El documento resume el capítulo 8 del libro "Gálatas" de Carl P. Cosaert. Explica que Pablo argumenta que los creyentes ya no están bajo la jurisdicción de la ley porque son hijos de Dios. Los gentiles pueden ser llamados hijos de Dios porque su fe está en Jesucristo y se han unido a él a través del bautismo. Como coherederos con Cristo, los creyentes heredan todas las promesas hechas a Abraham.