1. GUERRA CIVIL SIRIA
La Guerra Civil Siria (en árabe: حرب ال ية ل األه ة سوري ال [al-Ḥarb al-ahliyya al-sūriyya]) es un
conflicto bélico iniciado a principios de 2011 y que se desarrolla en la actualidad en Siria. En
esta guerra se enfrentaron en su inicio las Fuerzas Armadas de Siria del gobierno del
presidente sirio, Bashar al-Asad, contra grupos armados rebeldes de diversa índole, conocidos
en Occidente como la «oposición siria». Más adelante, numerosos grupos y combatientes de
los «rebeldes» se unieron a los yihadistas del Estado Islámico de Irak y el Levante —Estado
Islámico (abreviado como EI) en español; ISIS en inglés—, también conocido como Daesh
(en árabe ,)داعش lo que le permitió a este último expandirse e invadir vastas extensiones de
Siria desde las zonas que ya ocupaba en Irak. Sin embargo, algunos grupos rebeldes
yihadistas combaten tanto contra el gobierno como contra el Estado Islámico, actualmente
existen diversas confrontaciones entre las facciones rebeldes61
Para 2017 la guerra en Siria se ha transformado en una lucha de diferentes facciones
apoyadas por uno o varios países extranjeros. Junto a las Fuerzas Armadas de Siria luchan
Hezbolá, milicias chiíes, cristianas, iraquíes y afganas, cuentan con el apoyo de Rusia, Irán y
en menor medida de China e Irak, controla las ciudades principales y el acceso al
mediterráneo, se encuentra a la ofensiva. Las milicias del autoproclamado Ejército Libre Sirio
comandados por la milicia islamista suní Ahrar al Sham, y en el norte por la milicia turcomana
Sultán Murad cuentan con el apoyo turco y los países suníes de medio oriente, tras la captura
de al Bab se encuentran en franca lucha contra las SDF en el norte y Daesh al sur, se
encuentran principalmente en Idlib y al norte de al Bab, así como en diferentes bolsas en otras
partes del país. El Frente de Liberación del Levante formado por el antiguo Al Qaeda y
diversas milicias suníes en Siria, anunciaron que lucharán hasta la completa conquista de
Siria, han tenido roces con Ahrar al Sham por el control de Idlib. Las fuerzas de Siria
Democrática surgieron como una coordinación de milicias populares kurdas, encontrándose
ahora formado por una mayoría de grupos árabes, lo que ha provocado varios conflictos
internos y con el Kurdistán iraquí, actualmente se encuentran en lucha contra las FSA y
Daesh, reciben el apoyo aéreo y militar de EE.UU. Daesh por su parte es un conglomerado de
milicias suníes formadas primeramente en Irak, al que se unieron varias milicias sirias,
controlan la mayor parte del centro de Siria, y varias zonas aisladas, actualmente lucha contra
todos los bandos. Hasta el año 2016 se estima que los grupos armados ilegales recibieron
unos 2.450 sistemas portátiles de defensa aérea, 1.750 sistemas antitanque, 650
lanzacohetes múltiples, más de 24.000 proyectiles de distintos tipos y más de 600 toneladas
de explosivos.62
En el año 2016 el gobierno tuvo resultados mixtos; se perdió de nuevo Palmira a manos del EI
y se produjo la intervención turca en la región norte, aunque para diciembre detuvo el avance
de los rebeldes y el ejército turco en la ciudad de Al-Bab, además, reconquistó Alepo, la mayor
ciudad en manos de los rebeldes y antigua capital económica del país.
Para inicios del 2017, luego de haber pactado un cese al fuego con la insurgentes, el gobierno
se lanzó a la conquista de puntos estratégicos, primero el valle de Wadi Barada fuente de
agua para Damasco, movilizándose luego hacia Palmira reconquistándola para finales de
febrero. En el norte se centró en alcanzar al Bab, y el frente con las SDF para detener el
avance de las FSA. Tras contener el avance rebelde, se dirigió hacia al Éufrates donde se
encuentran las estaciones de bombeo de agua hacia Alepo y los canales de irrigación que
Daesh detuvo tras la caída de Alepo.
Debido a la participación de numerosas potencias extranjeras se la ha denominado también
como una guerra subsidiaria. El gobierno sirio, presidido por Bashar al-Asad, cuenta con el
apoyo de Rusia, que lo considera un país aliado desde tiempos de la Unión Soviética,
la República Islámica de Irán y la organización libanesa Hezbolá.63 El gobierno y sus aliados
defienden que las manifestaciones y primeras revueltas armadas fueron organizadas y
2. financiadas por Occidente, así como a algunos grupos y ihadistas, para precipitar la caída del
gobierno y controlar el país,64 65 opinión respaldada por algunos analistas.66 Por otro lado la
«oposición siria» es apoyada por Estados Unidos,67 Turquía, Arabia Saudí y otros países
aliados occidentales y del golfo Pérsico.68 6970 La «oposición» y estos países defienden que la
insurrección fue consecuencia de la Primavera Árabe y acusan al gobierno de represión,
corrupción y de falta de democracia y libertad.
La guerra civil en Siria ha dejado para el 2015 más de 220 000 muertos71 y ya en 2013 se
contaban 63 072 víctimas civiles59 y la mayoría de las ciudades se encontraban en un estado
casi de devastación. En diciembre de 2016, el OSDH estimaba que el total de muertos, tanto
civiles como combatientes de todos los bandos, era de entre 312 000 y 437 363 personas,
mientras que las estimaciones del SCPR citadas por algunos medios internacionales
ascendían a 470 000 solo hasta febrero de 2016. Para finales de 2016, se estimaba que entre
233 000 y 320 000 combatientes de todos los bandos habían muerto en la guerra, y según el
OSDH, 90 506 civiles habían muerto en la guerra hasta diciembre de 2016. De acuerdo con
las cifras del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, en Siria había 7,6
millones de personas desplazadas dentro de las fronteras del país en julio de 2015, mientras
que según sus cálculos 4 millones de refugiados habían abandonado el país en las mismas
fechas; unas cifras de refugiados que NRC Handelsblad elevó a 4,8 millones para agosto de
2016. La guerra de Siria ha elevado el número de desplazados a escala mundial a su máximo
nivel en los últimos 18 años, mientras que el 40 % de la población está en una situación de
crisis.72 73 74 Se han usado armas químicas en repetidas ocasiones,75 y ambos bandos del
conflicto han sido acusados desde diversas organizaciones y gobiernos de cometer crímenes
de guerra, graves violaciones de los derechos humanos y daños patrimoniales.