1. Tras una larga espera para ponernos de nuevo en contacto con los
hermanos/as; por fin podemos comunicarnos a través de Hermano Lobo.
En este nuevo curso que empezamos, inmersos aún en la Pandemia, tra-
taremos de no perder el hilo conductor que nos permita estar comunica-
dos, y no perdamos ni olvidemos nuestro carisma y compromisos fran-
ciscanos:
1. Hemos recibido el nº 138 del Hermano Sol, Boletín de la Regional.
Si algún hermano/a quiere adquirir un ejemplar del mismo, que lo
comunique a la Herman Valentina.
2. Sabéis que debido a que nuestras reuniones se han suspendido por
culpa de la Pandemia, nuestros ingresos han prácticamente desapa-
recido, por lo que con el reparto de este Hermano Lobo se pasará
una bolsita para que aportéis en ella la cantidad que estiméis con-
veniente destinado a este fin
3. El pasado 20 de Septiembre falleció nuestra hermana Gabriela
Hernández M, por cuyo eterno descanso la Fraternidad ofreció una
misa en la Parroquia el día 26 del mismo mes.
4. El viernes, día 23, a las 7 de la tare en la Capilla del Colegio de la
Divina Pastora, celebraremos una Eucaristía por el eterno descanso
de las Hermanas Marina y Josefa, recientemente fallecidas, a la
que estamos todos invitados
5. La Fraternidad, siempre atenta a cumplir con sus compromisos de
ayuda a los más necesitados, el pasado día 26 de Junio, en la colec-
ta del Corpus Christi para Cáritas, entregó 300 euros en la Parro-
quia como aportación de todos para esta causa.
BUSCA EN EL DESAPEGO Y EN EL USO, UNA JUSTA RELA-
CIÓN CON LOS BIENES TERRENOS (Regla OFS, 11).
Seguimos con los comentarios a nuestra Regla OFS. El número 11
dice: “Cristo, confiado en el Padre, aun apreciando atenta y amorosamente las realida-
des creadas, eligió para Sí y para su Madre una vida pobre y humilde (CtaF, 5); del mis-
mo modo, los Franciscanos seglares han de buscar en el desapego y en el uso, una justa
relación con los bienes terrenos, simplificando las propias exigencias materiales; sean
conscientes, en conformidad con el Evangelio, de ser administradores de los bienes reci-
bido, en favor de los hijos de Dios.
Así, en el espíritu de las Bienaventuranzas, esfuércense en purificar el corazón de
toda tendencia y deseo de posesión y de dominio, como “peregrinos y forasteros” en el
camino hacia la casa del Padre”.
Buscar una justa relación con los bienes terrenos (los bienes econó-
micos, técnicos, culturales, artísticos, sociales, laborales…) es tener en
cuenta que si, por una parte, las realidades creadas son buenas y hay que
apreciarlas, amarlas y favorecerlas, por otro lado, como ya nos advirtió
Jesús, las podemos convertir en nuestros pequeños dioses que nos esclavi-
zan y nos roban el corazón, que ya no queda libre para el Señor y para el
servicio a los hermanos. Esto sucede especialmente con el dinero y el po-
der. Esa es la razón por la que Jesús y su Madre María, así como san Fran-
cisco, eligieron una vida pobre y humilde. Una vida sencilla, que simplifica
las propias exigencias materiales y no cae en la ambición y el consumismo,
nos deja libres para el Señor, y nos permite ser más hermanos de todos y de
todo.
Hay otra razón por la que nuestra vida, que se propone vivir según
las Bienaventuranzas (Mt 5, 1-7), debe buscar el desapego de los bienes
que hemos recibido para compartirlos con los que los necesitan: que “Dios
ha destinado la tierra y cuanto ella contiene para uso de todos los hombres
y pueblos. En consecuencia, los bienes creados deben llegar a todos en for-
ma equitativa, bajo la égida de la justicia y con la compañía de la cari-
dad”(Gaudium et spes, 69).
2. Y como decía San Francisco, todos los bienes que hemos recibido son
del Señor, no nos pertenecen y no tenemos que apropiarnos de ellos, sino
que se los tenemos que restituir, alabándole por ellos y compartiéndolos
con los pobres y los que los necesiten.
Una justa relación con los bienes terrenos, busca reducir las pro-
pias necesidades materiales, que están siendo continuamente estimuladas
artificialmente por la propaganda y la moda; teniendo en cuenta que todo
aquello que supera la satisfacción de nuestras necesidades básicas, es
injusto que lo empleemos en cosas superfluas mientras que muchos no
tienen lo imprescindible para vivir. Sin contar, que cuanto más consumi-
mos, más contaminamos.
Hno. Vicente Felipe ofm
EL ESPÍRITU DE ASÍS (27 de octubre)
Toda la Familia Franciscana está habituada a celebrar cada año, en torno
al 27 de octubre, el Espíritu de Asís. Este año, la memoria de aquel famoso en-
cuentro de ayuno y oración por la paz del Papa Juan Pablo II con los líderes de
las más importantes religiones del mundo, tiene como lema: ESCUCHAMOS
EL CLAMOR DE LA TIERRA Y EL GRITO DE LOS POBRES. Después de
la publicación de la encíclica “Fratellitutti (Todos hermanos). Sobre la frater-
nidad y la amistad social”, tiene más sentido que nunca unirnos en oración el
día 27 a todos los cristianos de las diferentes confesiones cristianas y a los cre-
yentes de todas las religiones rezando todos desde casa alas 10 de la mañana la
siguiente oración:
Dios de amor, Creador del cielo y la tierra y de todo lo que contienen.
Nos creaste a tu imagen y nos hiciste custodios de
toda tu creación.
Nos has bendecido con el sol, el agua y la tierra fértil
para que todos pudiéramos alimentarnos.
Abre nuestras mentes y toca nuestros corazo-
nes, para que podamos responder al don de tu crea-
ción.
Ayúdanos a ser conscientes de que nuestra
casa común, no sólo nos pertenece a nosotros, sino
también a todas las criaturas y a todas las generaciones futuras, que es nuestra
responsabilidad preservarla.
Que ayudemos a garantizar que cada persona cuente con la alimentación
y los demás recursos que necesita.
Ayúdanos a expresar nuestra solidaridad de forma creativa para hacer
frente a las consecuencias de esta pandemia mundial, haznos valientes para aco-
meter los cambios que se necesitan en busca del bien común. Que podamos sen-
tir ahora más que nunca que todos estamos interconectados y que somos interde-
pendientes;
Permítenos escuchar y responder al clamor de la tierra y al clamor de los
pobres. Que todos estos sufrimientos sean los dolores del nacimiento de un mun-
do más fraterno y sostenible. Bajo la amorosa mirada de María Auxiliadora,
Hacemos esta oración por Cristo Nuestro Señor. Amen.
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I NVITACIÓN A LEER LA ENCÍCLICA “FRATELLI TUTTI”
1. «Fratelli tutti» (Admoniciones, 6, 1) escribía san
Francisco de Asís para dirigirse a todos los her-
manos y las hermanas, y proponerles una forma
de vida con sabor a Evangelio. De esos conse-
jos quiero destacar uno donde invita a un amor
que va más allá de las barreras de la geografía y
del espacio. Allí declara feliz a quien ame al
otro «tanto a su hermano cuando está lejos de él
como cuando está junto a él» Con estas pocas y
sencillas palabras expresó lo esencial de una fraternidad abierta, que permite
reconocer, valorar y amar a cada persona más allá de la cercanía física, más
allá del lugar del universo donde haya nacido o donde habite”
2. . “Este santo del amor fraterno, de la sencillez y de la alegría, que me ins-
piró a escribir la encíclica Laudato si’, vuelve a motivarme para dedicar esta
nueva encíclica a la fraternidad y a la amistad social. Porque san Francisco,
que se sentía hermano del sol, del mar y del viento, se sabía todavía más
unido a los que eran de su propia carne. Sembró paz por todas partes y ca-
minó cerca de los pobres, de los abandonados, de los enfermos, de los des-
cartados, de los últimos.
Papa Francisco (Fratelli Tutti, 1 y 2)
En los próximos meses vamos a estar mucho tiempo en casa. Vamos a
tener mucho tiempo también para leer. Leer la nueva encíclica del papa Fran-
cisco titulada “Fratelli tutti”(Todos hermanos). Sobre la fraternidad y la amis-
tad civil. Os gustará y alimentará vuestra reflexión y vuestro espíritu. Quien la
quiera adquirir que se lo diga a la hna. Valentina o al hno. Vicente antes del
25 de octubre. Cuesta 3,95 euros