1. RELACIONES FAMILIARES
Universidad de Montemorelos
Mtra. Susana Campos. Página 1
El plan de Dios para el matrimonio
Debemos partir del origen del amor, sus dimensiones y su
alcance. Y podemos imaginar la emoción que había en el
cielo cuando Dios se propuso iniciar la creación de todas las
cosas. Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo juntos en
la planeación, organización y ejecución de este gran evento.
Cada día de la creación fue terminado con la expresión de
satisfacción por parte de Dios con los resultados. Y el sexto
día hizo algo especial, tomó con sus manos la materia con la
cual haría al hombre, lo formó y dio un soplo, el aliento que dio origen a la vida.
Adán recibió la orden de poner nombre a todos los animales, según su especie, y él
observó cómo jugaban y convivían en pareja. De pronto comenzó a sentir el deseo de
tener compañía y simpatía, sintió el deseo de tener a alguien con quien compartir sus
ideas y mantener una conversación. Ni aun los ángeles que estaban cerca de él podían
satisfacer su necesidad de amar y ser amado. Fue entonces cuando Dios dijo, “No es
bueno que el hombre esté solo, voy a hacerle una ayuda idónea”, es decir un comple-
mento, lo que le faltaba (Génesis 2:18).
Luego Dios le hizo dormir, para tomar de él una costilla, con la cual formó a la mujer;
“no la tomó de una parte de su cabeza para que se sintiera más importante que él,
tampoco de sus pies para humillarla, sino de un costado para que caminara junto a él
y fuera su compañera”.
Dios los presentó y fue cuando se expresó el primer poema de amor romántico, “Esta
es hueso de mis huesos, carne de mi carne, por lo tanto será llamada varona, porque
del varón fue tomada” (Génesis 2:23). Adán la tomó como suya, como una parte de él.
1. Un modelo edénico para el matrimonio.
El hombre y la mujer fueron creados como corregentes (Génesis 1: 26-28)
 Cada uno era obra de las manos de Dios.
 Cada uno poseía la imagen de Dios.
 Cada uno compartía el dominio de lo creado.
 Cada uno compartía la responsabilidad de procrear.
 Sexualmente diferentes, pero seres humanos al fin(Génesis 5:2).
2. Creados para la intimidad.

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En el capítulo 2 de Génesis se ofrece más detalles respecto al proceso que trajo a la
existencia al hombre (ish) y a la mujer (ishshah). La necesidad de compañía fue defini-
tivamente implantada (Génesis 20:20).
Dios respondió a la necesidad humana con una ayuda, un compañero. (Génesis
2:22). Eva fue creada de una costilla, sacada del costado de Adán, y eso significa que
ella no debería controlarlo como cabeza, pero tampoco debía ser pisoteada como un
ser inferior, sino más bien debería estar a su lado como su igual, para ser amada y
protegida por él (White. 2007, p.21).
3. Principios guiadores del matrimonio.
La declaración original de Moisés (Génesis 2:24), con respecto al matrimonio, que fue
reiterada por Jesús (Mateo 19:5, Marcos 10:7:8) y por Pablo (Efesios 5:31) contenía
un principio muy significativo para medir la relación de pareja.
Pero en un sentido más amplio, podemos entender así:
“Por eso dejará a su padre y a su madre”
a) Separación. Significa dejar padres, parientes, amigos y todo lo que nos une física,
económica y emocionalmente, otras personas.
b) Alcanzar cierto grado de madurez física, emocional, intelectual, social y espiritual.
c) Establecerse como persona económicamente solvente.
“Y se unirá a su mujer”
a) Permanencia: permanecer juntos, vivir juntos, orar juntos, amarse y ayudarse mu-
tuamente.
b) Renunciar a todos (todas) los demás.
c) Permanecer juntos, mientras ambos vivan.
“Y los dos serán una sola carne”
a) Intimidad: significa tener intimidad, unirse en los aspectos físico, mental, espiritual
y social.

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Estos principios fueron establecidos por Dios y no muestran cambios; en cada época en
los que fueron escritos es la misma instrucción. También nos enseñan el orden de cada
uno de ellos: primero se debe alcanzar la madurez para poder abandonar el hogar pa-
terno, después unirse a la persona de su elección y comprometerse en matrimonio con
ella, para luego disfrutar de la intimidad en una relación sexual satisfactoria. Este es el
orden que Dios estableció en la Biblia, no son de opción múltiple, no se debe tomar el
que más le guste y en el orden que decida. Para alcanzar la armonía y la felicidad y el
éxito matrimoniales es importante seguir las instrucciones divinas al pie de la letra.
Dios fue un ser muy inteligente y estructuro este hermoso plan que es el matrimonio.
¿En verdad lo crees? Te invito a que realices la primera actividad que está relacionada
con este tema y obtengas nueva información sobre este maravilloso plan de Dios.

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Referencias
La Santa Biblia (1960). Versión Reina Valera.
White Elena G. de, (2007). El Hogar Cristiano. Miami, Florida, E.U.A. Asociación Publi-
cadora Interamericana