra vida (Gálatas

3 D. R. Moore-Crispin, «Galatians 4:1-9: The Use and Abuse of Parallels» [“Gálatas 4:1-9: El uso y el abuso

de paralelos”] EQ: The Evangelical Quarterly 60 (1989), p. 216
                                   © Recursos Escuela Sabática
4:16). Demuestra que somos hijos de Dios porque el Espíritu no es nues-
tro espíritu, sino el Espíritu de Jesús (Filipenses 1:19; 1 Pedro 1:11),
Aquel que es realmente el Hijo de Dios (Gálatas 1:16,17; 2:20). 4 Pero el
apóstol no se detiene ahí. Dice que también hay una «prueba» de que
somos hijos de Dios. La evidencia que tiene en mente no es ningún tipo
de autobombo espiritual, como la capacidad de realizar milagros, hablar
en lenguas o tener visiones. No; la prueba es mucho más básica y pro-
funda que todo eso. Está en el derecho que tenemos de llamar a Dios
«Abba» (Gálatas 4:6; Romanos 8:15, 16). Los niños judíos usaban «Ab-
ba» para dirigirse a su padre, igual que hoy usamos la palabra «papá».
Aunque los estudiantes de los días de Jesús usaban ese término para re-
ferirse a un maestro reverenciado, Cristo es la primera persona que se
dirigió a Dios como «Abba» (Marcos 14:36). De hecho, puesto que «Ab-
ba» es arameo, no griego, Pablo tiene presente específicamente la cos-
tumbre y las propias palabras de Jesús. Dado que nos hemos unido a
Cristo, somos hijos de Dios, y también tenemos el privilegio y el derecho
de llamarlo «Abba».

¿Por qué volver a la esclavitud? (Gálatas 4:8-11)
En Gálatas 4:8-11 Pablo pide a los gálatas que vivan la vida cristiana
como hijos y que no vuelvan a su situación previa de esclavitud. ¿A qué
estaban esclavizados los creyentes gentiles de Galacia antes de acudir a
Cristo? El apóstol no describe la naturaleza exacta de sus prácticas reli-
giosas anteriores, pero está claro que tiene en mente la adoración de fal-
sos dioses e ídolos, que da como resultado la esclavitud espiritual. Aun-
que Pablo no sea más específico, es probable que aluda al culto religioso
asociado con la devoción al emperador romano. El culto al emperador y
su familia como dioses se convirtió en una práctica religiosa popular en
todo el Imperio Romano, en especial en Asia Menor y Galacia en los días
de Pablo. Las ciudades rivalizaban por el privilegio de dedicar un templo
al emperador y esperaban que la gente mostrara su lealtad a Roma par-
ticipando del culto. De forma similar a las fiestas nacionales de la actua-
lidad, a menudo el calendario de una ciudad giraba en torno a los días
dedicados al emperador –por ejemplo, su cumpleaños, ocasiones espe-
ciales durante su vida– y a los sacrificios periódicos. Pablo se habría en-
contrado con todo esto durante los años de su ministerio a lo largo y an-
cho de Asia Menor. De hecho, los arqueólogos han desenterrado tem-
plos e inscripciones relativas al culto imperial en dieciocho de los luga-



4 James D. G. Dunn, The Epistle to the Galatians [La Epístola a los Gälatas], Black's New Testament Commen-

tary (Peabody, Massachusetts: Hendrickson, 1993), p. 220
                                   © Recursos Escuela Sabática
res de Asia Menor mencionados específicamente en el Nuevo Testamen-
to, incluyendo las siete iglesias mencionadas en el Apocalipsis. 5
¿Qué hacían los gálatas que a Pablo le parecía tan censurable? Muchos
han interpretado que su referencia a «los días, los meses, los tiempos y
los años» (Gálatas 4:10) no es una mera protesta contra las leyes cere-
moniales, sino también contra el sábado. Sin embargo, tal interpreta-
ción va más allá de la evidencia. En primer lugar, no tenemos ninguna
lista de costumbres judías idéntica a su lista de Gálatas. Y si de verdad
quería señalar el sábado y otras prácticas específicas judías, está claro
por Colosenses 2:16 que podría fácilmente haberlas identificado por
nombre. Pablo, sin embargo, es más ambiguo. Además, si hubiese esta-
do prohibiendo la práctica de las leyes ceremoniales judías, su censura a
los creyentes de Galacia habría sido una contradicción directa de la ins-
trucción que da en Romanos 14:5 sobre no condenar a nadie por obser-
varlas o no. Entonces, ¿qué tiene en mente?
El contexto indica que Pablo está trazando un paralelo más general en-
tre las prácticas previas de los gentiles en el paganismo y su disposición
a basar su nueva vida cristiana en las obras de la ley. Es probable que la
terminología de Pablo apunte al «repleto calendario del culto al gober-
nante [que] presionaba a los ciudadanos [...] para que observaran los
días, los meses, los tiempos y los años que establecía para reconocimien-
to y celebración especiales». 6 Vista desde esta perspectiva, su lista es
mucho más genérica. Meramente intenta «maximizar las similitudes en-
tre las observancias que los gálatas habían dejado atrás y las que adop-
tan o están contemplando adoptar». 7

Mantener la debida perspectiva
La preocupación que había en Galacia con la circuncisión era, para Pa-
blo, una clara señal de que la iglesia estaba perdiendo de vista la esencia
real del cristianismo. El dicho «las acciones hablan más fuerte que las
palabras» se puede aplicar perfectamente en Galacia. La conducta de los
creyentes de aquel lugar proclamaba que el cristianismo era, fundamen-
talmente, algo que tenías que hacer, en vez de ser Alguien a quien nece-
sitabas conocer. Era una senda que llevaba a un sentido defectuoso de
orgullo espiritual, o bien al desánimo espiritual y al fracaso definitivo.
Los creyentes de origen gentil corrían el peligro de recaer en la esclavi-

5 Hans—Josef Klauck, The Religious Context of Early Christianity [El contexto religioso del cristianismo primitivo]
(Minneapolis: Fortress Press, 2003), pp. 319-325
6 Stephen Mitchel, Anatolia: Land, Men and Gods in Asia Minor [Anatolia: Tierra, hombres y dioses en Asia

Menor], (Oxford: Clarendon Press, 1993), p. 10.
7 Ben Witherington, Grace in Galatia [Gracia en Galacia] (Grand Rapids: Eerdmans, 1998), p. 299


                                      © Recursos Escuela Sabática
tud espiritual por intentar hacerlo todo perfectamente para garantizarse
la aprobación del Maestro. Pablo reta a los gálatas a recordar la identi-
dad que tienen en Cristo. Lejos de ser esclavos, son hijos de Dios, con
todos los derechos y privilegios que conlleva ser heredero. Su situación
era similar a la historia de un recién converso desanimado que acudió a
hablar con Watchman Nee, famoso cristiano chino.
«Independientemente de lo mucho que ore, de lo mucho que me esfuer-
ce, parece que, sencillamente, no puedo ser fiel a mi Señor. Creo que es-
toy perdiendo mi salvación». Nee dijo: «¿Ves este perro que tengo aquí?
Es mi perro. Está adiestrado; nunca ensucia; es obediente; para mí, es
una pura delicia. Ahí fuera en la cocina tengo un hijo, un bebé. Lo ensu-
cia todo, tira la comida por todas partes, se mancha la ropa, es una ca-
lamidad. Pero, ¿quién va a heredar mi reino? No mi perro; mi hijo es mi
heredero. Tú eres el heredero de Jesucristo porque murió precisamente
por ti». 8
También nosotros somos herederos de Dios, no por nuestro propio
mérito, sino por medio de su gracia. En Cristo tenemos mucho más de lo
que jamás tuvimos antes del pecado de Adán. No olvidemos que en Cris-
to somos hijos de Dios.




                  Material provisto por RECURSOS ESCUELA SABATICA ©
                    http://ar.groups.yahoo.com/group/Comentarios_EscuelaSabatica
                        http://groups.google.com.ar/group/escuela-sabatica?hl=es
            Suscríbase para recibir gratuitamente recursos para la Escuela Sabática



8   Lou Nichols, Hebrews: Patterns for Living [Hebreos: Pautas para vivir], (Xulon Press, 2004), p. 31.
                                       © Recursos Escuela Sabática

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

Ganando amigos con ganancias deshonestas by eliud gamez sr
Ganando amigos con ganancias deshonestas by eliud gamez srGanando amigos con ganancias deshonestas by eliud gamez sr
Ganando amigos con ganancias deshonestas by eliud gamez srEliud Gamez Gomez
 
GANAR AMIGOS CON RIQUEZAS INJUSTAS By E.G/J.I.K.C
GANAR AMIGOS CON RIQUEZAS INJUSTAS  By E.G/J.I.K.CGANAR AMIGOS CON RIQUEZAS INJUSTAS  By E.G/J.I.K.C
GANAR AMIGOS CON RIQUEZAS INJUSTAS By E.G/J.I.K.CEliud Gamez Gomez
 
04 los hermanos de jesús
04 los hermanos de jesús04 los hermanos de jesús
04 los hermanos de jesúsfidoflak
 
preguntas_y_respuestas_biblicas_3_100920_scribd.pdf
preguntas_y_respuestas_biblicas_3_100920_scribd.pdfpreguntas_y_respuestas_biblicas_3_100920_scribd.pdf
preguntas_y_respuestas_biblicas_3_100920_scribd.pdfTito Ortega
 
Carta a filemón
Carta a filemónCarta a filemón
Carta a filemónKth araque
 
Biblia Cristianismo Homosexualidad
Biblia Cristianismo HomosexualidadBiblia Cristianismo Homosexualidad
Biblia Cristianismo HomosexualidadJahaira Arroyo
 
Lección 5
Lección 5Lección 5
Lección 5CMN :PPT
 
Lección 10 Los dos Pactos
Lección 10 Los dos PactosLección 10 Los dos Pactos
Lección 10 Los dos PactosCMN :PPT
 
Homosexualidad Concilio de Asambleas de Dios EEUU
Homosexualidad  Concilio de Asambleas de Dios EEUUHomosexualidad  Concilio de Asambleas de Dios EEUU
Homosexualidad Concilio de Asambleas de Dios EEUUJosias Espinoza
 
Lucas 21 La profecía del fin de este siglo
Lucas 21 La profecía del fin de este sigloLucas 21 La profecía del fin de este siglo
Lucas 21 La profecía del fin de este sigloHumberto Rendon
 
el velo para las mujeres en la Iglesia
el velo para las mujeres en la Iglesiael velo para las mujeres en la Iglesia
el velo para las mujeres en la IglesiaEnrique A. Cano Zuniga
 
BIBLIA CATOLICA, NUEVO TESTAMENTO, CARTA DE JUDAS, PARTE 22 DE 27
BIBLIA CATOLICA, NUEVO TESTAMENTO, CARTA DE JUDAS, PARTE 22 DE 27BIBLIA CATOLICA, NUEVO TESTAMENTO, CARTA DE JUDAS, PARTE 22 DE 27
BIBLIA CATOLICA, NUEVO TESTAMENTO, CARTA DE JUDAS, PARTE 22 DE 27sifexol
 
2014 7-6 "El Conquistador" Boletín Semanal de la Casa de Todos
2014 7-6 "El Conquistador" Boletín Semanal de la Casa de Todos2014 7-6 "El Conquistador" Boletín Semanal de la Casa de Todos
2014 7-6 "El Conquistador" Boletín Semanal de la Casa de Todoslacasadetodos2014
 

La actualidad más candente (20)

Ganando amigos con ganancias deshonestas by eliud gamez sr
Ganando amigos con ganancias deshonestas by eliud gamez srGanando amigos con ganancias deshonestas by eliud gamez sr
Ganando amigos con ganancias deshonestas by eliud gamez sr
 
14 filemon
14 filemon14 filemon
14 filemon
 
GANAR AMIGOS CON RIQUEZAS INJUSTAS By E.G/J.I.K.C
GANAR AMIGOS CON RIQUEZAS INJUSTAS  By E.G/J.I.K.CGANAR AMIGOS CON RIQUEZAS INJUSTAS  By E.G/J.I.K.C
GANAR AMIGOS CON RIQUEZAS INJUSTAS By E.G/J.I.K.C
 
04 los hermanos de jesús
04 los hermanos de jesús04 los hermanos de jesús
04 los hermanos de jesús
 
Libertad o libertinaje
Libertad o libertinajeLibertad o libertinaje
Libertad o libertinaje
 
preguntas_y_respuestas_biblicas_3_100920_scribd.pdf
preguntas_y_respuestas_biblicas_3_100920_scribd.pdfpreguntas_y_respuestas_biblicas_3_100920_scribd.pdf
preguntas_y_respuestas_biblicas_3_100920_scribd.pdf
 
Filemón
FilemónFilemón
Filemón
 
Carta a filemón
Carta a filemónCarta a filemón
Carta a filemón
 
Biblia Cristianismo Homosexualidad
Biblia Cristianismo HomosexualidadBiblia Cristianismo Homosexualidad
Biblia Cristianismo Homosexualidad
 
Lección 5
Lección 5Lección 5
Lección 5
 
31 03 anuncios profeticos helena white www.gftaognosticaespiritual.org
31 03 anuncios profeticos helena white  www.gftaognosticaespiritual.org31 03 anuncios profeticos helena white  www.gftaognosticaespiritual.org
31 03 anuncios profeticos helena white www.gftaognosticaespiritual.org
 
Lección 10 Los dos Pactos
Lección 10 Los dos PactosLección 10 Los dos Pactos
Lección 10 Los dos Pactos
 
Lección: El segundo viaje misionero
Lección: El segundo viaje misioneroLección: El segundo viaje misionero
Lección: El segundo viaje misionero
 
Homosexualidad Concilio de Asambleas de Dios EEUU
Homosexualidad  Concilio de Asambleas de Dios EEUUHomosexualidad  Concilio de Asambleas de Dios EEUU
Homosexualidad Concilio de Asambleas de Dios EEUU
 
Lección: El tercer viaje misionero
Lección: El tercer viaje misioneroLección: El tercer viaje misionero
Lección: El tercer viaje misionero
 
Lucas 21 La profecía del fin de este siglo
Lucas 21 La profecía del fin de este sigloLucas 21 La profecía del fin de este siglo
Lucas 21 La profecía del fin de este siglo
 
el velo para las mujeres en la Iglesia
el velo para las mujeres en la Iglesiael velo para las mujeres en la Iglesia
el velo para las mujeres en la Iglesia
 
BIBLIA CATOLICA, NUEVO TESTAMENTO, CARTA DE JUDAS, PARTE 22 DE 27
BIBLIA CATOLICA, NUEVO TESTAMENTO, CARTA DE JUDAS, PARTE 22 DE 27BIBLIA CATOLICA, NUEVO TESTAMENTO, CARTA DE JUDAS, PARTE 22 DE 27
BIBLIA CATOLICA, NUEVO TESTAMENTO, CARTA DE JUDAS, PARTE 22 DE 27
 
2014 7-6 "El Conquistador" Boletín Semanal de la Casa de Todos
2014 7-6 "El Conquistador" Boletín Semanal de la Casa de Todos2014 7-6 "El Conquistador" Boletín Semanal de la Casa de Todos
2014 7-6 "El Conquistador" Boletín Semanal de la Casa de Todos
 
70 la-navidad-corregida
70 la-navidad-corregida70 la-navidad-corregida
70 la-navidad-corregida
 

Destacado

Puente de las herrerías cortijo los ranchales
Puente de las herrerías cortijo los ranchalesPuente de las herrerías cortijo los ranchales
Puente de las herrerías cortijo los ranchalesjavilescha
 
6 ch agri-lr_presentationjourneeprofessionnelle
6 ch agri-lr_presentationjourneeprofessionnelle6 ch agri-lr_presentationjourneeprofessionnelle
6 ch agri-lr_presentationjourneeprofessionnelleDIOT Clément
 
Patrimoine mondial de l'unesco hainaut2013
Patrimoine mondial de l'unesco hainaut2013Patrimoine mondial de l'unesco hainaut2013
Patrimoine mondial de l'unesco hainaut2013edelcroix
 
Trece lineas para_vivir
Trece lineas para_vivirTrece lineas para_vivir
Trece lineas para_vivirFHyCS-UNJu
 
Projet agricult leonel 2014, wolrd bank number , femme et agriculture
Projet agricult leonel 2014, wolrd bank number , femme et agriculture Projet agricult leonel 2014, wolrd bank number , femme et agriculture
Projet agricult leonel 2014, wolrd bank number , femme et agriculture Malak Zein-el-dine
 
Branding On Line
Branding On Line  Branding On Line
Branding On Line Hermes Ruiz
 
Afnic 25 ans plaquette 210 x297 web
Afnic 25 ans plaquette 210 x297 webAfnic 25 ans plaquette 210 x297 web
Afnic 25 ans plaquette 210 x297 webPascal Vella
 
Mensaje de las autoridades universitarias
Mensaje de las autoridades universitariasMensaje de las autoridades universitarias
Mensaje de las autoridades universitariasUNIMET
 
36 titien pala pesaro laura clair
36 titien pala pesaro laura clair36 titien pala pesaro laura clair
36 titien pala pesaro laura clairseminaire_venitien
 
Conventions de l'article 200 du csc
Conventions de l'article 200 du cscConventions de l'article 200 du csc
Conventions de l'article 200 du cscFacebook
 
Desierto egipcio
Desierto egipcioDesierto egipcio
Desierto egipcioPlof
 

Destacado (20)

Puente de las herrerías cortijo los ranchales
Puente de las herrerías cortijo los ranchalesPuente de las herrerías cortijo los ranchales
Puente de las herrerías cortijo los ranchales
 
6 ch agri-lr_presentationjourneeprofessionnelle
6 ch agri-lr_presentationjourneeprofessionnelle6 ch agri-lr_presentationjourneeprofessionnelle
6 ch agri-lr_presentationjourneeprofessionnelle
 
2011 04-01 leccionadultos-lr
2011 04-01 leccionadultos-lr2011 04-01 leccionadultos-lr
2011 04-01 leccionadultos-lr
 
2011 03-13 leccioninfantes
2011 03-13 leccioninfantes2011 03-13 leccioninfantes
2011 03-13 leccioninfantes
 
RESOLUCIÓN BENI
RESOLUCIÓN BENIRESOLUCIÓN BENI
RESOLUCIÓN BENI
 
Patrimoine mondial de l'unesco hainaut2013
Patrimoine mondial de l'unesco hainaut2013Patrimoine mondial de l'unesco hainaut2013
Patrimoine mondial de l'unesco hainaut2013
 
Trabajo sesión 4 prof. miguel puc cocom
Trabajo sesión 4 prof. miguel puc cocomTrabajo sesión 4 prof. miguel puc cocom
Trabajo sesión 4 prof. miguel puc cocom
 
Fibella 2011 tips
Fibella 2011 tipsFibella 2011 tips
Fibella 2011 tips
 
Trece lineas para_vivir
Trece lineas para_vivirTrece lineas para_vivir
Trece lineas para_vivir
 
Projet agricult leonel 2014, wolrd bank number , femme et agriculture
Projet agricult leonel 2014, wolrd bank number , femme et agriculture Projet agricult leonel 2014, wolrd bank number , femme et agriculture
Projet agricult leonel 2014, wolrd bank number , femme et agriculture
 
Branding On Line
Branding On Line  Branding On Line
Branding On Line
 
Afnic 25 ans plaquette 210 x297 web
Afnic 25 ans plaquette 210 x297 webAfnic 25 ans plaquette 210 x297 web
Afnic 25 ans plaquette 210 x297 web
 
Mensaje de las autoridades universitarias
Mensaje de las autoridades universitariasMensaje de las autoridades universitarias
Mensaje de las autoridades universitarias
 
Sfsic14 140604-carbou
Sfsic14 140604-carbouSfsic14 140604-carbou
Sfsic14 140604-carbou
 
Mahamadou Oudraogo - Experiences from ROPPA
Mahamadou Oudraogo - Experiences from ROPPAMahamadou Oudraogo - Experiences from ROPPA
Mahamadou Oudraogo - Experiences from ROPPA
 
36 titien pala pesaro laura clair
36 titien pala pesaro laura clair36 titien pala pesaro laura clair
36 titien pala pesaro laura clair
 
Bioenergía
BioenergíaBioenergía
Bioenergía
 
Présentation wifi sécurisé
Présentation wifi sécuriséPrésentation wifi sécurisé
Présentation wifi sécurisé
 
Conventions de l'article 200 du csc
Conventions de l'article 200 du cscConventions de l'article 200 du csc
Conventions de l'article 200 du csc
 
Desierto egipcio
Desierto egipcioDesierto egipcio
Desierto egipcio
 

Similar a 2011 04-08 complementario

El misterio del hijo pródigo, lucas capitulo 15
El misterio del hijo pródigo, lucas capitulo 15El misterio del hijo pródigo, lucas capitulo 15
El misterio del hijo pródigo, lucas capitulo 15Castelan2013
 
PDF | Lección 8 | De esclavos a herederos | Escuela Sabática
PDF | Lección 8 | De esclavos a herederos | Escuela SabáticaPDF | Lección 8 | De esclavos a herederos | Escuela Sabática
PDF | Lección 8 | De esclavos a herederos | Escuela Sabáticajespadill
 
Capítulo 1 | Libro Complementario | Santiago, ¿«hermano» o «siervo» de Jesús?...
Capítulo 1 | Libro Complementario | Santiago, ¿«hermano» o «siervo» de Jesús?...Capítulo 1 | Libro Complementario | Santiago, ¿«hermano» o «siervo» de Jesús?...
Capítulo 1 | Libro Complementario | Santiago, ¿«hermano» o «siervo» de Jesús?...jespadill
 
Lección 8 De esclavos a Herederos
Lección 8 De esclavos a HerederosLección 8 De esclavos a Herederos
Lección 8 De esclavos a HerederosCMN :PPT
 
Libro complementario | Capítulo 6 | Amadas de Dios | Escuela Sabática
Libro complementario | Capítulo 6 | Amadas de Dios | Escuela SabáticaLibro complementario | Capítulo 6 | Amadas de Dios | Escuela Sabática
Libro complementario | Capítulo 6 | Amadas de Dios | Escuela Sabáticajespadill
 
Joven | Lección 11 | Pablo: Antecedentes y llamado | Escuela Sabática
Joven | Lección 11 | Pablo: Antecedentes y llamado | Escuela SabáticaJoven | Lección 11 | Pablo: Antecedentes y llamado | Escuela Sabática
Joven | Lección 11 | Pablo: Antecedentes y llamado | Escuela Sabáticajespadill
 
8 de esclavos a herederos ppt ptr nic garza
8 de esclavos a herederos  ppt ptr nic garza8 de esclavos a herederos  ppt ptr nic garza
8 de esclavos a herederos ppt ptr nic garzaPt. Nic Garza
 
Apologética en un minuto: Respuestas cortas a preguntas precisas - Anwar Tapi...
Apologética en un minuto: Respuestas cortas a preguntas precisas - Anwar Tapi...Apologética en un minuto: Respuestas cortas a preguntas precisas - Anwar Tapi...
Apologética en un minuto: Respuestas cortas a preguntas precisas - Anwar Tapi...EdwardCrumpp
 
Cuando se tuerce galatas 3 28 by eliud gamez
Cuando se tuerce galatas 3 28 by eliud gamezCuando se tuerce galatas 3 28 by eliud gamez
Cuando se tuerce galatas 3 28 by eliud gamezEliud Gamez Gomez
 
Lección 5 La fe, en el Antiguo Testamento
Lección 5 La fe, en el Antiguo TestamentoLección 5 La fe, en el Antiguo Testamento
Lección 5 La fe, en el Antiguo TestamentoCMN :PPT
 
08 de esclavos a herederos
08 de esclavos a herederos08 de esclavos a herederos
08 de esclavos a herederoschucho1943
 
Joven | Lección 1 | La venida de Jesús | Escuela Sabática
Joven | Lección 1 | La venida de Jesús | Escuela SabáticaJoven | Lección 1 | La venida de Jesús | Escuela Sabática
Joven | Lección 1 | La venida de Jesús | Escuela Sabáticajespadill
 
PDF | Lección 11 | Pablo: Antecedentes y llamado | Escuela Sabática
PDF | Lección 11 | Pablo: Antecedentes y llamado | Escuela SabáticaPDF | Lección 11 | Pablo: Antecedentes y llamado | Escuela Sabática
PDF | Lección 11 | Pablo: Antecedentes y llamado | Escuela Sabáticajespadill
 
Adoum jorge genesis reconstruido
Adoum jorge   genesis reconstruidoAdoum jorge   genesis reconstruido
Adoum jorge genesis reconstruidoRonald Marrero
 

Similar a 2011 04-08 complementario (20)

El misterio del hijo pródigo, lucas capitulo 15
El misterio del hijo pródigo, lucas capitulo 15El misterio del hijo pródigo, lucas capitulo 15
El misterio del hijo pródigo, lucas capitulo 15
 
Lección: De esclavos a herederos
Lección: De esclavos a herederosLección: De esclavos a herederos
Lección: De esclavos a herederos
 
PDF | Lección 8 | De esclavos a herederos | Escuela Sabática
PDF | Lección 8 | De esclavos a herederos | Escuela SabáticaPDF | Lección 8 | De esclavos a herederos | Escuela Sabática
PDF | Lección 8 | De esclavos a herederos | Escuela Sabática
 
Capítulo 1 | Libro Complementario | Santiago, ¿«hermano» o «siervo» de Jesús?...
Capítulo 1 | Libro Complementario | Santiago, ¿«hermano» o «siervo» de Jesús?...Capítulo 1 | Libro Complementario | Santiago, ¿«hermano» o «siervo» de Jesús?...
Capítulo 1 | Libro Complementario | Santiago, ¿«hermano» o «siervo» de Jesús?...
 
La unidad de hombres y mujeres
La unidad de hombres y mujeresLa unidad de hombres y mujeres
La unidad de hombres y mujeres
 
Lección 8 De esclavos a Herederos
Lección 8 De esclavos a HerederosLección 8 De esclavos a Herederos
Lección 8 De esclavos a Herederos
 
Libro complementario | Capítulo 6 | Amadas de Dios | Escuela Sabática
Libro complementario | Capítulo 6 | Amadas de Dios | Escuela SabáticaLibro complementario | Capítulo 6 | Amadas de Dios | Escuela Sabática
Libro complementario | Capítulo 6 | Amadas de Dios | Escuela Sabática
 
Joven | Lección 11 | Pablo: Antecedentes y llamado | Escuela Sabática
Joven | Lección 11 | Pablo: Antecedentes y llamado | Escuela SabáticaJoven | Lección 11 | Pablo: Antecedentes y llamado | Escuela Sabática
Joven | Lección 11 | Pablo: Antecedentes y llamado | Escuela Sabática
 
8 de esclavos a herederos ppt ptr nic garza
8 de esclavos a herederos  ppt ptr nic garza8 de esclavos a herederos  ppt ptr nic garza
8 de esclavos a herederos ppt ptr nic garza
 
Apologética en un minuto: Respuestas cortas a preguntas precisas - Anwar Tapi...
Apologética en un minuto: Respuestas cortas a preguntas precisas - Anwar Tapi...Apologética en un minuto: Respuestas cortas a preguntas precisas - Anwar Tapi...
Apologética en un minuto: Respuestas cortas a preguntas precisas - Anwar Tapi...
 
Lección: El llamado pastoral de Pablo
Lección: El llamado pastoral de PabloLección: El llamado pastoral de Pablo
Lección: El llamado pastoral de Pablo
 
Cuando se tuerce galatas 3 28 by eliud gamez
Cuando se tuerce galatas 3 28 by eliud gamezCuando se tuerce galatas 3 28 by eliud gamez
Cuando se tuerce galatas 3 28 by eliud gamez
 
Lección 5 La fe, en el Antiguo Testamento
Lección 5 La fe, en el Antiguo TestamentoLección 5 La fe, en el Antiguo Testamento
Lección 5 La fe, en el Antiguo Testamento
 
08 de esclavos a herederos
08 de esclavos a herederos08 de esclavos a herederos
08 de esclavos a herederos
 
Joven | Lección 1 | La venida de Jesús | Escuela Sabática
Joven | Lección 1 | La venida de Jesús | Escuela SabáticaJoven | Lección 1 | La venida de Jesús | Escuela Sabática
Joven | Lección 1 | La venida de Jesús | Escuela Sabática
 
Leccion jovenes La venida de jesús
Leccion jovenes La venida de jesúsLeccion jovenes La venida de jesús
Leccion jovenes La venida de jesús
 
Sinopsis de colosenses
Sinopsis de colosensesSinopsis de colosenses
Sinopsis de colosenses
 
Leccion adultos Pablo: antecedentes y llamado
Leccion adultos Pablo: antecedentes y llamadoLeccion adultos Pablo: antecedentes y llamado
Leccion adultos Pablo: antecedentes y llamado
 
PDF | Lección 11 | Pablo: Antecedentes y llamado | Escuela Sabática
PDF | Lección 11 | Pablo: Antecedentes y llamado | Escuela SabáticaPDF | Lección 11 | Pablo: Antecedentes y llamado | Escuela Sabática
PDF | Lección 11 | Pablo: Antecedentes y llamado | Escuela Sabática
 
Adoum jorge genesis reconstruido
Adoum jorge   genesis reconstruidoAdoum jorge   genesis reconstruido
Adoum jorge genesis reconstruido
 

Más de Misión Peruana del Norte

Guia practica para líder GP II Trimestre 2015
Guia practica para líder GP II Trimestre 2015Guia practica para líder GP II Trimestre 2015
Guia practica para líder GP II Trimestre 2015Misión Peruana del Norte
 
Guia práctica para líderes de grupos pequeños
Guia práctica para líderes de grupos pequeñosGuia práctica para líderes de grupos pequeños
Guia práctica para líderes de grupos pequeñosMisión Peruana del Norte
 
Meditaciones matinales para adultos marzo 2014
Meditaciones matinales para adultos marzo 2014Meditaciones matinales para adultos marzo 2014
Meditaciones matinales para adultos marzo 2014Misión Peruana del Norte
 
Meditaciones matinales para adultos febrero 2014
Meditaciones matinales para adultos febrero 2014Meditaciones matinales para adultos febrero 2014
Meditaciones matinales para adultos febrero 2014Misión Peruana del Norte
 
Meditaciones matinales para adultos enero 2014
Meditaciones matinales para adultos enero 2014Meditaciones matinales para adultos enero 2014
Meditaciones matinales para adultos enero 2014Misión Peruana del Norte
 
La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 5
La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 5La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 5
La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 5Misión Peruana del Norte
 
La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 4
La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 4La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 4
La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 4Misión Peruana del Norte
 
La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 3
La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 3La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 3
La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 3Misión Peruana del Norte
 
La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 2
La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 2La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 2
La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 2Misión Peruana del Norte
 
La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 1
La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 1La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 1
La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 1Misión Peruana del Norte
 

Más de Misión Peruana del Norte (20)

8 hábitos para una pareja feliz.pptx
8 hábitos para una pareja feliz.pptx8 hábitos para una pareja feliz.pptx
8 hábitos para una pareja feliz.pptx
 
Libros originales de Ellen G. White
Libros originales de Ellen G. WhiteLibros originales de Ellen G. White
Libros originales de Ellen G. White
 
Guia practica para líder GP II Trimestre 2015
Guia practica para líder GP II Trimestre 2015Guia practica para líder GP II Trimestre 2015
Guia practica para líder GP II Trimestre 2015
 
Guía práctica para lideres GP
Guía práctica para lideres GPGuía práctica para lideres GP
Guía práctica para lideres GP
 
Guia práctica para líderes de grupos pequeños
Guia práctica para líderes de grupos pequeñosGuia práctica para líderes de grupos pequeños
Guia práctica para líderes de grupos pequeños
 
Meditaciones matinales para adultos marzo 2014
Meditaciones matinales para adultos marzo 2014Meditaciones matinales para adultos marzo 2014
Meditaciones matinales para adultos marzo 2014
 
Meditaciones matinales para adultos febrero 2014
Meditaciones matinales para adultos febrero 2014Meditaciones matinales para adultos febrero 2014
Meditaciones matinales para adultos febrero 2014
 
Meditaciones matinales para adultos enero 2014
Meditaciones matinales para adultos enero 2014Meditaciones matinales para adultos enero 2014
Meditaciones matinales para adultos enero 2014
 
La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 5
La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 5La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 5
La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 5
 
La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 4
La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 4La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 4
La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 4
 
La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 3
La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 3La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 3
La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 3
 
La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 2
La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 2La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 2
La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 2
 
La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 1
La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 1La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 1
La vida y la Misión de la Iglesia - Russell Burrill 1
 
Forum de Grupos Pequeños DSA 8
Forum de Grupos Pequeños DSA 8Forum de Grupos Pequeños DSA 8
Forum de Grupos Pequeños DSA 8
 
Forum de Grupos Pequeños DSA 7
Forum de Grupos Pequeños DSA 7Forum de Grupos Pequeños DSA 7
Forum de Grupos Pequeños DSA 7
 
Forum de Grupos Pequeños DSA 6
Forum de Grupos Pequeños DSA 6Forum de Grupos Pequeños DSA 6
Forum de Grupos Pequeños DSA 6
 
Forum de Grupos Pequeños DSA 4
Forum de Grupos Pequeños DSA 4Forum de Grupos Pequeños DSA 4
Forum de Grupos Pequeños DSA 4
 
Forum de Grupos Pequeños DSA 3
Forum de Grupos Pequeños DSA 3Forum de Grupos Pequeños DSA 3
Forum de Grupos Pequeños DSA 3
 
Forum de Grupos Pequeños DSA 2
Forum de Grupos Pequeños DSA 2Forum de Grupos Pequeños DSA 2
Forum de Grupos Pequeños DSA 2
 
Forum de Grupos Pequeños DSA 1
Forum de Grupos Pequeños DSA 1Forum de Grupos Pequeños DSA 1
Forum de Grupos Pequeños DSA 1
 

2011 04-08 complementario

  • 1. Gálatas Una respuesta apasionada para una iglesia con problemas Carl P. Cosaert CAPÍTULO 8 De esclavos a herederos E l no ser exactamente igual que los demás niños del colegio, sino tratarse en realidad de un príncipe o una princesa, parece haber sido el sueño de casi todos los niños al menos una vez en la vida. Una gran cantidad de libros y películas se aprovechan de esta fantasía infantil, a menudo con un éxito sensacional. De niño, relatos como El pequeño Lord Fauntleroy captaban mi imaginación y me llevaban a so- ñar despierto en cómo sería eso de ser príncipe. A mis hijas les pasó lo mismo cuando crecían, salvo que, en su caso, estaban fascinadas por re- latos como el de Cenicienta. Naturalmente, no solo los niños se fascinan con tales historias. Parece que el deseo de ser alguien especial afecta hasta a los adultos. En la década de 1920 había gente en todo el mundo que había quedado cautivada con la posibilidad de que una mujer que se llamaba Anna An- derson no fuese simplemente una obrera de una fábrica polaca, sino, en realidad, nada más y nada menos que la gran duquesa Anastasia de Ru- sia, hija menor del zar Nicolás II. Durante la revolución bolchevique, Nicolás II y toda su familia fueron brutalmente asesinados, o eso se cre- ía. Circularon rumores de que quizá sus dos hijos menores hubieran es- capado: Anastasia y su hermano Alexei. La pretensión de Anderson de ser Anastasia provocó un circo mediático que duró muchos años y dio origen a varios libros y películas. La idea de que una jovencita campe- sina pudiera en realidad ser una princesa parecía inspirar a muchos con esperanza para su propia problemática vital. Así, aunque Anna tuvo su parte alícuota de adversarios, también contó con muchos partidarios, algunos de los cuales eran incluso parientes de Nicolás II. A pesar de que jamás pudo demostrar sus alegaciones ante un tribunal, Anna nun- ca se retractó de su pretensión de ser Anastasia. © Recursos Escuela Sabática
  • 2. Descubrimientos recientes, sin embargo, han demostrado que Anna no era Anastasia. Las pruebas de ADN no solo han puesto muy en duda su pretensión, sino que especialistas forenses rusos también han descu- bierto y verificado las tumbas y los restos corporales del zar y de toda su familia. A pesar de sus reivindicaciones en sentido contrario, Anna no era princesa en absoluto. Fue simplemente una campesina y una charla- tana. Al final, su historia no fue más que un cuento de hadas. Aunque algunos podrían afirmar que nuestro deseo de ser algo más de lo que en realidad somos es solo una fantasía infantil, o quizá una forma de escapar de los problemas de la vida real, creo que es algo más. Es el susurro con el que Dios nos dice que nuestra vida es, verdaderamente, mucho más valiosa de lo que jamás podríamos esperar o imaginar. En Gálatas 3:26-4:11 Pablo insta a los gálatas a que recuerden precisamente esto. Por lo que Cristo ha hecho, ahora somos hijos e hijas de Dios, príncipes y princesas en su reino. El apóstol los insta a dejar de vivir la vida como si fueran esclavos y a disfrutar de todos los derechos y privi- legios que acompañan a la condición de hijo. Anna Anderson no necesi- taba ser una charlatana para ser la hija de un Rey: ya lo era. Sencilla- mente, ¡nunca se dio cuenta! Hijos de Dios (Gálatas 3:26-29) Los creyentes judíos en Galacia habían insistido en que era necesario que los gentiles se circuncidasen para entrar a formar parte de la familia del pacto de Dios. Como hemos visto, las pretensiones de los tales lleva- ron a Pablo a una extensa presentación del papel de la fe y la ley en el plan de salvación. Ya en Gálatas 3:7, Pablo señaló que la promesa que Dios había dado al principio a Abraham y sus descendientes se basaba únicamente en la fe. Aunque la ley es importante, no fue dada «oficial- mente» a la nación de Israel sino hasta unos cuatrocientos años des- pués. Por ello, Pablo argumentaba que jamás se planteó que la ley fuera la revelación suprema de Dios. Había de desempeñar un papel transito- rio en la historia de la salvación similar al de un paidagogós. Desde una perspectiva histórica (así como en nuestra propia experiencia personal), el advenimiento de Cristo cambió de manera fundamental la forma en que los seguidores de Dios se relacionan con la ley. Aunque siempre se- ñalará el pecado y será una indicación de la voluntad divina, los creyen- tes ya no estamos bajo su jurisdicción y su condena. El cristiano siempre considerará la ley a través de la perspectiva de Cristo. Y, como cristia- nos, estamos, en último término, bajo la ley de Cristo (Gálatas 6:2; 1 Co- rintios 9:21). © Recursos Escuela Sabática
  • 3. Gálatas 3:26 marca otra fase en la argumentación del apóstol. Pablo da una segunda razón por la cual los creyentes ya no estamos bajo la juris- dicción de la ley: somos «hijos» de Dios que hemos alcanzado la mayor- ía de edad. Ya no somos niños, sino adultos. Aunque el apóstol ya había explicado la relación entre la ley y la promesa, ahora centra su atención en la relación entre la ley y la filiación. Y, cuando desarrolla el concepto de filiación en Gálatas 3:26-4:11, pone fin a su sus pensamientos sobre la identidad de los auténticos hijos de Abraham que introdujo inicial- mente en Gálatas 3:7. No debiéramos tomar el uso exclusivo del apóstol de la palabra masculi- na «hijos» como una afrenta al género femenino. Desde luego, sus co- mentarios del versículo 28 indican que incluye mujeres en esa categoría. Pablo destaca a los «hijos» porque, subconscientemente, piensa en la herencia familiar que, en su tiempo y en su cultura, se transmitía a los descendientes varones. Aunque es fácil pasarlo por alto, es significativo su cambio en el uso de pronombres en el versículo 26. Pablo había dirigido sus comentarios an- teriores a los creyentes judíos (el «nosotros» de los versículos 23-25). Ahora se dirige a todos los creyentes gentiles de Galacia con el uso del pronombre plural de segunda persona, «vosotros». La afirmación que hace en el versículo 26 es revolucionaria: se dirige a los gentiles como «hijos de Dios», designación que Dios había usado como fórmula espe- cial de afecto para referirse a la nación de Israel (Éxodo 4:22-23; Deute- ronomio 14:1-2 y Oseas 11:1). Al llamar «hijos de Dios» a los gentiles in- circuncisos, Pablo desechaba la mentalidad del «nosotros» contra «ellos» promovida por algunos creyentes judíos. La bendición que había de llegar a todas las familias de la tierra como parte de la promesa de Dios a Abraham se había convertido ya en una realidad en Cristo. Desgraciadamente, los nuevos miembros de la familia no siempre son bienvenidos. Cuando alguien se suma a una familia ya establecida, las personas se sienten a menudo amenazadas, celosas y hasta se enfadan. Hace unos años nuestra familia experimentó algo de esto cuando deci- dimos adoptar un caniche. Nuestra hija pequeña fue quien más se opuso a la idea. Nunca se había sentido muy a gusto al lado de animales, por lo que la idea de tener un perro en casa no le hacía gracia. Para empeorar las cosas, al caniche que pensábamos acoger lo habían esquilado y era cualquier cosa menos bonito. Recuerdo que mi niña preguntaba: «¿Por qué tenemos que tener un perro? ¿Qué derecho tiene de incorporarse a la familia?». (Como te imaginarás, algo de tiempo y de pelo obraron ma- ravillas. Ahora nuestra hija y el caniche son casi inseparables). © Recursos Escuela Sabática
  • 4. Muchos creyentes judíos interpretaron que la disposición de Pablo a in- cluir a gentiles incircuncisos en la familia del pacto de Dios suponía una amenaza. ¿Qué derecho tenían los gentiles a formar parte de Israel sin hacerse primero judíos? ¿Qué derecho tenían a ser llamados hijos de Dios? El reiterado uso de la palabra griega «porque» (traducida a veces por sinónimos) en los versículos 26 y 27 indica la base lógica que subya- ce a la declaración del apóstol. Los gentiles son ya parte de la familia del pacto de Dios por dos razones. En primer lugar, tal como Pablo ya ha mencionado reiteradamente en su Carta (quería asegurarse de que lograba que nuestra cabezota lo capta- ra), la base de incluir a los gentiles no era que ellos hubiesen hecho algo para merecerlo, sino únicamente lo que Cristo ya había hecho. Cristo fue fiel (versículo 26).Y por la fidelidad de Jesús precisamente, ¡los gentiles disfrutan ahora de la relación especial con Dios que una vez había sido exclusiva de Israel! Sin embargo, ¿cómo puede transmitirse a los gentiles la fidelidad de Cristo? ¿Cómo logran acceder a Cristo? Nuevamente, su uso de la pala- bra «porque» en el versículo 27 (NVI) indica el directo desarrollo lógico del razonamiento de Pablo. Los creyentes se unen a Cristo mediante el bautismo. ¿Por qué el bautismo? «En el Nuevo Testamento, el bautismo implica invariablemente una radical dedicación personal que conlleva un "no" decisivo a la anterior forma de vida de cada cual y un "sí" igual de rotundo a Jesucristo». 1 En Romanos 6 Pablo describe el bautismo simbólicamente como la unión de nuestra vida con Cristo tanto en su muerte como en su resurrección. Sin embargo, resulta interesante ob- servar que el apóstol emplea una metáfora diferente en Gálatas. No es- tablece la comparación entre nuestra unión con Cristo en el bautismo y nuestra muerte con Cristo, sino entre aquella y el hecho de estar revesti- dos de Cristo. Aunque las metáforas de Pablo son diferentes, la conclu- sión sigue siendo la misma. Nuestra identidad se pierde en Cristo. En el libro de Romanos el viejo yo se entierra, mientras que en Gálatas está completamente envuelto en las vestiduras de la justicia de Cristo. Pablo parece haber extraído su terminología de «vestirse de Cristo» de los pasajes maravillosamente gráficos de las Escrituras del Antiguo Tes- tamento que dicen que Dios viste a sus seguidores de justicia y salva- ción. Isaías, por ejemplo, exclama: «En gran manera me gozaré en Je- hová, mi alma se alegrará en mi Dios, porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió y 1Timothy George, Galatians [Gálatas], The New American Commentary (Nashville: Broadman and Hol- man, 1994), tomo 30, p. 276. © Recursos Escuela Sabática
  • 5. como a novia adornada con sus joyas» (Isaías 61:10; cf. Job 29:14; Salmo 132:9). La iconografía del apóstol relativa a revestirse de Cristo trae a mi memo- ria un dicho atribuido a Mark Twain, famoso literato estadounidense: «La ropa hace al hombre». Sin duda, la ropa provoca una diferencia, desde luego. No sé cuál será tu caso, pero yo siempre me siento bien cuando estoy bien vestido, especialmente cuando ello conlleva un traje nuevo hecho a medida para adaptarse a mi complexión. Es extraño cómo la ropa adecuada puede hacer que nos enderecemos un poco más y que andemos y actuemos con más confianza. Aunque, ciertamente, la vida en este mundo es más que la moda, la observación de Twain, en el ámbito espiritual, da en el clavo. La Biblia usa la vestimenta como una metáfora significativa de la salvación. Representa una vida cubierta por Cristo. La metáfora se remonta nada más y nada menos que hasta la his- toria de la caída en Génesis, en la que se ve la falta de eficacia del empe- ño de Adán y Eva por cubrir su desnudez. El propio Dios tuvo que pro- porcionarles ropa adecuada (Génesis 3:21). Como ya hemos visto, la metáfora continúa en los profetas del Antiguo Testamento (Zacarías 3:3,4). Hasta Jesús se vale de ella en su parábola de la fiesta de bodas, en la que un invitado se niega a vestirse debidamente (Mateo 22:1-14). En sus Cartas, Pablo también se refiere reiteradamente a la salvación como un acto de «vestirse» de Cristo (Romanos 13:14; Colosenses 3:9, 10; Efesios 4:22-24; 6:11-17). Incluso el libro de Apocalipsis menciona la importancia de contar con vestiduras limpias (Apocalipsis 7:13; 22:14). En una época que parece estar obsesionada con la belleza física, la idea de «vestirse» de Cristo es un impactante recordatorio de que la ropa «real» «hace al hombre». Nuestra unión con Cristo simbolizada por el bautismo significa que lo que vale para Cristo también vale para nosotros. Dado que Cristo es la «simiente» de Abraham, como «coherederos con Cristo» (Romanos 8:17), somos también herederos de todas las promesas contractuales hechas a Abraham y sus descendientes (Gálatas 3:29). La fidelidad de Cristo es nuestra fidelidad. Su identidad es nuestra identidad. He aquí la segunda razón que da Pablo por la cual Dios puede incluir a los gentiles en la familia de su pacto. Pueden ser llamados «hijos de Dios» porque se han unido a la fe en el verdadero Hijo unigénito de Dios, Jesucristo (Gálatas 1:15,16; 2:20). Todo lo que tenemos como creyentes está arraigado en último término en Cristo. Él es la única esperanza para la infidelidad y los fracasos que acosaron a la nación hebrea a lo largo de su historia, y para todos los vi- cios por los que era conocido el mundo gentil. Cristo es el gran iguala- © Recursos Escuela Sabática
  • 6. dor. Seamos hombre o mujer, esclavo o libre, judío o gentil, en él todos estamos en pie de igualdad. Tales distinciones son irrelevantes en Cris- to. Todos necesitamos, por igual, que nuestra vida, que tanto dista de ser perfecta, sea cubierta por el manto inmaculado de su justicia. Mayoría de edad (Gálatas 4:1-3) Acabando de comprar nuestra relación con Dios como hijos y herederos, Pablo complica esa metáfora al incluir el tema de la herencia. Su termi- nología contempla una situación en la que, al parecer, ha fallecido el propietario de un gran patrimonio, dejando todas sus propiedades al hijo mayor. Sin embargo, su hijo sigue siendo menor de edad. Y, como ocurre en situaciones similares aun hoy, el testamento del padre estipu- la que su hijo ha de estar «bajo» la supervisión de tutores y administra- dores hasta que alcance la madurez. La mayoría de edad se fijaba nor- malmente entre los 20 y los 25 años. 2 Antes de que llegara ese momen- to, el hijo era el dueño del patrimonio paterno solo de título. Mientras fuera menor de edad, era poco más que un esclavo, estando su vida y sus posesiones controladas y administradas por otros. Si bien aquí la analogía de Pablo es similar a la del paidagogós en Gála- tas 3:24, presenta algunas diferencias marcadas. Aunque el propósito fundamental del apóstol al comparar la ley con un paidagogós era des- tacar su naturaleza restrictiva, su interés en Gálatas 4 está en la condi- ción del hijo como menor de edad. Esto podemos verlo claramente en la palabra griega traducida «niño» en los versículos 1 y 3. En vez de usar la palabra normal para niño (páis), emplea una palabra (népios) que se re- fiere específicamente a un niño muy pequeño, un infante. Deriva de un verbo griego (nepeléo) que significa «no tener poder». Así, para el após- tol no es simplemente un niño, sino un infante que aún no ha alcanzado el nivel de madurez necesario para ocuparse de sus propios asuntos le- gales. Otra diferencia está en que el poder de los administradores y ges- tores que describe es muy superior al de un paidagogós. Los adminis- tradores no solo eran responsables de la formación del hijo del amo, si- no que, además, se ocupaban de todos los asuntos económicos y admi- nistrativos hasta que el hijo tuviera la madurez suficiente como para asumir por sí mismo esos deberes. ¿Cómo debemos entender la analogía del apóstol? En el versículo 3, Pa- blo afirma: «Así también nosotros, cuando éramos niños estábamos en esclavitud bajo los rudimentos del mundo». Antes de poder proseguir, 2Linda L. Belleville, «"Under Law": Structural Analysis and the Pauline Concept of Law in Galatians 3:21- 4:11» ["Bajo la ley": Análisis estructural del concepto paulino de ley en Gálatas 3: 21-4: 11, Journal for the Study of the New Testament 26 (1986): p. 62. © Recursos Escuela Sabática
  • 7. tenemos que entender primero qué quiere decir cuando habla de «los rudimentos del mundo». Los expertos debaten sobre qué quiere decir el apóstol exactamente con la expresión «los rudimentos del mundo» (Gálatas 4:3, 9). La palabra griega es stoijéia literalmente significa «elementos». Hay quienes ven en ella una descripción de las sustancias básicas que componen el universo (cf. 2 Pedro 3:10,12), poderes demoníacos que controlan este siglo per- verso (Colosenses 2:15) o los principios rudimentarios de la vida religio- sa, o sea, el abecedario de la religión (Hebreos 5:12). El énfasis que Pa- blo pone en la condición de la humanidad como «niños» antes de la ve- nida de Cristo (Gálatas 4:1-3) sugiere que aquí tiene en mente los prin- cipios rudimentarios de la vida religiosa. Así, dice que el período del An- tiguo Testamento, con sus leyes y sus sacrificios, fue meramente un sila- bario evangélico que esquematizaba lo más básico de la salvación. Por importantes e instructivas que fueran las leyes morales y ceremoniales para Israel, eran solo sombras de lo que había de venir. Dios nunca se propuso que ocuparan el lugar de Cristo. El «nosotros» volvía a referirse a la situación de los judíos en relación con la ley antes de Cristo. El argumento básico del apóstol parece ser que regular la vida en torno a las reglas de la ley en vez de Cristo es como querer retroceder en el tiempo. Aunque los judíos eran herederos de las promesas de Dios, su vida religiosa era, en cierto sentido general, una etapa de inmadurez es- piritual. Abordaban el evangelio solo mediante símbolos: meras som- bras de las realidades celestiales que serían manifiestas únicamente en Cristo (Colosenses 2:17; Hebreos 8:5). Que los gálatas se volviesen a una experiencia religiosa basada en la ley una vez que Cristo ya había venido ¡era como que un hijo adulto, en la analogía de Pablo, quisiera volver a ser menor de edad! De su argumento, ¿qué podemos extraer para nuestra época? En primer lugar, es preciso que nos fijemos en Jesús, no en todos los ritos y los ri- tuales asociados con el judaísmo. Ello no quiere decir que no podamos entresacar perspectivas beneficiosas del estudio del Antiguo Testamen- to. De hecho, el Antiguo Testamento era la única «Biblia» que tenían los primeros cristianos. Hablo, más bien, de perdernos hasta tal punto en todos los detalles y los matices de los tipos del evangelio prefigurados en el Antiguo Testamento que Jesús parezca únicamente un apéndice y no el antitipo. En segundo lugar, no debiéramos contar con nadie que nos diga qué hemos de hacer o dejar de hacer en nuestro andar cristiano. No hablo de la búsqueda de consejo espiritual ni de la obediencia a las ins- trucciones divinas consignadas en las Escrituras, sino de no permitir que ningún ser humano controle nuestro comportamiento religioso. © Recursos Escuela Sabática
  • 8. Dios quiere que lo sirvamos por propia iniciativa como adultos que mantienen una relación con él, no que nos basemos en instrucciones y reglas que nos impongan otros como si fuésemos niños. La acción decisiva de Cristo en la historia humana (Gála- tas 4:4,5) La venida de Jesús a nuestro mundo no fue fruto del azar. Pablo dice que llegó en «la plenitud del tiempo» (BLA), en el momento exacto que Dios había preparado. ¿Qué «tiempo» fue ese? Desde una perspectiva histórica, se denominó la pax romana (la paz de Roma), un período de dos siglos de estabilidad y paz relativas en todo el Imperio Romano. La conquista romana del mundo mediterráneo había traído la paz, un idioma común, medios favorables para desplazarse y una cultura común que facilitó la rápida difusión del evangelio. Desde la perspectiva bíblica, también marcó el momento que Dios había señalado para la venida del Mesías prometido según las profecías de Daniel (Daniel 9:24-27). Por ello, la entrada de Jesús en la historia humana no fue, ni mucho menos, accidental. «Dios envió a su Hijo» (Gálatas 4:4). En otras pala- bras, el Señor tomó la iniciativa de nuestra salvación. También está implícita en esas palabras la fundamental creencia cristiana en la eterna deidad de Cristo (Juan 1:1-3,18; Colosenses 1:15-17; Filipenses 2:5-9). Dios no envió un mensajero celestial ni un sustituto: vino él mismo. Aunque se trataba del preexistente divino Hijo de Dios, Jesús también había «nacido de mujer» (Gálatas 4:4). Aunque la expresión sí implica el nacimiento virginal, afirma más específicamente su humanidad ge- nuina (cf. Job 14:1; 15:14; Mateo 11:11). Era necesario que Cristo asu- miera nuestra humanidad, porque no podíamos salvamos a nosotros mismos. Uniendo su divinidad inmaculada con nuestra naturaleza caí- da, Cristo cumplía los requisitos legales para ser nuestro sustituto, nues- tro Salvador y nuestro Sumo Sacerdote. La expresión «nacido bajo la ley» (Gálatas 4:4, BLA) apunta en dos direcciones. Por una parte, se re- fiere a la herencia judía de Jesús, pero también incluye el hecho de que llevó nuestra condenación. Nació bajo la ley «para redimir a los que es- taban bajo la ley» (versículo 4). Como aprendimos previamente, la palabra «redimir» significa rescatar. Se refiere al precio que alguien pagaba para comprar la libertad de un rehén o un esclavo. Tal como indica este contexto, la redención implica unos antecedentes negativos: una persona tiene la necesidad de ser libe- rada. ¿De qué necesitamos ser liberados? El Nuevo Testamento presenta cuatro cosas: 1) liberación del diablo y de sus tretas (Hebreos 2:14, 15); 2) liberación de la muerte (1 Corintios 15:56, 57); 3) liberación del poder © Recursos Escuela Sabática
  • 9. del pecado que nos esclaviza por naturaleza (Romanos 6:22); y (4) libe- ración de la condenación de la ley (Romanos 3:23, 24; Gálatas 3:13; 4:5). Sin embargo, la compensación o el beneficio definitivos de la vida, la muerte y la resurrección de Cristo no estuvieron únicamente en redi- mirnos (por maravilloso que sea), sino en que «recibiéramos la adop- ción de hijos» (Gálatas 4:5). Eso conlleva mucho más que la mera re- dención, porque en Cristo obtenemos mucho más de lo que perdimos en Adán. El uso que Pablo hace aquí del «nosotros» parece referirse no solo a los cristianos de origen judío, sino también a todos los creyentes genti- les (como implica el «vosotros» del versículo 6). Por lo que Cristo ha hecho, tanto judíos como gentiles tenemos el privilegio de ser hijos de Dios, porque solo en Cristo encuentra cumplimiento definitivo la pro- mesa del Señor a Abraham y sus descendientes. El privilegio de la adopción (Gálatas 4:6,7) A menudo denominamos «salvación» a lo que Cristo ha logrado para nosotros. Aunque eso es verdad, no llega a ser penetrante y descriptivo como el uso, exclusivo de Pablo, de la palabra «adopción» (huiothesía en griego). Aunque es el único autor del Nuevo Testamento que emplea la palabra, la adopción era un procedimiento legal perfectamente cono- cido en el mundo grecorromano. En vida de apóstol, varios emperadores romanos usaron la adopción como medio para elegir a su sucesor cuan- do no tenían ningún heredero legal. De hecho, durante los primeros dos siglos del Imperio Romano, los únicos emperadores que heredaron el trono por nacimiento fueron Claudio (41-54 d.C.), Tito (79-81 d.C.) y Domiciano (81-96 d.C.). La adopción era un acuerdo legalmente vinculante que garantizaba va- rios privilegios: 1) el hijo adoptivo se convertía en el hijo verdadero de su padre adoptivo; 2) el padre acordaba proporcionar todas las necesi- dades de alimento y vestido; 3) el hijo adoptivo no podía ser repudiado; 4) el hijo adoptivo no podía ser reducido a la esclavitud; 5) jamás se permitía que los padres naturales reclamasen el hijo adoptivo; y 6) la adopción imponía el derecho de herencia. 3 Si se garantizaban tales de- rechos en la esfera terrenal, ¡intentemos imaginar cuánto mayores son los privilegios que tenemos como hijos adoptivos de Dios! Ampliando todavía más la imagen, Pablo afirma que la señal de nuestra adopción es la presencia del Espíritu de Jesús en nuestra vida (Gálatas 3 D. R. Moore-Crispin, «Galatians 4:1-9: The Use and Abuse of Parallels» [“Gálatas 4:1-9: El uso y el abuso de paralelos”] EQ: The Evangelical Quarterly 60 (1989), p. 216 © Recursos Escuela Sabática
  • 10. 4:16). Demuestra que somos hijos de Dios porque el Espíritu no es nues- tro espíritu, sino el Espíritu de Jesús (Filipenses 1:19; 1 Pedro 1:11), Aquel que es realmente el Hijo de Dios (Gálatas 1:16,17; 2:20). 4 Pero el apóstol no se detiene ahí. Dice que también hay una «prueba» de que somos hijos de Dios. La evidencia que tiene en mente no es ningún tipo de autobombo espiritual, como la capacidad de realizar milagros, hablar en lenguas o tener visiones. No; la prueba es mucho más básica y pro- funda que todo eso. Está en el derecho que tenemos de llamar a Dios «Abba» (Gálatas 4:6; Romanos 8:15, 16). Los niños judíos usaban «Ab- ba» para dirigirse a su padre, igual que hoy usamos la palabra «papá». Aunque los estudiantes de los días de Jesús usaban ese término para re- ferirse a un maestro reverenciado, Cristo es la primera persona que se dirigió a Dios como «Abba» (Marcos 14:36). De hecho, puesto que «Ab- ba» es arameo, no griego, Pablo tiene presente específicamente la cos- tumbre y las propias palabras de Jesús. Dado que nos hemos unido a Cristo, somos hijos de Dios, y también tenemos el privilegio y el derecho de llamarlo «Abba». ¿Por qué volver a la esclavitud? (Gálatas 4:8-11) En Gálatas 4:8-11 Pablo pide a los gálatas que vivan la vida cristiana como hijos y que no vuelvan a su situación previa de esclavitud. ¿A qué estaban esclavizados los creyentes gentiles de Galacia antes de acudir a Cristo? El apóstol no describe la naturaleza exacta de sus prácticas reli- giosas anteriores, pero está claro que tiene en mente la adoración de fal- sos dioses e ídolos, que da como resultado la esclavitud espiritual. Aun- que Pablo no sea más específico, es probable que aluda al culto religioso asociado con la devoción al emperador romano. El culto al emperador y su familia como dioses se convirtió en una práctica religiosa popular en todo el Imperio Romano, en especial en Asia Menor y Galacia en los días de Pablo. Las ciudades rivalizaban por el privilegio de dedicar un templo al emperador y esperaban que la gente mostrara su lealtad a Roma par- ticipando del culto. De forma similar a las fiestas nacionales de la actua- lidad, a menudo el calendario de una ciudad giraba en torno a los días dedicados al emperador –por ejemplo, su cumpleaños, ocasiones espe- ciales durante su vida– y a los sacrificios periódicos. Pablo se habría en- contrado con todo esto durante los años de su ministerio a lo largo y an- cho de Asia Menor. De hecho, los arqueólogos han desenterrado tem- plos e inscripciones relativas al culto imperial en dieciocho de los luga- 4 James D. G. Dunn, The Epistle to the Galatians [La Epístola a los Gälatas], Black's New Testament Commen- tary (Peabody, Massachusetts: Hendrickson, 1993), p. 220 © Recursos Escuela Sabática
  • 11. res de Asia Menor mencionados específicamente en el Nuevo Testamen- to, incluyendo las siete iglesias mencionadas en el Apocalipsis. 5 ¿Qué hacían los gálatas que a Pablo le parecía tan censurable? Muchos han interpretado que su referencia a «los días, los meses, los tiempos y los años» (Gálatas 4:10) no es una mera protesta contra las leyes cere- moniales, sino también contra el sábado. Sin embargo, tal interpreta- ción va más allá de la evidencia. En primer lugar, no tenemos ninguna lista de costumbres judías idéntica a su lista de Gálatas. Y si de verdad quería señalar el sábado y otras prácticas específicas judías, está claro por Colosenses 2:16 que podría fácilmente haberlas identificado por nombre. Pablo, sin embargo, es más ambiguo. Además, si hubiese esta- do prohibiendo la práctica de las leyes ceremoniales judías, su censura a los creyentes de Galacia habría sido una contradicción directa de la ins- trucción que da en Romanos 14:5 sobre no condenar a nadie por obser- varlas o no. Entonces, ¿qué tiene en mente? El contexto indica que Pablo está trazando un paralelo más general en- tre las prácticas previas de los gentiles en el paganismo y su disposición a basar su nueva vida cristiana en las obras de la ley. Es probable que la terminología de Pablo apunte al «repleto calendario del culto al gober- nante [que] presionaba a los ciudadanos [...] para que observaran los días, los meses, los tiempos y los años que establecía para reconocimien- to y celebración especiales». 6 Vista desde esta perspectiva, su lista es mucho más genérica. Meramente intenta «maximizar las similitudes en- tre las observancias que los gálatas habían dejado atrás y las que adop- tan o están contemplando adoptar». 7 Mantener la debida perspectiva La preocupación que había en Galacia con la circuncisión era, para Pa- blo, una clara señal de que la iglesia estaba perdiendo de vista la esencia real del cristianismo. El dicho «las acciones hablan más fuerte que las palabras» se puede aplicar perfectamente en Galacia. La conducta de los creyentes de aquel lugar proclamaba que el cristianismo era, fundamen- talmente, algo que tenías que hacer, en vez de ser Alguien a quien nece- sitabas conocer. Era una senda que llevaba a un sentido defectuoso de orgullo espiritual, o bien al desánimo espiritual y al fracaso definitivo. Los creyentes de origen gentil corrían el peligro de recaer en la esclavi- 5 Hans—Josef Klauck, The Religious Context of Early Christianity [El contexto religioso del cristianismo primitivo] (Minneapolis: Fortress Press, 2003), pp. 319-325 6 Stephen Mitchel, Anatolia: Land, Men and Gods in Asia Minor [Anatolia: Tierra, hombres y dioses en Asia Menor], (Oxford: Clarendon Press, 1993), p. 10. 7 Ben Witherington, Grace in Galatia [Gracia en Galacia] (Grand Rapids: Eerdmans, 1998), p. 299 © Recursos Escuela Sabática
  • 12. tud espiritual por intentar hacerlo todo perfectamente para garantizarse la aprobación del Maestro. Pablo reta a los gálatas a recordar la identi- dad que tienen en Cristo. Lejos de ser esclavos, son hijos de Dios, con todos los derechos y privilegios que conlleva ser heredero. Su situación era similar a la historia de un recién converso desanimado que acudió a hablar con Watchman Nee, famoso cristiano chino. «Independientemente de lo mucho que ore, de lo mucho que me esfuer- ce, parece que, sencillamente, no puedo ser fiel a mi Señor. Creo que es- toy perdiendo mi salvación». Nee dijo: «¿Ves este perro que tengo aquí? Es mi perro. Está adiestrado; nunca ensucia; es obediente; para mí, es una pura delicia. Ahí fuera en la cocina tengo un hijo, un bebé. Lo ensu- cia todo, tira la comida por todas partes, se mancha la ropa, es una ca- lamidad. Pero, ¿quién va a heredar mi reino? No mi perro; mi hijo es mi heredero. Tú eres el heredero de Jesucristo porque murió precisamente por ti». 8 También nosotros somos herederos de Dios, no por nuestro propio mérito, sino por medio de su gracia. En Cristo tenemos mucho más de lo que jamás tuvimos antes del pecado de Adán. No olvidemos que en Cris- to somos hijos de Dios. Material provisto por RECURSOS ESCUELA SABATICA © http://ar.groups.yahoo.com/group/Comentarios_EscuelaSabatica http://groups.google.com.ar/group/escuela-sabatica?hl=es Suscríbase para recibir gratuitamente recursos para la Escuela Sabática 8 Lou Nichols, Hebrews: Patterns for Living [Hebreos: Pautas para vivir], (Xulon Press, 2004), p. 31. © Recursos Escuela Sabática