El documento describe la organización política y económica del imperio español en América durante la colonia. Se dividió el continente en virreinatos y capitanías generales gobernados por virreyes y capitanes generales en representación de la corona española. La iglesia católica se encargó de la evangelización de los pueblos indígenas. El comercio entre España y sus colonias en América se realizó bajo un estricto sistema de monopolio controlado por la Casa de Contratación de Sevilla.