La República de Chile entre 1831 y 1861 se caracterizó por ser una república autoritaria o conservadora, con tres presidentes sucesivos que consolidaron la independencia a través de la legislación, la expansión territorial y el desarrollo económico basado en la agricultura y minería. También se destacó por la guerra contra la Confederación Perú-Boliviana, la colonización alemana y los avances culturales y educativos.