BIOMETANO SÍ, PERO NO ASÍ. LA NUEVA BURBUJA ENERGÉTICA
Un día por la mañana me desperté muy temprano
1. Ricitos de oro contada por el oso menor
Un día por la mañana me desperté
muy temprano. Nos íbamos al
bosque con mi mama osa y papa oso.
Antes de salir preparamos el
desayuno. Para cuando volvimos, ya
lo teníamos listo. También
preparamos sillas delante de la
puerta, porque seguro que íbamos a
estar cansados al venir puesto que
debíamos caminar mucho.
Finalmente, pusimos sábanas nuevas
en la cama porque al acabar de desayunar nos iríamos a la cama a dormir.
Una vez preparado todo nos fuimos al bosque a pasear.
Llegamos unas cuatro horas después. Al llegar a nuestra casa nos pegamos
una sorpresa, alguien había entrado en la casa! Habían derribado la Puerta
y entrado. Vimos los desayunos que habíamos preparado. Pero solo se
habían comido el mío. Los de mis papas estaban llenos. Me alegré porque
ese desayuno preparado por mi padre no me gusta nada. Fuimos a
sentarnos y vimos las sillas que les habían movido. Vi la mía que estaba
rota, me alegre porque quería otra silla esa estaba muy vieja y era
incomoda, así tenía un pretexto para que me den otra silla. Entonces hice
como si estuviera triste para que mis padres me regalasen otra. Fuimos a
las habitaciones y vimos que las camas estaban desordenadas. Vimos que
en mi cama estaba una niña pequeña durmiendo en ella. Mi padre la
despertó para preguntarle quien era. Ella se despertó pero se asustó
mucho y salió corriendo de la habitación. De modo que no me dio tiempo
de agradecerle lo que había hecho, ya que gracias a ella ese día iba a ser
genial.
Andrès Vela