El documento critica dos lugares comunes sobre la educación en Chile. Primero, que la creación de universidades privadas fue la única forma de expandir la matrícula, cuando el gobierno podría haberlo hecho a través de universidades públicas. Segundo, que las reformas de 1981 rompieron la inequidad al cobrar a los más ricos por su educación, cuando en realidad llevó a un sistema segregado donde los hijos reciben educación acorde a lo que sus padres pueden pagar, lo que es verdaderamente inequitativo.
1. Carta al director, El Mercurio, Miércoles 06 de Julio de 2011 quot;
Inequidadquot;
en la educaciónSeñor Director:Un síntoma menor de las razones por las que la discusión en materias educacionales yerra tan sistemáticamente en la identificación de los problemas y soluciones de la educación en Chile es que ésta está dominada por lugares comunes que son claramente incorrectos pero que, a pesar de eso, se repiten como si fueran verdad revelada.La carta publicada ayer de un ex vicerrector de la Universidad Católica insiste en al menos dos de ellos. El primero es que la creación, a partir de las reformas legales de 1981, de universidades privadas fue quot;
un factor decisivo en la posterior expansión de la matrículaquot;
. La implicación es que esa expansión de la matrícula sólo podía alcanzarse mediante la creación de universidades privadas. Esto es claramente falso. Si el Gobierno hubiera querido lograr expansión de la matrícula a través de las universidades estatales podría haberlo hecho fácilmente. Pero en esa época el Gobierno buscaba destruir, no fortalecer, a las universidades públicas. ¿No sabe el señor Williamson que para crear universidades privadas durante los años 80 era necesaria una autorización del Ministerio del Interior?Pero el lugar común más grave es el que ofrece a continuación, el preferido del economista: las reformas de 1981, dice, rompieron quot;
la profunda inequidad a que daba origen la práctica de educación gratis para todos, al exigirse que los quintiles más ricos pagaran su derecho a educarsequot;
. La educación nunca es gratis, y es raro tener que explicarle esto a un economista. Supongo que a lo que el señor Williamson se refiere es a la educación financiada por el Estado. Pero no puede decirse que una determinada manera de gastar los recursos el Estado es quot;
equitativaquot;
o quot;
inequitativaquot;
sin mirar la manera en que esos recursos se recaudan. Es quot;
inequitativoquot;
que cada uno reciba la educación que sus padres pueden pagar, por la sencilla razón que eso lleva a un sistema educacional groseramente segregado por clase: establecimientos para pobres, para clase media y para ricos. Eso ya pasó en la educación escolar, y está empezando a pasar en la educación superior. Para evitar la segregación, es necesario que la educación no pueda ser comprada: que cada uno pueda recibir la educación que necesita, no la que sus padres pueden pagar. Esto no necesita ser regresivo en la medida en que la educación se financia con impuestos, y los impuestos los paguen desproporcionadamente los ricos.Hoy el hijo del que puede pagar 10 recibe educación de 10; del que puede pagar 100, recibe educación de 100, y del que puede pagar 1.000, recibe educación de mil. Esto, desde luego, es el mundo perfecto para el privilegiado, que después de haber recibido educación de 1000 le dirá al que recibió educación de 10 que el hecho de que a él le vaya mejor en el mercado laboral se debe a que le fue mejor en la competencia. Este es el verdadero escándalo de la educación chilena; frente a él, el estatuto docente y quot;
el foco en el aulaquot;
y las becas de pedagogía son placebos. Y lo que sería cómico si no fuera tan trágico es que hay personas que creen, o dicen que creen, que el hecho de que el rico pueda comprar educación de 1000 es quot;
equitativoquot;
y quot;
progresistaquot;
.Fernando AtriaProfesor, Facultad de Derecho Universidad Adolfo Ibáñez<br />