La esperanza de vida en México ha aumentado a 75 años, acercándose al promedio de los países más desarrollados. Este incremento se debe a avances en la medicina y un mayor acceso a servicios médicos, lo que ha reducido la tasa de mortalidad. Además, la mortalidad infantil también se ha reducido significativamente, pasando de 77 muertes por cada mil nacidos vivos en 1970 a 25 en la actualidad. Si bien México ha mejorado notablemente sus indicadores de salud en las últimas décadas, ahora enfrenta nuevos retos relacionados con
Impacto del desplazamiento como consecuencia de las etapas de gentrificación...
Investigación documental sobre el promedio de vida en el distrito federal
1. Investigación documental sobre el promedio de vida en el Distrito Federal
Llega a 75 años esperanza de vida
Reforma / Negocios / Alberto Barrientos. La esperanza de vida de los mexicanos llegó a los 75.2
años de edad en este 2004, según información del Consejo Nacional de Población (CONAPO).
De esta forma, México se encuentra a sólo un año de alcanzar el promedio de vida de los países
más desarrollados del planeta, que es 76 años.
El estado con la mayor esperanza de vida en México es Baja California con 76.4 años y Chiapas es
la entidad donde se vive menos con 73.6 años, según el CONAPO.
El año pasado, el mexicano promedio aspiraba a vivir 74.9 años.
En 1980 la esperanza de vida se ubicó en 67.1 años.
Para Vidal Garza Cantú, investigador de la Escuela de Graduados en Administración Pública del
ITESM, el incremento en la esperanza de vida de los mexicanos se debe al avance de la medicina,
así como un mayor acceso a los servicios médicos y a la reducción en la tasa de mortalidad,
sobretodo en el sur del país.
También la diferencia entre los estados se ha reducido notablemente en los últimos años.
Según el CONAPO, en 1970 la esperanza de vida a nivel nacional se ubicó en 60.9 años, y la
diferencia entre los estados con mayor y menor años de existencia era 17.4 años y ahora es sólo
2.8 años.
También la mortalidad infantil se ha reducido en forma importante. En 1970 se registraban 77
fallecimientos por cada mil nacidos vivos y en este año se estiman en 25.
Sin embargo, Vidal advirtió que el avance en la esperanza de vida representa un fuerte elemento
de presión para las pensiones por el hecho que está fijado con base en una edad determinada.
Contrastó las pensiones nacionales con las otorgadas en Estados Unidos que son fijadas con base
en el año de la generación del trabajador.
"El sistema americano de pensiones jubila a la gente en base a su esperanza real de vida y no en
función de una fecha determinada", refirió el investigador.
A nivel mundial México se localiza en el lugar número 42 de 216, de una lista encabezada por
Japón con 82 años; en Sierra Leona y Zambia tienen el menor promedio, con 35 años, según datos
del Buró de Referencia sobre Población.
2. México se ubica en sexto sitio en Latinoamérica y el Caribe, siendo los habitantes de Costa Rica los
que mayor esperanza de vida tienen al nacer dentro de la región, con 79 años.
En México, los habitantes del DF aspiran a vivir 76.4 años.
Esperanza de vida aumenta a 75 años en México
El país se encuentra en una fase avanzada de la transición demográfica, la cual
ha venido acompañada de un cambio en el perfil epidemiológico.
En el marco del Día Internacional de la Salud, a celebrarse el día de mañana, el
Consejo Nacional de Población (CONAPO) informa que, durante las últimas
décadas, México ha generado las condiciones necesarias para lograr una mejoría
notable en las condiciones de salud. El mejor indicador de ello es la esperanza de
vida, que aumentó 14.8 años entre 1970 y 2010 ubicándose actualmente en un
promedio de 75.4 años (77.8 para las mujeres y 73.1 para los hombres).
Respecto a las metas de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y de la
Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD), para 2005 los
países debían tener una esperanza de vida al nacer superior a los 70 años y para
2015 mayor a los 75 años. En México, las 32 entidades federativas cumplieron con
la primera meta, mientras que, respecto a la segunda 24 entidades ya han
alcanzado una esperanza de vida superior a los 75 años. Se estima que las ocho
entidades restantes la cumplirán en tiempo para 2015.
El país se encuentra en una fase avanzada de la transición demográfica, la cual
ha venido acompañada de un cambio en el perfil epidemiológico, siendo más
frecuentes las enfermedades crónico-degenerativas, como la diabetes mellitus y la
hipertensión arterial. No obstante, en algunas regiones y grupos sociales persiste
un perfil epidemiológico caracterizado por las enfermedades infecto-contagiosas y
las muertes prematuras evitables.
Entre los problemas de salud de las zonas urbanas, de acuerdo con diagnósticos
de las Naciones Unidas, se encuentran los asociados a las condiciones
ambientales, al estrés y el sedentarismo, al aumento de los riesgos de violencia, a
una mayor incidencia de enfermedades crónicas, y a algunas enfermedades
transmisibles como la tuberculosis y el VIH/SIDA.
Como consecuencia del fenómeno del envejecimiento demográfico, la tasa de
mortalidad ha aumentado ligeramente para ubicarse en cinco defunciones por
cada mil habitantes en 2010, y se prevé que esta tendencia continuará, de manera
que alcanzará 5.6 por cada mil en 2020 y 6.6 en 2030. De hecho en 2005, 74.3 %
de las defunciones registradas de adultos mayores correspondió a enfermedades
3. no transmisibles, como padecimientos cardiovasculares (primera causa de muerte
general), tumores y diabetes mellitus (segunda causa de muerte entre hombres y
mujeres, respectivamente).
La mortalidad infantil es uno de los principales indicadores sociodemográficos que
refleja las condiciones de vida y el desarrollo socioeconómico de una población, y
uno de los factores más estrechamente relacionados con el aumento de la
esperanza de vida. A nivel nacional, entre 1980 y 2005 este indicador se redujo en
68 %, al pasar de 52.6 a 16.8 defunciones de menores de un año por cada mil
nacidos vivos, y actualmente se ubica en 14.2 decesos.
Entre los factores asociados a la reducción en la mortalidad infantil destacan una
mejor educación de las madres, la creciente disponibilidad de agua en la vivienda,
el aumento en las tasas de vacunación, una mejor nutrición y un mejor acceso a
atención médica oportuna y de calidad, sobre todo a servicios que modifican el
curso de las infecciones respiratorias y digestivas.
A partir del análisis de la esperanza de vida y la mortalidad infantil es posible
aseverar que México se enfrenta a una situación demográfica en que las
condiciones de vida que mermaban el desarrollo de la población desde mediados
del siglo pasado han sido superadas en gran medida, lo cual refleja los avances
en materia sanitaria en el país. Sin embargo, existe una dificultad para mejorar los
niveles en los respectivos indicadores, al enfrentarnos a nuevos riesgos para la
salud que se encuentran relacionados a un aumento en los costos de tratamiento
de enfermedades crónico-degenerativas de una población adulta creciente.