La Confederación Argentina entre 1835 y 1852 consistió en un conjunto de provincias unidas sin un gobierno central ni constitución, con Juan Manuel de Rosas liderando Buenos Aires y representando a la Confederación en el exterior. Tras la batalla de Caseros en 1852, Urquiza convocó representantes provinciales en San Nicolás de los Arroyos donde firmaron un acuerdo nombrando a Urquiza como director provisional de la nueva Confederación Argentina.