El microprocesador y el cerebro humano comparten algunas similitudes en que ambos contienen redes que se comunican entre sí para procesar información y almacenar datos de corto y largo plazo. Sin embargo, el cerebro funciona de manera analógica usando señales electroquímicas, mientras que el microprocesador es digital y funciona con energía eléctrica. Además, el cerebro no tiene límite para almacenar información.