Este poema explora cómo diferentes personas perciben el valor del tiempo dependiendo de sus experiencias. A través de una serie de ejemplos, describe cómo un estudiante que reprobó, una madre que dio a luz prematuramente, un editor, una pareja enamorada, alguien que perdió un transporte y alguien que sobrevivió a un accidente experimentan el valor de un año, mes, semana, hora, minuto y segundo respectivamente. Concluye instando al lector a disfrutar cada momento y compartirlo con los seres queridos.