Un niño de 9 años prohibió a sus amigos jugar con un compañero gitano y lo golpeó con un grupo de amigos, siguiendo las instrucciones de sus padres. Gracias a la mediación de la FSG, la directora de la escuela se reunió con las familias involucradas, quienes acordaron resolver el conflicto y evitar comportamientos racistas en el futuro.