2. “Porque así como en
Adán todos mueren,
también en Cristo todos
serán vivificados”
1Corintios 15:22
3. Creo que el cristianismo está en crisis,
fundamentalmente por una razón: olvidamos la
fuente, Jesucristo,.. La fuente que da vida, porque
él es “la fuente de vida eterna”, “ mas el que
bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed
jamás; sino que el agua que yo le daré será en él
una fuente de agua que salte para vida
eterna”(Juan 4:14); la fuente de nuestra esperanza,
de nuestro destino, del cielo eterno y sus moradas
celestiales. Él es la fuente que le da el nombre para
identificarnos (“Cristianos”); Olvidamos a nuestro
Señor, Salvador, Rey de reyes, el Alfa y la Omega,
el principio y el fin.
4. Muchas veces le olvidamos por pensar en
nosotros mismos. A veces por pensar en otros,
haciendo del hombre una bendición que
posterga las bendiciones del Hijo del Hombre.
Nos exaltamos, o exaltamos a otros más allá de
lo debido y disminuimos a Cristo más de lo
permitido. Nos sentimos ricos y olvidamos que él
fue pobre. Nos sentimos cómodos y
desconocemos su mandato a predicar a toda
criatura. Nos aseguramos el porvenir, relegando
el porvenir eterno del perdido, por el cual él
también murió. Nos miramos y nos apreciamos;
a él le desviamos la mirada y le despreciamos.
5. Sin embargo nos gusta su figura, su imagen
tallada o recreada en una fotografía. Nos
inspiran la conciencia sus películas y más de un
sermón nos levantó de las bancas para querer
agradarle a través del evangelismo o manifestar
su nombre en un gesto de amor al prójimo. Pero
sus recompensas, postergadas para “la otra
vida”, no tienen el suficiente atractivo como las
recompensas de esta vida, en esta vida, para
gozarlas mientras se viva… “Yo quiero tener, yo
no quiero sufrir, yo quiero que me sirvan, yo
quiero descansar”,.. Son tantos “yo” contra el
Único Dios, que pareciera hacerse débil. Lo
ahogamos, asfixiamos su mensaje y creemos
que desaparecerá.
6. Pero no nos engañemos y no olvidemos: él es
Dios y nosotros su creación; él es el alfarero y
nosotros solo barro. Solo parece que durmiera
pero no es más que la incredulidad la que nos
engaña llevándonos a tal creencia; pero él vive y
solo está a la espera del cumplimiento de todos
sus designios, de la cual el hombre es parte:
unos serán para vida eterna y otros para
condenación eterna.
Así y todo, el hombre vive para el hombre, pero
un verdadero hijo de Dios, vive para Cristo. Ahí
está el problema: muchos hijos de Dios, con
todo el amor que puedan tenerle, se olvidan de
la fuente, consciente o inconscientemente.
7. 1- Algunos olvidan la Fuente por simple
ignorancia
Muchos son enseñados por líderes con
poca preparación. Cuando hay escasa
información de la fuente de nuestra
creencia, como quien es, que dijo, que
quiere, que enseña, que manda, cuales
son sus atributos, difícilmente se podrá
vivir mejor para Cristo. Hay analfabetos
espirituales y, por mas que quieran
agradarle, la ignorancia distorsiona al
Salvador, llevando su nombre al mundo
pero sin su doctrina; y olvidar lo que él
enseña, es olvidarle a él mismo.
8. 2- Otros olvidan la Fuente porque están
en pecado:
Y cuando los hay, tendemos a escondernos.
Cuando nos sentimos indignos, consideramos
hasta prudente alejarnos por nuestra falta de
santidad. Pero Cristo mismo vino ¡a buscar lo
que se había perdido! (Lucas 19:10)
9. 3- Algunos olvidan la Fuente por simple
dejación:
La falta de hábito o de disciplina para la
preparación, para la formación o la información,
basada en la fuente que es Cristo, debilita. La
displicencia cristiana lleva al olvido de Cristo, de
su persona y de sus enseñanzas.
10. 4- Otros olvidan la Fuente porque son
guiados por ciegos malintencionados:
Al contrario del primer punto, donde sinceros
siervos de Dios pero con faltas en su formación,
llevan a olvidar inconscientemente a otros, acá
hablamos de líderes falsos que engañan o
derechamente pervierten el evangelio de Cristo
en pro de si mismo. Muchas almas, quizás con
sinceras ganas de alabar al salvador, terminan
alabando cualquier cosa, menos a la Fuente de
vida eterna, exclusivamente por culpa de estos
engañadores deliberadamente mal
intencionados. Así se propaga a un Cristo
distorsionado, no al Cristo Bíblico.
11. 5- Algunos olvidan porque nunca
fueron salvos:
Podrían haber estado entre nosotros, sin serlo.
Por más que se le den semillas eternas, no
podrían valorarlas, pues la asfixia del mundo y
sus placeres le corrompen y, más que olvidar a
la Fuente, ¡desconocen totalmente a Cristo!
12. Hoy quiero hablar más de esa fuente, de nuestra
fuente, de la fuente más sublime de todas y de la
más necesaria. Y para hablar de Cristo debo
usar la comparación con otra fuente, pero de
mucha más baja calidad;.. debiera decir
pervertida calidad. Compararemos a Cristo, La
fuente de Vida eterna, con Adán, la fuente de la
descendencia humana. Al postrero con el
primero.
13. Y desde ya arriesgo la impulsiva condena teológica, a priori, de
exaltados santos que frunzan el entrecejo por infame
comparación, pero en mi defensa quiero argumentar a modo de
pregunta: ¿Acaso no somos los hombres, por tendencia,
amadores de si mismo? ¿Acaso no somos propensos, por
nuestra naturaleza carnal, a depender de nuestras propias
fuerzas, tal cual el primogénito de Adán? ¿Olvidamos la condena
Bíblica que se le da al varón que confía en el hombre? (Jeremías
17:5); Por naturaleza ¿No estamos inclinados a ello? Creemos
mas en lo que vemos, la materia, y si bien no hemos visto a
Adán, lógicamente hemos visto su descendencia; sin embargo
nos cuesta creer en Dios, el autor de la vida, porque él es Espíritu
(Juan 4:24), el inmaterial que gobierna lo material. Destruyamos
al primero para exaltar al postrero. Destruyamos la simiente
nacida del barro, para alabar al de simiente engendrada por el
Espíritu. Destruyamos al carnal para exaltar al ser Espiritual.
14. Si bien ambos presentas semejanzas,
estas solos nos sirven para llevarnos a
inmensas diferencias:
15. Las semejanzas de Adán y Cristo
Ambos tienen un nacimiento milagroso
(Génesis 2:7, Mateo 1:18)
Adán fue creado a imagen de Dios
(Génesis 1:27). Cristo es la misma
imagen de Dios (Colosenses 1:15)
Ambos fueron perfectos, inocentes y
santos (Hechos 7:26)
16. 4- Ambos fueron cabeza de la
humanidad: El primero de la raza
humana, el segundo de la humanidad
redimida (Efesios 5:23).
5- Ambos son dadores de vida: Adán
en la tierra, Cristo da vida eterna.
6- Ambos fueron tentados
17. Las diferencias de Adán y
Cristo
Ambos nacen, pero solo Cristo ya pre-
existía ¡Adán no! (Colosenses 1:15-20)
Adán es creado a imagen de Dios ¡Cristo
es Dios! (Juan 10:30, Juan 1:1)
Ambos fueron perfectos, inocentes y
santos ¡Pero solo Cristo permanece
perfecto, inocente y santo! (Hebreos 4:15)
18. 4- Ambos fueron cabeza de la
humanidad: el primero la condena, el
segundo le da vida (Romanos 5:12, 18)
5- Ambos son dadores de vida: Adán
para muerte, Cristo para vida
6- Ambos fueron tentados: uno fue
hallado culpable, el otro venció a la
tentación (Hebreos 4:15)
19. Otra gran diferencia entre nuestro Santo Salvador y
el primer hombre es que uno es tentado en el
desierto, donde el hambre, la sed y el cansancio
hicieron más vulnerable al bendito, pero este
estimó como alimento la sola Palabra de Dios. En
cambio Adán, tentado en un maravilloso huerto,
donde podía escoger de todo para saciar sus más
elementales necesidades, decidió la
desobediencia. Así somos los hombres,
descendientes del primer pecador, inclinados al
pecado. Pero Cristo nos redime del pecado y así
debemos sentirnos, perdonados por el gran
Salvador de la humanidad, la fuente de la vida
eterna… ¡Gloria a Dios por ello!