SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 19
SALMO 3
                              BENEDICTO XVI                                  1 Salmo de David cuando huía de su hijo Absalón
                                                                             2 Señor, ¡son tantos mis enemigos,
                    AUDIENCIA GENERAL                                        Tantos quienes se alzan contra mí!
                      Plaza de San Pedro                                     3 ¡Tantos los que me dicen:
                                                                             «No tiene salvación en Dios»!
               Miércoles 7 de septiembre de 2011                             4 Pero tú Señor, eres mi escudo,
                                                                              mi gloria, quien me enaltece.
                                                                             5 Cuando clamo al Señor,
                           Orar con el Salmo 3                                él me responde desde su monte santo.
                                                                             6 Me acuesto y me quedo dormido,
                                                                             me despierto porque el Señor me sostiene.
                                                                             7 No temo a esa ingente multitud,
                                                                             Que me ha puesto cerco por doquier.
                                                                             8 ¡Ponte en acción, Señor! ¡Sálvame, Dios mío!
El color amarillo en letras o de fondo indica texto de la catequesis.        tú que golpeaste la mejilla de mis enemigos,
                                                                             Tú que rompiste los dientes de los malvados.
http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/audiences/2011/index_sp.htm   9 La salvación viene del Señor,
Adaptación a diapositivas, 13 mayo 2012. Emilio Perucha Herranz              ¡que tu bendición descienda sobre tu pueblo!
Queridos hermanos y hermanas:

                                                             Reanudamos hoy las audiencias en la Plaza de San
                                                             Pedro y,
                                                             en la «escuela de oración» que estamos viviendo
                                                             juntos en estas catequesis de los miércoles,
                                                             quiero comenzar a meditar sobre algunos Salmos,
                                                             que, come dije el pasado mes de junio,
                                                             forman el «libro de oración» por excelencia.

                                                             El primer Salmo sobre el que me detendré es un
                                                             Salmo de lamentación y de súplica lleno de una
                                                             profunda confianza,
                                                             donde la certeza de la presencia de Dios es la
                                                             base de la oración que brota de una condición de
                                                             extrema dificultad en la que se encuentra el
                                                             orante.




http://www.google.es/imgres?q=salmos+libro+de+oracione
s.http://philharmoniadelasesferas.blogspot.com/2011/03/el-
rey-david.html
Se trata del Salmo 3,
referido por la tradición judía a David en el momento en que huye de su hijo Absalón (cf. v. 1):
 es uno de los episodios más dramáticos y sufridos de la vida del rey,
cuando su hijo usurpa su trono real y le obliga a abandonar Jerusalén para salvar su vida (cf. 2 Sam
15ss).
La situación de peligro y de angustia que experimenta David hace, por tanto, de telón de fondo a esta
oración y ayuda a comprenderla,
presentándose como la situación típica en la que puede recitarse un Salmo como este.




                                                                      Todo hombre puede reconocer
                                                                      en el clamor del salmista
                                                                      aquellos sentimientos
                                                                      de dolor,
                                                                      amargura y, a la vez,
                                                                      de confianza en Dios que,
                                                                      según la narración bíblica,
                                                                      acompañaron a David al huir de
                                                                      su ciudad.
El Salmo comienza con una invocación al Señor:
«Señor, cuántos son mis enemigos, cuántos se levantan contra mí; cuántos dicen de mí: ―Ya no lo
protege Dios‖» (vv. 2-3).
La descripción que el orante hace de su situación está marcada por tonos fuertemente dramáticos



                                                                   Tres veces se subraya la idea de multitud —
                                                                   «numerosos», «muchos», «tantos»—
                                                                   que en el texto original se expresa con la misma
                                                                   raíz hebrea,
                                                                   de forma repetitiva, casi insistente,
                                                                   con el fin de recalcar aún más la enormidad del
                                                                   peligro.

                                                                   Esta insistencia sobre el número y la magnitud de
                                                                   los enemigos sirve para expresar la percepción,
                                                                   por parte del salmista,
                                                                   de la absoluta desproporción que existe entre él y
                                                                   sus perseguidores,
                                                                   una desproporción que justifica y fundamenta la
                                                                   urgencia de su petición de ayuda:
                                                                   los opresores son muchos,
                                                                   toman la delantera,
                                                                   mientras que el orante está solo e inerme,
David maldecido y apedreado por Semeí (II Samuel 16, 5-13,         bajo el poder de sus agresores.
David, a caballo, reprime a sus seguidores de responder a
Semeí con violencia, y a uno de ellos, Abisaí, le dice: «Dejadle
que me maldiga, pues el Señor ha dispuesto el que maldiga a
David».
http://www.moleiro.com/es/libros-de-horas/breviario-de-isabel-
la-catolica/miniatura/869
Sin embargo, la primera palabra que pronuncia el salmista es «Señor»;
su grito comienza con la invocación a Dios.

Una multitud se cierne y se rebela contra él,
generando un miedo que aumenta la amenaza haciéndola parecer todavía más grande y aterradora.

Pero el orante no se deja vencer por esta visión de muerte,
mantiene firme la relación con el Dios de la vida y en primer lugar se dirige a él en busca de ayuda.




                                                            Oración de súplica.




                                                             Cuando Israel toma la palabra ante Dios,
                                                             lo hace con dos actitudes fundamentales y
                                                             otras complementarias:
                                                             alabanza o agradecimiento y
                                                             petición o súplica son las dos primeras,
                                                             que se acompañan de júbilo, dolor y confianza
                                                             http://www.eltestigofiel.org/lectura/publicaciones.p
                                                             hp?idu=133
Me parece que aquí el Salmo nos toca muy personalmente:
en numerosos problemas somos tentados a pensar que quizá incluso Dios no me salva, no me
conoce, quizá no tiene la posibilidad de hacerlo;
la tentación contra la fe es la última agresión del enemigo, y a esto debemos resistir;
así encontramos a Dios y encontramos la vida.




                                                    Nota en:
                                                    http://www.odisea2008.com/2012/01/libro-de-horas-de-
                                                    catherine-de-cleves.html

                                                    En la imagen, el conocimiento,
                                                    quinto don del Espíritu Santo,
                                                    es representado por la paloma,
                                                    el estudiante mayor de rodillas lee en un libro ofrecido
                                                    por su maestro.

                                                    La leyenda en la cinta sobre el joven revela su
                                                    inspiración,
                                                    cita del Salmo 2, versículo 12,
                                                    dice que la clave del conocimiento es el aprendizaje de
                                                    la disciplina.

                                                    [Esta traducción del versículo 12 está cuestionada, en
                                                    diapositiva siguiente se expone la traducción literal].
En la Biblia traducción interconfesional (BTI), VV
editoriales. Madrid 2008,
en nota al versículo 12 [besad al hijo], dice: es
traducción literal de un texto hebreo oscuro].



Quien no tiene estudios teológicos, ni sabe, se
atreve a decir que
puede interpretarse como profecía del
Mesías, reflejándolo con H mayúscula (besad al
Hijo).
Son muestra de veneración los ósculos o besos que
se dan a las imágenes y otros objetos sagrados.




SOLEMNE Y TRADICIONAL BESAPIE DE
NUESTRO PADRE JESÚS CAUTIVO Y RESCATADO
MEDINACELI
Viernes 4 de Marzo 2011

Como es tradicional, muchas asistencias de fieles
que cumple con le tradición de el primer viernes de
marzo; …

Un hermano de la Junta limpia con sumo cariño los
pies de nuestro Cristo del beso del hermano.
http://juliojcordero.blogspot.com.es/2011/03/tradisi
onal-besapie-de-nuestro-padre.html
El Catecismo de la Iglesia Católica nos da
conocimiento para mejor resistir la
tentación; como en los artículos siguientes:

2847 El Espíritu Santo nos hace discernir
entre la prueba,
necesaria para el crecimiento del hombre
interior (cf Lc 8, 13-15; Hch 14, 22; 2 Tm 3,
12) en orden a una ―virtud probada‖ (Rm 5,
3-5),
y la tentación que conduce al pecado y a la
muerte (cf St 1, 14-15).

También debemos distinguir entre ―ser
tentado‖ y ―consentir‖ en la tentación.

Por último, el discernimiento desenmascara
la mentira de la tentación: aparentemente
su objeto es ―bueno, seductor a la vista,
deseable‖ (Gn 3, 6), mientras que, en
realidad, su fruto es la muerte.
«Dios no quiere imponer el bien, quiere
seres libres…
En algo la tentación es buena.
Todos, menos Dios, ignoran lo que nuestra
alma ha recibido de Dios, incluso nosotros.
Pero la tentación lo manifiesta para
enseñarnos a conocernos, y así,
descubrirnos nuestra miseria, y obligarnos
a dar gracias por los bienes que la tentación
nos ha manifestado» (Orígenes, De
oratione, 29, 15 y 17).

2848 ―No entrar en la tentación‖ implica una
decisión del corazón: ―Porque donde esté tu
tesoro, allí también estará tu corazón…
Nadie puede servir a dos señores‖ (Mt 6, 21-
24). ―Si vivimos según el Espíritu, obremos     Jesús en Getsemaní, Mateo 26, 41:Velad y
también según el Espíritu‖ (Ga 5, 25)…          orad, para que no caer en la tentación.
Pero los enemigos tratan también de romper este vínculo con Dios y de mellar la fe de su víctima.
Insinúan que el Señor no puede intervenir, afirman que ni siquiera Dios puede salvarle.

La agresión, por lo tanto, no es sólo física, sino que toca la dimensión espiritual:
«el Señor no puede salvarle» —dicen—, atacan el núcleo central del espíritu del Salmista.

Es la extrema tentación a la que se ve sometido el creyente, es la tentación de perder la fe,
la confianza en la cercanía de Dios.


Jeremías 1, 18-19 Mira te he convertido desde hoy en plaza fuerte, serás columna de hierro, igual que muro de bronce,
enfrentado a todo el país, a los reyes y príncipes de Judá. Sacerdotes y pueblo de la tierra
Te atacarán, pero no te podrán, pues estoy contigo para ayudarte –oráculo del Señor–.



                                                                  Jeremías 38
                                                                  4 Los dignatarios dijeron al rey; ―Ese hombre debe
                                                                  morir, porque al hablar de tal modo, está debilitando el
                                                                  ánimo de los soldados… y del resto de la gente…

                                                                  6 Entonces ellos tomaron a Jeremías y lo arrojaron al
                                                                  pozo de Malaquías, hijo del rey, que estaba en el patio
                                                                  de la guardia, descolgándolo con cuerdas.
                                                                  En el aljibe no había agua sino sólo barro,
                                                                  y Jeremías se hundió en el barro
El justo supera la última prueba, permanece firme en la fe y en
la certeza de la verdad y en la plena confianza en Dios, y
precisamente así encuentra la vida y la verdad.

El orante de nuestro Salmo está llamado a responder con la fe
a los ataques de los impíos:
los enemigos —como dije— niegan que Dios pueda ayudarle;
él, en cambio, lo invoca, lo llama por su nombre, «Señor»,
y luego se dirige a él con un «tú» enfático,
que expresa una relación firme, sólida,
y encierra en sí la certeza de la respuesta divina:

«Pero tú, Señor, eres mi escudo y mi gloria, tú mantienes alta
mi cabeza.
Si grito invocando al Señor, él me escucha desde su santo
monte» (vv. 4-5).




Arcángel san Miguel,
Se lo representa con el traje de Guerrero como Príncipe de Milicia
Celestial que es.
Ya desde el Antiguo Testamento aparece como el gran defensor del
pueblo de Dios contra el demonio y su poderosa defensa continúa en el
Nuevo Testamento.
http://www.corazones.org/santos/miguel_arcangel.htm
Ahora desaparece la visión de los enemigos, no han vencido porque quien cree en Dios está seguro de
que Dios es su amigo:
permanece sólo el «tú» de Dios; a los «muchos» se contrapone ahora uno solo,
pero mucho más grande y poderoso que muchos adversarios.




                                    Evangelio según San Juan 8,3-11
El Señor es ayuda, defensa, salvación; como escudo protege a quien confía en él, y le hace levantar la cabeza, como
gesto de triunfo y de victoria.

El hombre ya no está solo, los enemigos no son invencibles como parecían,
porque el Señor escucha el grito del oprimido y responde desde el lugar de su presencia, desde su monte santo.

El hombre grita en la angustia, en el peligro, en el dolor; el hombre pide ayuda, y Dios responde.
Este entrelazamiento del grito humano y la respuesta divina es la dialéctica de la oración y la clave de lectura de toda la
historia de la salvación.



                                                                             El grito expresa la necesidad de ayuda y
                                                                             recurre a la fidelidad del otro;
                                                                             gritar quiere decir hacer un gesto de fe en la
                                                                             cercanía y en la disponibilidad a la escucha
                                                                             de Dios.

                                                                             La oración expresa la certeza de una
                                                                             presencia divina ya experimentada y creída,
                                                                             que se manifiesta en plenitud en la respuesta
                                                                             salvífica de Dios.




                                                                           …le siguieron dos ciegos gritando: ―¡Ten
                                                                           piedad de nosotros, ¡Hijo de David!‖… les
                                                                           tocó los ojos diciendo: ―Hágase en vosotros
                                                                           según vuestra fe‖. Mateo 9, 27-29.
                                                                           Imagen cuadro de James Tissot.
Esto es relevante:
que en nuestra oración sea importante, presente, la certeza de la presencia de Dios.
De este modo, el Salmista, que se siente asediado por la muerte,
confiesa su fe en el Dios de la vida que, como escudo,
lo envuelve a su alrededor de una protección invulnerable;
quien pensaba que ya estaba perdido puede levantar la cabeza, porque el Señor lo salva;
el orante, amenazado y humillado, está en la gloria, porque Dios es su gloria.
La respuesta divina que acoge la oración dona al Salmista una seguridad total;
se acabó también el miedo, y el grito se serena en la paz, en una profunda tranquilidad interior:

«Puedo acostarme y dormir y despertar: el Señor me sostiene. No temeré al pueblo innumerable que
acampa a mi alrededor» (vv. 6-7).


                                  366 La Iglesia enseña que cada alma espiritual es directamente creada por
                                  Dios (cf. Pío XII, Enc. Humani generis, 1950: DS 3896; Pablo VI, Credo del
                                  Pueblo de Dios, 8) —no es "producida" por los padres—, y que es inmortal (cf.
                                  Concilio de Letrán V, año 1513: DS 1440): no perece cuando se separa del
                                  cuerpo en la muerte, y se unirá de nuevo al cuerpo en la resurrección final.

                                  303 El testimonio de la Escritura es unánime:
                                  la solicitud de la divina providencia es concreta e inmediata;
                                  tiene cuidado de todo, de las cosas más pequeñas hasta los grandes
                                  acontecimientos del mundo y de la historia.
                                   Las sagradas Escrituras afirman con fuerza la soberanía absoluta de Dios en
                                  el curso de los acontecimientos:
                                  "Nuestro Dios en los cielos y en la tierra, todo cuanto le place lo realiza" (Sal
                                  115, 3);
                                   y de Cristo se dice: "Si Él abre, nadie puede cerrar; si Él cierra, nadie puede
                                  abrir" (Ap 3, 7);
                                  "hay muchos proyectos en el corazón del hombre, pero sólo el plan de Dios se
                                  realiza" (Pr 19, 21).
El orante, incluso en medio del peligro y la batalla, puede dormir tranquilo, en una inequívoca actitud de
abandono confiado.
En torno a él acampan los adversarios, le asedian, son muchos, se levantan contra él, le ridiculizan y
buscan hacerle caer, pero él en cambio se acuesta y duerme tranquilo y sereno, seguro de la presencia
de Dios.



                                                                  Y al despertar,
                                                                  encuentra a Dios todavía a su
                                                                  lado, como custodio que no duerme
                                                                  (cf. Sal 121, 3-4),
                                                                  que le sostiene, le toma de la mano, no
                                                                  le abandona nunca.

                                                                  El miedo a la muerte está vencido por
                                                                  la presencia de aquél que no muere.

                                                                  Precisamente la noche,
                                                                  poblada de temores atávicos,
                                                                  la noche dolorosa de la soledad y de la
                                                                  angustiosa espera,
                                                                  ahora se transforma:
                                                                  lo que evoca la muerte se convierte en
                                                                  presencia del Eterno.
A la visibilidad del asalto enemigo, violento, imponente, se contrapone la presencia invisible de Dios,
con todo su poder invencible.
                                                    ND Teología bíblica, Editorial San Pablo 2ª edición 1990. voz:
                                                   Génesis III La historia de José: …
                                                    En esta historia aparece un nuevo concepto típicamente
                                                   sapiencial de la presencia de Dios y su acción en la historia.
                                                    Dios no interviene con gestos poderosos; su obrar no puede
                                                   separarse de la trama normal de la existencia y de las
                                                   opciones humanas.
                                                    Sólo para el que mira los acontecimientos con fe el obrar
                                                   divino es visible y descifrable. En definitiva su presencia
                                                   reside en el corazón humano.
                                                    La historia, incluso individual, que a menudo se presenta
                                                   como un amasijo de contradicciones y amarguras, adquiere
                                                   entonces una dimensión de esperanza y una lógica más
                                                   profunda.
                                                   Mural de la Sagrada Familia, en la casa de José, en Nazaret.
                                                   http://www.palabracubana.org/TierraSanta/index.htm



Y es a él a quien, después de sus expresiones de confianza, nuevamente el Salmista dirige su oración:
«Levántate, Señor; sálvame, Dios mío» (v. 8a).
Los agresores «se levantaban» (cf. v. 2) contra su víctima;
quien en cambio «se levantará» es el Señor, y será para derribarlos.
Dios lo salvará, respondiendo a su clamor.
Por ello el Salmo concluye con la visión de la liberación del peligro que mata y de la tentación que puede
hacer perecer.
Después de la petición dirigida al Señor para que se levante a salvar, el orante describe la victoria
divina:
los enemigos que, con su injusta y cruel opresión, son símbolo de todo lo que se opone a Dios y a su
plan de salvación, son derrotados.
Golpeados en la boca,
ya no podrán agredir con su destructiva violencia
y ni podrán ya insinuar el mal de la duda sobre la
presencia y el obrar de Dios:
su hablar insensato y blasfemo es definitivamente
desmentido y reducido al silencio de la
intervención salvífica del Señor (cf. v. 8bc).

De este modo, el Salmista puede concluir su
oración con una frase de connotaciones litúrgicas
que celebra, en la gratitud y en la alabanza,
al Dios de la vida:
«De ti, Señor, viene la salvación y la bendición
sobre tu pueblo» (v. 9).
Queridos hermanos y hermanas, el Salmo 3 nos ha presentado una súplica llena de confianza y de
consolación.
Orando este Salmo, podemos hacer nuestros los sentimientos del Salmista, figura del justo perseguido
que encuentra en Jesús su realización.
En el dolor, en el peligro, en la amargura de la incomprensión y de la ofensa, las palabras del Salmo
abren nuestro corazón a la certeza confortadora de la fe.
Dios siempre está cerca —incluso en las dificultades, en los problemas, en las oscuridades de la vida—
, escucha, responde y salva a su modo.
Pero es necesario saber reconocer su presencia y aceptar sus caminos,
como David al huir de forma humillante de su hijo Absalón,
como el justo perseguido del Libro de la Sabiduría y, de forma última y cumplida,
como el Señor Jesús en el Gólgota.




   David huye de su hijo Absalón           Cirilo de Escitópolis Año †560
   Dejen que Semeí me maldiga, porque      Sabiduría 3, 1, La vida de los justos
   se lo ha ordenado el Señor. 2Samuel :   está en manos de Dios y ningún
   16, 10.                                 tormento los ha de afectar.

                                                                                   Jesus crucificado en el Gólgota
Y cuando, a los ojos de los impíos, Dios parece no intervenir y el Hijo muere,
precisamente entonces se manifiesta, para todos los creyentes, la verdadera gloria y la realización
definitiva de la salvación.

Que el Señor nos done fe, nos ayude en nuestra debilidad y nos haga capaces de creer y de orar
en los momentos de angustia, en las noches dolorosas de la duda y en los largos días del dolor,
abandonándonos con confianza en él, que es nuestro «escudo» y nuestra «gloria».

Gracias




                                                                      Evangelio de San Juan 21, 1-14.
                                                                      Aparacición de Jesús junto al lago
                                                                      Tiberiades.

                                                                      13 Jesús se acercó, tomó el pan y se lo
                                                                      dio, e hizo lo mismo con el pescado.

                                                                      14 Esta fue la tercera vez que Jesús
                                                                      resucitado se apareció a sus discípulos
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española,
en particular a los fieles de la parroquia de San Francisco Javier, de Oviedo;
a la Coral Médica Pedro Pérez Velásquez y al Coro Juvenil Cultural, de la Universidad Central de
Venezuela;
a la Orquesta Sinfónica Juvenil ―Batuta‖, de Bogotá,
así como a los demás grupos provenientes de España, Costa Rica, El
Salvador, Venezuela, Argentina, México y otros países Latinoamericanos.

Invito a todos a vivir, ante cualquier adversidad, una absoluta confianza en Dios de quien procede toda
bendición.

Muchas gracias




                                                         Bencion de los alimentos por el Padre Pío

                                                         Oh Jesús,
                                                         tú que provees y
                                                         alimentas a las aves del aire,
                                                         provee y aliméntanos también a nosotros,
                                                         que no sabemos ni sembrar,
                                                         ni segar, ni recoger.
                                                         Ven, bendice nuestro alimento
                                                         y dáselo también a los que no lo tienen.

                                                         Amén

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

La actualidad más candente (20)

ESCRITO ESTA EN ACCION. EXODO 2:11-25. (EX. No. 2B) MOISES HUYE DE EGIPTO
ESCRITO ESTA EN ACCION. EXODO 2:11-25. (EX. No. 2B) MOISES HUYE DE EGIPTOESCRITO ESTA EN ACCION. EXODO 2:11-25. (EX. No. 2B) MOISES HUYE DE EGIPTO
ESCRITO ESTA EN ACCION. EXODO 2:11-25. (EX. No. 2B) MOISES HUYE DE EGIPTO
 
ESCRITO ESTA EN ACCION. GENESIS 12:10-20. (GN. No, 12B RESP.) CRUCIGRAMA CON ...
ESCRITO ESTA EN ACCION. GENESIS 12:10-20. (GN. No, 12B RESP.) CRUCIGRAMA CON ...ESCRITO ESTA EN ACCION. GENESIS 12:10-20. (GN. No, 12B RESP.) CRUCIGRAMA CON ...
ESCRITO ESTA EN ACCION. GENESIS 12:10-20. (GN. No, 12B RESP.) CRUCIGRAMA CON ...
 
ESCRITO ESTA EN ACCION. ¿QUE PASA CUANDO TENTAMOS A DIOS? ¿POR QUE VIENEN LA...
ESCRITO ESTA EN ACCION. ¿QUE PASA CUANDO  TENTAMOS A DIOS? ¿POR QUE VIENEN LA...ESCRITO ESTA EN ACCION. ¿QUE PASA CUANDO  TENTAMOS A DIOS? ¿POR QUE VIENEN LA...
ESCRITO ESTA EN ACCION. ¿QUE PASA CUANDO TENTAMOS A DIOS? ¿POR QUE VIENEN LA...
 
ESCRITO ESTA EN ACCIÓN. EXODO 33:1-.23 (EX.. No.33). LAS "7 R" DE DIOS Y MOISES
ESCRITO ESTA EN ACCIÓN. EXODO 33:1-.23 (EX.. No.33). LAS "7 R" DE DIOS Y MOISESESCRITO ESTA EN ACCIÓN. EXODO 33:1-.23 (EX.. No.33). LAS "7 R" DE DIOS Y MOISES
ESCRITO ESTA EN ACCIÓN. EXODO 33:1-.23 (EX.. No.33). LAS "7 R" DE DIOS Y MOISES
 
ESCRITO ESTA EN ACCION. (GE. No. 9B) EL DILUVIO EN OTROS LIBROS DE LA BIBLIA
ESCRITO ESTA EN ACCION. (GE. No. 9B) EL DILUVIO EN OTROS LIBROS DE LA BIBLIAESCRITO ESTA EN ACCION. (GE. No. 9B) EL DILUVIO EN OTROS LIBROS DE LA BIBLIA
ESCRITO ESTA EN ACCION. (GE. No. 9B) EL DILUVIO EN OTROS LIBROS DE LA BIBLIA
 
ESCRITO ESTA EN ACCIÓN. GÉNESIS 4:1-26. (GN. No. 4). CAIN Y ABEL
ESCRITO ESTA EN ACCIÓN. GÉNESIS 4:1-26. (GN. No. 4). CAIN Y ABELESCRITO ESTA EN ACCIÓN. GÉNESIS 4:1-26. (GN. No. 4). CAIN Y ABEL
ESCRITO ESTA EN ACCIÓN. GÉNESIS 4:1-26. (GN. No. 4). CAIN Y ABEL
 
Semana santa santiago (1)
Semana santa santiago (1)Semana santa santiago (1)
Semana santa santiago (1)
 
ESCRITO ESTA EN ACCION. GENESIS 7:1-24. (GN, NO. 7). EL DILUVIO
ESCRITO ESTA EN ACCION. GENESIS 7:1-24. (GN, NO. 7). EL DILUVIOESCRITO ESTA EN ACCION. GENESIS 7:1-24. (GN, NO. 7). EL DILUVIO
ESCRITO ESTA EN ACCION. GENESIS 7:1-24. (GN, NO. 7). EL DILUVIO
 
ESCRITO ESTA EN ACCION. GENESIS 9:1-29. (Gn. No. 9A) EL PACTO DE DIOS CON NOE
ESCRITO ESTA EN ACCION. GENESIS 9:1-29. (Gn. No. 9A) EL PACTO DE DIOS CON NOEESCRITO ESTA EN ACCION. GENESIS 9:1-29. (Gn. No. 9A) EL PACTO DE DIOS CON NOE
ESCRITO ESTA EN ACCION. GENESIS 9:1-29. (Gn. No. 9A) EL PACTO DE DIOS CON NOE
 
ESCRITO ESTA EN ACCION. GENESIS 2:1-17. (GN. 2o. 2A). EL HOMBRE EN EL HUERTO ...
ESCRITO ESTA EN ACCION. GENESIS 2:1-17. (GN. 2o. 2A). EL HOMBRE EN EL HUERTO ...ESCRITO ESTA EN ACCION. GENESIS 2:1-17. (GN. 2o. 2A). EL HOMBRE EN EL HUERTO ...
ESCRITO ESTA EN ACCION. GENESIS 2:1-17. (GN. 2o. 2A). EL HOMBRE EN EL HUERTO ...
 
ESCRITO ESTA EN ACCION. GENESIS 10:1-32. (Gn. No. 10). LOS DESCENDIENTES DE N...
ESCRITO ESTA EN ACCION. GENESIS 10:1-32. (Gn. No. 10). LOS DESCENDIENTES DE N...ESCRITO ESTA EN ACCION. GENESIS 10:1-32. (Gn. No. 10). LOS DESCENDIENTES DE N...
ESCRITO ESTA EN ACCION. GENESIS 10:1-32. (Gn. No. 10). LOS DESCENDIENTES DE N...
 
ESCRITO ESTA EN ACCION. EXODO 18:1-27. (EX. No. 18) JETRO VISITA A MOISES Y E...
ESCRITO ESTA EN ACCION. EXODO 18:1-27. (EX. No. 18) JETRO VISITA A MOISES Y E...ESCRITO ESTA EN ACCION. EXODO 18:1-27. (EX. No. 18) JETRO VISITA A MOISES Y E...
ESCRITO ESTA EN ACCION. EXODO 18:1-27. (EX. No. 18) JETRO VISITA A MOISES Y E...
 
ESCRITO ESTA EN ACCION. EXODO 20:1-26. (EX. No. 20). LOS DIEZ MANDAMIENTOS Y ...
ESCRITO ESTA EN ACCION. EXODO 20:1-26. (EX. No. 20). LOS DIEZ MANDAMIENTOS Y ...ESCRITO ESTA EN ACCION. EXODO 20:1-26. (EX. No. 20). LOS DIEZ MANDAMIENTOS Y ...
ESCRITO ESTA EN ACCION. EXODO 20:1-26. (EX. No. 20). LOS DIEZ MANDAMIENTOS Y ...
 
ESCRITO ESTA EN ACCIÓN. GÉNESIS 3:1-13. (GN. No. 3A). LA DESOBEDIENCIA DE ADÁ...
ESCRITO ESTA EN ACCIÓN. GÉNESIS 3:1-13. (GN. No. 3A). LA DESOBEDIENCIA DE ADÁ...ESCRITO ESTA EN ACCIÓN. GÉNESIS 3:1-13. (GN. No. 3A). LA DESOBEDIENCIA DE ADÁ...
ESCRITO ESTA EN ACCIÓN. GÉNESIS 3:1-13. (GN. No. 3A). LA DESOBEDIENCIA DE ADÁ...
 
ESCRITO ESTA EN ACCION. EXODO 15:1-27. (EX. No. 15). EL CANTICO DE MOISES Y M...
ESCRITO ESTA EN ACCION. EXODO 15:1-27. (EX. No. 15). EL CANTICO DE MOISES Y M...ESCRITO ESTA EN ACCION. EXODO 15:1-27. (EX. No. 15). EL CANTICO DE MOISES Y M...
ESCRITO ESTA EN ACCION. EXODO 15:1-27. (EX. No. 15). EL CANTICO DE MOISES Y M...
 
ESCRITO ESTA EN ACCIÓN. GÉNESIS 5:1-32. (GN. No.5). LOS DESCENDIENTES DE ADÁN...
ESCRITO ESTA EN ACCIÓN. GÉNESIS 5:1-32. (GN. No.5). LOS DESCENDIENTES DE ADÁN...ESCRITO ESTA EN ACCIÓN. GÉNESIS 5:1-32. (GN. No.5). LOS DESCENDIENTES DE ADÁN...
ESCRITO ESTA EN ACCIÓN. GÉNESIS 5:1-32. (GN. No.5). LOS DESCENDIENTES DE ADÁN...
 
ESCRITO ESTA EN ACCION. EXODO 14:1-20. (EX. No. 14A). LOS ISRAELITAS SON ACOR...
ESCRITO ESTA EN ACCION. EXODO 14:1-20. (EX. No. 14A). LOS ISRAELITAS SON ACOR...ESCRITO ESTA EN ACCION. EXODO 14:1-20. (EX. No. 14A). LOS ISRAELITAS SON ACOR...
ESCRITO ESTA EN ACCION. EXODO 14:1-20. (EX. No. 14A). LOS ISRAELITAS SON ACOR...
 
ESCRITO ESTA EN ACCION. GENESIS 10:1-32. (Gn. No. 10) LOS DESCENDIENTES DE NOE
ESCRITO ESTA EN ACCION. GENESIS 10:1-32. (Gn. No. 10) LOS DESCENDIENTES DE NOEESCRITO ESTA EN ACCION. GENESIS 10:1-32. (Gn. No. 10) LOS DESCENDIENTES DE NOE
ESCRITO ESTA EN ACCION. GENESIS 10:1-32. (Gn. No. 10) LOS DESCENDIENTES DE NOE
 
ESCRITO ESTA EN ACCIÓN. MATEO 27:1-14. (MT. No. 27A). JESÚS ANTE PILATO Y LA ...
ESCRITO ESTA EN ACCIÓN. MATEO 27:1-14. (MT. No. 27A). JESÚS ANTE PILATO Y LA ...ESCRITO ESTA EN ACCIÓN. MATEO 27:1-14. (MT. No. 27A). JESÚS ANTE PILATO Y LA ...
ESCRITO ESTA EN ACCIÓN. MATEO 27:1-14. (MT. No. 27A). JESÚS ANTE PILATO Y LA ...
 
ESCRITO ESTA EN ACCIÓN. GÉNESIS 11:1-32. (Gn. No. 11). RESPUESTA AL CRUCIGRA...
ESCRITO ESTA EN ACCIÓN. GÉNESIS 11:1-32. (Gn. No. 11).  RESPUESTA AL CRUCIGRA...ESCRITO ESTA EN ACCIÓN. GÉNESIS 11:1-32. (Gn. No. 11).  RESPUESTA AL CRUCIGRA...
ESCRITO ESTA EN ACCIÓN. GÉNESIS 11:1-32. (Gn. No. 11). RESPUESTA AL CRUCIGRA...
 

Similar a Benedicto16 oracion(12 )salmo3

Benedicto16 oracion(13)salmo22
Benedicto16 oracion(13)salmo22Benedicto16 oracion(13)salmo22
Benedicto16 oracion(13)salmo22
emilioperucha
 
Benedicto16 oración(7)salmo.0
Benedicto16 oración(7)salmo.0Benedicto16 oración(7)salmo.0
Benedicto16 oración(7)salmo.0
emilioperucha
 
Oracion para el tiempo de Cuaresma 01
Oracion para el tiempo de Cuaresma 01Oracion para el tiempo de Cuaresma 01
Oracion para el tiempo de Cuaresma 01
Javier Balan
 
Domingo IV. TO. ciclo C. Día 3 de febrero del 2013
Domingo IV. TO. ciclo C. Día 3 de febrero del 2013Domingo IV. TO. ciclo C. Día 3 de febrero del 2013
Domingo IV. TO. ciclo C. Día 3 de febrero del 2013
FEDERICO ALMENARA CHECA
 
Nuestra iglesia 59
Nuestra iglesia 59Nuestra iglesia 59
Nuestra iglesia 59
EvaRGP
 

Similar a Benedicto16 oracion(12 )salmo3 (20)

Benedicto16 oracion(13)salmo22
Benedicto16 oracion(13)salmo22Benedicto16 oracion(13)salmo22
Benedicto16 oracion(13)salmo22
 
Benedicto16 oración(7)salmo.0
Benedicto16 oración(7)salmo.0Benedicto16 oración(7)salmo.0
Benedicto16 oración(7)salmo.0
 
La misericordia de dios en el magníficat
La misericordia de dios en el magníficatLa misericordia de dios en el magníficat
La misericordia de dios en el magníficat
 
40. salmo 40 ¿quién vence al mundo (comparte la biblia)
40.  salmo 40 ¿quién vence al mundo (comparte la biblia)40.  salmo 40 ¿quién vence al mundo (comparte la biblia)
40. salmo 40 ¿quién vence al mundo (comparte la biblia)
 
Oracion para el tiempo de Cuaresma 01
Oracion para el tiempo de Cuaresma 01Oracion para el tiempo de Cuaresma 01
Oracion para el tiempo de Cuaresma 01
 
ESCRITO ESTA EN ACCION. MATEO 13:1-23 (MT. No. 13A) JESUS Y LA PARABOLA DEL ...
ESCRITO ESTA EN ACCION. MATEO 13:1-23 (MT. No. 13A)  JESUS Y LA PARABOLA DEL ...ESCRITO ESTA EN ACCION. MATEO 13:1-23 (MT. No. 13A)  JESUS Y LA PARABOLA DEL ...
ESCRITO ESTA EN ACCION. MATEO 13:1-23 (MT. No. 13A) JESUS Y LA PARABOLA DEL ...
 
Salmo 053
Salmo 053Salmo 053
Salmo 053
 
FIESTA DE MADRE URSULA VIGILIA de ORACION
FIESTA DE MADRE URSULA VIGILIA de ORACIONFIESTA DE MADRE URSULA VIGILIA de ORACION
FIESTA DE MADRE URSULA VIGILIA de ORACION
 
Reflexión sobre la injusticia y el sufrimiento humano
Reflexión sobre la injusticia y el sufrimiento humanoReflexión sobre la injusticia y el sufrimiento humano
Reflexión sobre la injusticia y el sufrimiento humano
 
ESCRITO ESTA EN ACCION. MATEO 7:15-29. (MT. No. 7B) JESUS Y EL GRAN SERMON DE...
ESCRITO ESTA EN ACCION. MATEO 7:15-29. (MT. No. 7B) JESUS Y EL GRAN SERMON DE...ESCRITO ESTA EN ACCION. MATEO 7:15-29. (MT. No. 7B) JESUS Y EL GRAN SERMON DE...
ESCRITO ESTA EN ACCION. MATEO 7:15-29. (MT. No. 7B) JESUS Y EL GRAN SERMON DE...
 
Salmo 029
Salmo 029Salmo 029
Salmo 029
 
Salmo 115
Salmo 115Salmo 115
Salmo 115
 
El creyente-mayor
El creyente-mayorEl creyente-mayor
El creyente-mayor
 
Dios nos habla mediante Jeremias
Dios nos habla mediante Jeremias Dios nos habla mediante Jeremias
Dios nos habla mediante Jeremias
 
Domingo IV. TO. ciclo C. Día 3 de febrero del 2013
Domingo IV. TO. ciclo C. Día 3 de febrero del 2013Domingo IV. TO. ciclo C. Día 3 de febrero del 2013
Domingo IV. TO. ciclo C. Día 3 de febrero del 2013
 
DONDE ESTA DIOS.docx
DONDE ESTA DIOS.docxDONDE ESTA DIOS.docx
DONDE ESTA DIOS.docx
 
4. dios mío, dios mío...
4. dios mío, dios mío...4. dios mío, dios mío...
4. dios mío, dios mío...
 
54. salmo 55 pero yo en tí confiaré
54.  salmo 55 pero yo en tí confiaré54.  salmo 55 pero yo en tí confiaré
54. salmo 55 pero yo en tí confiaré
 
Nuestra iglesia 59
Nuestra iglesia 59Nuestra iglesia 59
Nuestra iglesia 59
 
Salmo 091
Salmo 091Salmo 091
Salmo 091
 

Más de emilioperucha

10GradosAmorFOTO - copia.pptx..............
10GradosAmorFOTO - copia.pptx..............10GradosAmorFOTO - copia.pptx..............
10GradosAmorFOTO - copia.pptx..............
emilioperucha
 
10GradosAmorFOTO - copia.pptx..........................
10GradosAmorFOTO - copia.pptx..........................10GradosAmorFOTO - copia.pptx..........................
10GradosAmorFOTO - copia.pptx..........................
emilioperucha
 

Más de emilioperucha (20)

10GradosAmorFOTO - copia.pptx..............
10GradosAmorFOTO - copia.pptx..............10GradosAmorFOTO - copia.pptx..............
10GradosAmorFOTO - copia.pptx..............
 
10GradosAmorFOTO - copia.pptx..........................
10GradosAmorFOTO - copia.pptx..........................10GradosAmorFOTO - copia.pptx..........................
10GradosAmorFOTO - copia.pptx..........................
 
Viacruci sde jesús,dictado.a.josefa.menendez.
Viacruci sde jesús,dictado.a.josefa.menendez.Viacruci sde jesús,dictado.a.josefa.menendez.
Viacruci sde jesús,dictado.a.josefa.menendez.
 
7 dolores.virgen.maría.y5apéndices.octubre.2014
7 dolores.virgen.maría.y5apéndices.octubre.20147 dolores.virgen.maría.y5apéndices.octubre.2014
7 dolores.virgen.maría.y5apéndices.octubre.2014
 
Santo rosario.rezopersonalizsept2014.1
Santo rosario.rezopersonalizsept2014.1Santo rosario.rezopersonalizsept2014.1
Santo rosario.rezopersonalizsept2014.1
 
Santo rosario rezo personalizado
Santo rosario rezo personalizadoSanto rosario rezo personalizado
Santo rosario rezo personalizado
 
Papa.fancisco cuaresmatiempoconversión
Papa.fancisco cuaresmatiempoconversiónPapa.fancisco cuaresmatiempoconversión
Papa.fancisco cuaresmatiempoconversión
 
Papa.fancisco sacramentos5.unciónenfermos
Papa.fancisco sacramentos5.unciónenfermosPapa.fancisco sacramentos5.unciónenfermos
Papa.fancisco sacramentos5.unciónenfermos
 
Papa.fancisco sacramentos.4.reconciliación
Papa.fancisco sacramentos.4.reconciliaciónPapa.fancisco sacramentos.4.reconciliación
Papa.fancisco sacramentos.4.reconciliación
 
Papa.fancisco.sacramento3.cómo vivimos la eucaristía
Papa.fancisco.sacramento3.cómo vivimos la eucaristíaPapa.fancisco.sacramento3.cómo vivimos la eucaristía
Papa.fancisco.sacramento3.cómo vivimos la eucaristía
 
Papa.fancisco sacramento3.eucaristía
Papa.fancisco sacramento3.eucaristíaPapa.fancisco sacramento3.eucaristía
Papa.fancisco sacramento3.eucaristía
 
Papa.fancisco sacramentos2.confesion
Papa.fancisco sacramentos2.confesionPapa.fancisco sacramentos2.confesion
Papa.fancisco sacramentos2.confesion
 
Papa.fancisco audienciageneralsemanaoracionunidadcristianos
Papa.fancisco audienciageneralsemanaoracionunidadcristianosPapa.fancisco audienciageneralsemanaoracionunidadcristianos
Papa.fancisco audienciageneralsemanaoracionunidadcristianos
 
Papa.fancisco,.sacramentos,1 bautismo2.fruto
Papa.fancisco,.sacramentos,1 bautismo2.frutoPapa.fancisco,.sacramentos,1 bautismo2.fruto
Papa.fancisco,.sacramentos,1 bautismo2.fruto
 
Benedict16.pecado original.en.s.pablo
Benedict16.pecado original.en.s.pabloBenedict16.pecado original.en.s.pablo
Benedict16.pecado original.en.s.pablo
 
Papa.francisco.catequesis sacramentos.bautismo
Papa.francisco.catequesis sacramentos.bautismoPapa.francisco.catequesis sacramentos.bautismo
Papa.francisco.catequesis sacramentos.bautismo
 
Papa.fancisco,¡jesús es dios con nosotros! 
Papa.fancisco,¡jesús es dios con nosotros! Papa.fancisco,¡jesús es dios con nosotros! 
Papa.fancisco,¡jesús es dios con nosotros! 
 
Papa.fancisco añofe46.resurrección,cristo.y.nuestra.resurrección
Papa.fancisco añofe46.resurrección,cristo.y.nuestra.resurrecciónPapa.fancisco añofe46.resurrección,cristo.y.nuestra.resurrección
Papa.fancisco añofe46.resurrección,cristo.y.nuestra.resurrección
 
Papa.fancisco añofe47.juiciofinal
Papa.fancisco añofe47.juiciofinalPapa.fancisco añofe47.juiciofinal
Papa.fancisco añofe47.juiciofinal
 
Benedicto16.papa franciscoaño.fe.0.catequesis2012 13
Benedicto16.papa franciscoaño.fe.0.catequesis2012 13Benedicto16.papa franciscoaño.fe.0.catequesis2012 13
Benedicto16.papa franciscoaño.fe.0.catequesis2012 13
 

Benedicto16 oracion(12 )salmo3

  • 1. SALMO 3 BENEDICTO XVI 1 Salmo de David cuando huía de su hijo Absalón 2 Señor, ¡son tantos mis enemigos, AUDIENCIA GENERAL Tantos quienes se alzan contra mí! Plaza de San Pedro 3 ¡Tantos los que me dicen: «No tiene salvación en Dios»! Miércoles 7 de septiembre de 2011 4 Pero tú Señor, eres mi escudo, mi gloria, quien me enaltece. 5 Cuando clamo al Señor, Orar con el Salmo 3 él me responde desde su monte santo. 6 Me acuesto y me quedo dormido, me despierto porque el Señor me sostiene. 7 No temo a esa ingente multitud, Que me ha puesto cerco por doquier. 8 ¡Ponte en acción, Señor! ¡Sálvame, Dios mío! El color amarillo en letras o de fondo indica texto de la catequesis. tú que golpeaste la mejilla de mis enemigos, Tú que rompiste los dientes de los malvados. http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/audiences/2011/index_sp.htm 9 La salvación viene del Señor, Adaptación a diapositivas, 13 mayo 2012. Emilio Perucha Herranz ¡que tu bendición descienda sobre tu pueblo!
  • 2. Queridos hermanos y hermanas: Reanudamos hoy las audiencias en la Plaza de San Pedro y, en la «escuela de oración» que estamos viviendo juntos en estas catequesis de los miércoles, quiero comenzar a meditar sobre algunos Salmos, que, come dije el pasado mes de junio, forman el «libro de oración» por excelencia. El primer Salmo sobre el que me detendré es un Salmo de lamentación y de súplica lleno de una profunda confianza, donde la certeza de la presencia de Dios es la base de la oración que brota de una condición de extrema dificultad en la que se encuentra el orante. http://www.google.es/imgres?q=salmos+libro+de+oracione s.http://philharmoniadelasesferas.blogspot.com/2011/03/el- rey-david.html
  • 3. Se trata del Salmo 3, referido por la tradición judía a David en el momento en que huye de su hijo Absalón (cf. v. 1): es uno de los episodios más dramáticos y sufridos de la vida del rey, cuando su hijo usurpa su trono real y le obliga a abandonar Jerusalén para salvar su vida (cf. 2 Sam 15ss). La situación de peligro y de angustia que experimenta David hace, por tanto, de telón de fondo a esta oración y ayuda a comprenderla, presentándose como la situación típica en la que puede recitarse un Salmo como este. Todo hombre puede reconocer en el clamor del salmista aquellos sentimientos de dolor, amargura y, a la vez, de confianza en Dios que, según la narración bíblica, acompañaron a David al huir de su ciudad.
  • 4. El Salmo comienza con una invocación al Señor: «Señor, cuántos son mis enemigos, cuántos se levantan contra mí; cuántos dicen de mí: ―Ya no lo protege Dios‖» (vv. 2-3). La descripción que el orante hace de su situación está marcada por tonos fuertemente dramáticos Tres veces se subraya la idea de multitud — «numerosos», «muchos», «tantos»— que en el texto original se expresa con la misma raíz hebrea, de forma repetitiva, casi insistente, con el fin de recalcar aún más la enormidad del peligro. Esta insistencia sobre el número y la magnitud de los enemigos sirve para expresar la percepción, por parte del salmista, de la absoluta desproporción que existe entre él y sus perseguidores, una desproporción que justifica y fundamenta la urgencia de su petición de ayuda: los opresores son muchos, toman la delantera, mientras que el orante está solo e inerme, David maldecido y apedreado por Semeí (II Samuel 16, 5-13, bajo el poder de sus agresores. David, a caballo, reprime a sus seguidores de responder a Semeí con violencia, y a uno de ellos, Abisaí, le dice: «Dejadle que me maldiga, pues el Señor ha dispuesto el que maldiga a David». http://www.moleiro.com/es/libros-de-horas/breviario-de-isabel- la-catolica/miniatura/869
  • 5. Sin embargo, la primera palabra que pronuncia el salmista es «Señor»; su grito comienza con la invocación a Dios. Una multitud se cierne y se rebela contra él, generando un miedo que aumenta la amenaza haciéndola parecer todavía más grande y aterradora. Pero el orante no se deja vencer por esta visión de muerte, mantiene firme la relación con el Dios de la vida y en primer lugar se dirige a él en busca de ayuda. Oración de súplica. Cuando Israel toma la palabra ante Dios, lo hace con dos actitudes fundamentales y otras complementarias: alabanza o agradecimiento y petición o súplica son las dos primeras, que se acompañan de júbilo, dolor y confianza http://www.eltestigofiel.org/lectura/publicaciones.p hp?idu=133
  • 6. Me parece que aquí el Salmo nos toca muy personalmente: en numerosos problemas somos tentados a pensar que quizá incluso Dios no me salva, no me conoce, quizá no tiene la posibilidad de hacerlo; la tentación contra la fe es la última agresión del enemigo, y a esto debemos resistir; así encontramos a Dios y encontramos la vida. Nota en: http://www.odisea2008.com/2012/01/libro-de-horas-de- catherine-de-cleves.html En la imagen, el conocimiento, quinto don del Espíritu Santo, es representado por la paloma, el estudiante mayor de rodillas lee en un libro ofrecido por su maestro. La leyenda en la cinta sobre el joven revela su inspiración, cita del Salmo 2, versículo 12, dice que la clave del conocimiento es el aprendizaje de la disciplina. [Esta traducción del versículo 12 está cuestionada, en diapositiva siguiente se expone la traducción literal].
  • 7. En la Biblia traducción interconfesional (BTI), VV editoriales. Madrid 2008, en nota al versículo 12 [besad al hijo], dice: es traducción literal de un texto hebreo oscuro]. Quien no tiene estudios teológicos, ni sabe, se atreve a decir que puede interpretarse como profecía del Mesías, reflejándolo con H mayúscula (besad al Hijo). Son muestra de veneración los ósculos o besos que se dan a las imágenes y otros objetos sagrados. SOLEMNE Y TRADICIONAL BESAPIE DE NUESTRO PADRE JESÚS CAUTIVO Y RESCATADO MEDINACELI Viernes 4 de Marzo 2011 Como es tradicional, muchas asistencias de fieles que cumple con le tradición de el primer viernes de marzo; … Un hermano de la Junta limpia con sumo cariño los pies de nuestro Cristo del beso del hermano. http://juliojcordero.blogspot.com.es/2011/03/tradisi onal-besapie-de-nuestro-padre.html
  • 8. El Catecismo de la Iglesia Católica nos da conocimiento para mejor resistir la tentación; como en los artículos siguientes: 2847 El Espíritu Santo nos hace discernir entre la prueba, necesaria para el crecimiento del hombre interior (cf Lc 8, 13-15; Hch 14, 22; 2 Tm 3, 12) en orden a una ―virtud probada‖ (Rm 5, 3-5), y la tentación que conduce al pecado y a la muerte (cf St 1, 14-15). También debemos distinguir entre ―ser tentado‖ y ―consentir‖ en la tentación. Por último, el discernimiento desenmascara la mentira de la tentación: aparentemente su objeto es ―bueno, seductor a la vista, deseable‖ (Gn 3, 6), mientras que, en realidad, su fruto es la muerte. «Dios no quiere imponer el bien, quiere seres libres… En algo la tentación es buena. Todos, menos Dios, ignoran lo que nuestra alma ha recibido de Dios, incluso nosotros. Pero la tentación lo manifiesta para enseñarnos a conocernos, y así, descubrirnos nuestra miseria, y obligarnos a dar gracias por los bienes que la tentación nos ha manifestado» (Orígenes, De oratione, 29, 15 y 17). 2848 ―No entrar en la tentación‖ implica una decisión del corazón: ―Porque donde esté tu tesoro, allí también estará tu corazón… Nadie puede servir a dos señores‖ (Mt 6, 21- 24). ―Si vivimos según el Espíritu, obremos Jesús en Getsemaní, Mateo 26, 41:Velad y también según el Espíritu‖ (Ga 5, 25)… orad, para que no caer en la tentación.
  • 9. Pero los enemigos tratan también de romper este vínculo con Dios y de mellar la fe de su víctima. Insinúan que el Señor no puede intervenir, afirman que ni siquiera Dios puede salvarle. La agresión, por lo tanto, no es sólo física, sino que toca la dimensión espiritual: «el Señor no puede salvarle» —dicen—, atacan el núcleo central del espíritu del Salmista. Es la extrema tentación a la que se ve sometido el creyente, es la tentación de perder la fe, la confianza en la cercanía de Dios. Jeremías 1, 18-19 Mira te he convertido desde hoy en plaza fuerte, serás columna de hierro, igual que muro de bronce, enfrentado a todo el país, a los reyes y príncipes de Judá. Sacerdotes y pueblo de la tierra Te atacarán, pero no te podrán, pues estoy contigo para ayudarte –oráculo del Señor–. Jeremías 38 4 Los dignatarios dijeron al rey; ―Ese hombre debe morir, porque al hablar de tal modo, está debilitando el ánimo de los soldados… y del resto de la gente… 6 Entonces ellos tomaron a Jeremías y lo arrojaron al pozo de Malaquías, hijo del rey, que estaba en el patio de la guardia, descolgándolo con cuerdas. En el aljibe no había agua sino sólo barro, y Jeremías se hundió en el barro
  • 10. El justo supera la última prueba, permanece firme en la fe y en la certeza de la verdad y en la plena confianza en Dios, y precisamente así encuentra la vida y la verdad. El orante de nuestro Salmo está llamado a responder con la fe a los ataques de los impíos: los enemigos —como dije— niegan que Dios pueda ayudarle; él, en cambio, lo invoca, lo llama por su nombre, «Señor», y luego se dirige a él con un «tú» enfático, que expresa una relación firme, sólida, y encierra en sí la certeza de la respuesta divina: «Pero tú, Señor, eres mi escudo y mi gloria, tú mantienes alta mi cabeza. Si grito invocando al Señor, él me escucha desde su santo monte» (vv. 4-5). Arcángel san Miguel, Se lo representa con el traje de Guerrero como Príncipe de Milicia Celestial que es. Ya desde el Antiguo Testamento aparece como el gran defensor del pueblo de Dios contra el demonio y su poderosa defensa continúa en el Nuevo Testamento. http://www.corazones.org/santos/miguel_arcangel.htm
  • 11. Ahora desaparece la visión de los enemigos, no han vencido porque quien cree en Dios está seguro de que Dios es su amigo: permanece sólo el «tú» de Dios; a los «muchos» se contrapone ahora uno solo, pero mucho más grande y poderoso que muchos adversarios. Evangelio según San Juan 8,3-11
  • 12. El Señor es ayuda, defensa, salvación; como escudo protege a quien confía en él, y le hace levantar la cabeza, como gesto de triunfo y de victoria. El hombre ya no está solo, los enemigos no son invencibles como parecían, porque el Señor escucha el grito del oprimido y responde desde el lugar de su presencia, desde su monte santo. El hombre grita en la angustia, en el peligro, en el dolor; el hombre pide ayuda, y Dios responde. Este entrelazamiento del grito humano y la respuesta divina es la dialéctica de la oración y la clave de lectura de toda la historia de la salvación. El grito expresa la necesidad de ayuda y recurre a la fidelidad del otro; gritar quiere decir hacer un gesto de fe en la cercanía y en la disponibilidad a la escucha de Dios. La oración expresa la certeza de una presencia divina ya experimentada y creída, que se manifiesta en plenitud en la respuesta salvífica de Dios. …le siguieron dos ciegos gritando: ―¡Ten piedad de nosotros, ¡Hijo de David!‖… les tocó los ojos diciendo: ―Hágase en vosotros según vuestra fe‖. Mateo 9, 27-29. Imagen cuadro de James Tissot.
  • 13. Esto es relevante: que en nuestra oración sea importante, presente, la certeza de la presencia de Dios. De este modo, el Salmista, que se siente asediado por la muerte, confiesa su fe en el Dios de la vida que, como escudo, lo envuelve a su alrededor de una protección invulnerable; quien pensaba que ya estaba perdido puede levantar la cabeza, porque el Señor lo salva; el orante, amenazado y humillado, está en la gloria, porque Dios es su gloria. La respuesta divina que acoge la oración dona al Salmista una seguridad total; se acabó también el miedo, y el grito se serena en la paz, en una profunda tranquilidad interior: «Puedo acostarme y dormir y despertar: el Señor me sostiene. No temeré al pueblo innumerable que acampa a mi alrededor» (vv. 6-7). 366 La Iglesia enseña que cada alma espiritual es directamente creada por Dios (cf. Pío XII, Enc. Humani generis, 1950: DS 3896; Pablo VI, Credo del Pueblo de Dios, 8) —no es "producida" por los padres—, y que es inmortal (cf. Concilio de Letrán V, año 1513: DS 1440): no perece cuando se separa del cuerpo en la muerte, y se unirá de nuevo al cuerpo en la resurrección final. 303 El testimonio de la Escritura es unánime: la solicitud de la divina providencia es concreta e inmediata; tiene cuidado de todo, de las cosas más pequeñas hasta los grandes acontecimientos del mundo y de la historia. Las sagradas Escrituras afirman con fuerza la soberanía absoluta de Dios en el curso de los acontecimientos: "Nuestro Dios en los cielos y en la tierra, todo cuanto le place lo realiza" (Sal 115, 3); y de Cristo se dice: "Si Él abre, nadie puede cerrar; si Él cierra, nadie puede abrir" (Ap 3, 7); "hay muchos proyectos en el corazón del hombre, pero sólo el plan de Dios se realiza" (Pr 19, 21).
  • 14. El orante, incluso en medio del peligro y la batalla, puede dormir tranquilo, en una inequívoca actitud de abandono confiado. En torno a él acampan los adversarios, le asedian, son muchos, se levantan contra él, le ridiculizan y buscan hacerle caer, pero él en cambio se acuesta y duerme tranquilo y sereno, seguro de la presencia de Dios. Y al despertar, encuentra a Dios todavía a su lado, como custodio que no duerme (cf. Sal 121, 3-4), que le sostiene, le toma de la mano, no le abandona nunca. El miedo a la muerte está vencido por la presencia de aquél que no muere. Precisamente la noche, poblada de temores atávicos, la noche dolorosa de la soledad y de la angustiosa espera, ahora se transforma: lo que evoca la muerte se convierte en presencia del Eterno.
  • 15. A la visibilidad del asalto enemigo, violento, imponente, se contrapone la presencia invisible de Dios, con todo su poder invencible. ND Teología bíblica, Editorial San Pablo 2ª edición 1990. voz: Génesis III La historia de José: … En esta historia aparece un nuevo concepto típicamente sapiencial de la presencia de Dios y su acción en la historia. Dios no interviene con gestos poderosos; su obrar no puede separarse de la trama normal de la existencia y de las opciones humanas. Sólo para el que mira los acontecimientos con fe el obrar divino es visible y descifrable. En definitiva su presencia reside en el corazón humano. La historia, incluso individual, que a menudo se presenta como un amasijo de contradicciones y amarguras, adquiere entonces una dimensión de esperanza y una lógica más profunda. Mural de la Sagrada Familia, en la casa de José, en Nazaret. http://www.palabracubana.org/TierraSanta/index.htm Y es a él a quien, después de sus expresiones de confianza, nuevamente el Salmista dirige su oración: «Levántate, Señor; sálvame, Dios mío» (v. 8a). Los agresores «se levantaban» (cf. v. 2) contra su víctima; quien en cambio «se levantará» es el Señor, y será para derribarlos. Dios lo salvará, respondiendo a su clamor. Por ello el Salmo concluye con la visión de la liberación del peligro que mata y de la tentación que puede hacer perecer. Después de la petición dirigida al Señor para que se levante a salvar, el orante describe la victoria divina: los enemigos que, con su injusta y cruel opresión, son símbolo de todo lo que se opone a Dios y a su plan de salvación, son derrotados.
  • 16. Golpeados en la boca, ya no podrán agredir con su destructiva violencia y ni podrán ya insinuar el mal de la duda sobre la presencia y el obrar de Dios: su hablar insensato y blasfemo es definitivamente desmentido y reducido al silencio de la intervención salvífica del Señor (cf. v. 8bc). De este modo, el Salmista puede concluir su oración con una frase de connotaciones litúrgicas que celebra, en la gratitud y en la alabanza, al Dios de la vida: «De ti, Señor, viene la salvación y la bendición sobre tu pueblo» (v. 9).
  • 17. Queridos hermanos y hermanas, el Salmo 3 nos ha presentado una súplica llena de confianza y de consolación. Orando este Salmo, podemos hacer nuestros los sentimientos del Salmista, figura del justo perseguido que encuentra en Jesús su realización. En el dolor, en el peligro, en la amargura de la incomprensión y de la ofensa, las palabras del Salmo abren nuestro corazón a la certeza confortadora de la fe. Dios siempre está cerca —incluso en las dificultades, en los problemas, en las oscuridades de la vida— , escucha, responde y salva a su modo. Pero es necesario saber reconocer su presencia y aceptar sus caminos, como David al huir de forma humillante de su hijo Absalón, como el justo perseguido del Libro de la Sabiduría y, de forma última y cumplida, como el Señor Jesús en el Gólgota. David huye de su hijo Absalón Cirilo de Escitópolis Año †560 Dejen que Semeí me maldiga, porque Sabiduría 3, 1, La vida de los justos se lo ha ordenado el Señor. 2Samuel : está en manos de Dios y ningún 16, 10. tormento los ha de afectar. Jesus crucificado en el Gólgota
  • 18. Y cuando, a los ojos de los impíos, Dios parece no intervenir y el Hijo muere, precisamente entonces se manifiesta, para todos los creyentes, la verdadera gloria y la realización definitiva de la salvación. Que el Señor nos done fe, nos ayude en nuestra debilidad y nos haga capaces de creer y de orar en los momentos de angustia, en las noches dolorosas de la duda y en los largos días del dolor, abandonándonos con confianza en él, que es nuestro «escudo» y nuestra «gloria». Gracias Evangelio de San Juan 21, 1-14. Aparacición de Jesús junto al lago Tiberiades. 13 Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio, e hizo lo mismo con el pescado. 14 Esta fue la tercera vez que Jesús resucitado se apareció a sus discípulos
  • 19. Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los fieles de la parroquia de San Francisco Javier, de Oviedo; a la Coral Médica Pedro Pérez Velásquez y al Coro Juvenil Cultural, de la Universidad Central de Venezuela; a la Orquesta Sinfónica Juvenil ―Batuta‖, de Bogotá, así como a los demás grupos provenientes de España, Costa Rica, El Salvador, Venezuela, Argentina, México y otros países Latinoamericanos. Invito a todos a vivir, ante cualquier adversidad, una absoluta confianza en Dios de quien procede toda bendición. Muchas gracias Bencion de los alimentos por el Padre Pío Oh Jesús, tú que provees y alimentas a las aves del aire, provee y aliméntanos también a nosotros, que no sabemos ni sembrar, ni segar, ni recoger. Ven, bendice nuestro alimento y dáselo también a los que no lo tienen. Amén