El documento habla sobre las bienaventuranzas de Jesús y la invitación a ser misericordiosos como Él. Explica que la teología pastoral debe abarcar cuatro facetas de la misión parroquial (martirio, comunión, diaconía y liturgia) expresadas a través de las obras de misericordia. Advierte que solo aquellos que hacen la voluntad de Dios heredarán el Reino prometido, no los que practican la iniquidad o buscan la vanidad.