1) El documento discute por qué Dios permite el sufrimiento si es un Dios de amor. Explica que para responder a esta pregunta, es necesario considerar lo que dice la Biblia. 2) Describe que Dios creó al hombre con libre albedrío para tomar decisiones entre el bien y el mal, y las Escrituras establecen recompensas y castigos dependiendo de estas decisiones. 3) Señala que según los primeros cristianos, el hombre es responsable por sus propias acciones ya que Dios no lo creó para hacer el mal.
1. Por qué Dios permite que….
El presente artículo tiene la finalidad de responder a una de las preguntas que muchas
personas hacen con el principal objetivo de poner en duda la existencia de Dios. La
pregunta que se ha utilizado para sostener lo anterior es la siguiente:
“Si Dios existe, ¿Por qué permite que: haya guerras, que muera tanta gente inocente, que
haya tanta hambre en el planeta, que niños mueran de frio, que mujeres sean
maltratadas, que mueran jóvenes con un futuro prometedor, que haya tanta injusticia,
maldad y sufrimiento en el mundo? “
Es importante mencionar que para poder responder a estas cuestiones es necesario
mantener apertura con respecto al único y más adecuado medio para poder
contestarlas, estamos hablando de la Palabra de Dios plasmada en la Biblia y el
testimonio de los Cristianos Primitivos a través de sus escritos, quienes vivieron de
manera muy literal el mensaje y las sencillas enseñanzas del Señor Jesús. Si no se tiene
dicha apertura será imposible encontrar una respuesta a todas esas preguntas y no
tiene sentido seguir leyendo este artículo.
¿Dios de: amor, tiranía o de justicia?
Uno de las ideas que erróneamente se pregona es que Dios es amor, vemos a la gente
predicando en las calles diciendo “Dios te ama”. Algunos otros sostienen que Dios es
un Dios castigador, que inculca temor a los seres humanos; las personas han
concebido una falsa imagen de Dios. Para los que dicen que Dios es amor, tenemos
que mencionar que el amor de Dios no está en tela de juicio, es claro que Dios ama a su
creación y a los que han decido obedecerle (incluso hablamos de un amor
inmerecido). Con respecto a los que se imaginan a un Dios tirano, podemos decir que
más bien se han creado ese tipo de pensamientos por ignorar lo que realmente enseña
Dios en su palabra, y ha sido más fácil fabricarse ideas enfocadas en desacreditar al
Señor para justificar su desobediencia. La Biblia es muy clara con respecto a lo que
realmente es Dios, y este fundamento corrige a los dos anteriores: “Justo es Jehová en
todos sus caminos, Y misericordioso en todas sus obras.” (Salmos 145:17). Deducimos
entonces que no podemos decir que Dios es amor o castigador, sino que más bien es
un Dios justo que dará lo bueno o lo malo según lo que cada quien se merezca. Las
frases “Dios es amor” y “Dios castigador” han sido mal empleadas y mal entendidas
por la sociedad.
El libre albedrío
2. “El hombre fue creado racional, y por ello semejante a Dios, libre en sus decisiones y con
un fin en sí mismo; y si alguna vez se convierte en paja y otra en trigo, es por su propia
responsabilidad”. (Ireneo - 180 d.C.)
Dios creó al hombre con libre albedrío, a continuación se muestran 3 definiciones
sencillas del término (no bíblicas):
1.- El libre albedrío es la habilidad que tiene cada individuo para tomar sus propias
decisiones.
2.- La habilidad y el poder de decidir libremente y voluntariamente.
3.- Doctrina filosófica que establece que la conducta humana es reflejo y consecuencia
de la voluntad y no de fuerzas externas a la persona.1
El ser humano fue creado con razonamiento y desde la infancia comienza a
comprender lo que está bien y lo que está mal, las buenas acciones y las malas
acciones, las consecuencias de la obediencia y la desobediencia. En la biblia está
establecido lo siguiente: “A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra ustedes,
que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la
vida, para que vivas tú y tu descendencia”. (Deuteronomio 30:19). Claramente Dios
Creador de todas las cosas, dio el poder al ser humano de decidir qué camino tomar, el
del bien o del mal.
Dios no creó maquinas sin raciocinio que pueden ser controladas mecánicamente, Él
creó personas, seres pensantes, capaces de tomar decisiones por medio del
razonamiento. Las consecuencias de cada decisión que el hombre decida tomar
también están plasmadas en las Sagradas Escrituras: Para aquellos que decidan hacer
el bien: “Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré
de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que
moran sobre la tierra. He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno
tome tu corona. Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios”.
(Apocalipsis 3:10-12) y para aquellos que decidieron hacer el mal: “Por cuanto
aborrecieron la sabiduría, y no escogieron el temor de Jehová, ni quisieron mi consejo, y
menospreciaron toda reprensión mía, comerán del fruto de su camino, y serán hastiados
de sus propios consejos”. (Proverbios 1:29-31).
En la parábola de los dos cimientos, Jesús compara al hombre y sus decisiones de la
siguiente manera: “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé
a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca”. “Pero cualquiera que me oye
3. estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa
sobre la arena” (Mateo 7:24,26). En ningún momento se establece que el hombre está
destinado a hacer el mal o el bien, más bien, se ha establecido por nuestro Señor que
el hombre decida edificar sobre la roca o la arena.
Irineo 180 d.C. argumentó lo siguiente con relación al libre albedrío: “Dios siempre ha
protegido, por una parte la libertad y decisión del ser humano, y por otra su exhortación
a él: por ello quienes no obedecen son justamente juzgados por su desobediencia, y
quienes obedecen y creen reciben la corona incorruptible”.Los primeros cristianos
vivían poniendo por obra la Palabra Verdadera y entendían con claridad las
consecuencias que enfrentarían aquellos que vivían en constante desobediencia a
Dios.
Hacer lo bueno o lo malo
“Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer
justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios”.(Miqueas 6:8)
Al analizar la Biblia, nos damos cuenta de que Dios en su infinita sabiduría, parase ser
que intuyó argumentos humanos enfocados en desacreditar su existencia como los
que se están tratando en este escrito, ¿Qué queremos decir? Es muy sencillo, durante
la creación de todas las cosas existentes (Génesis 1 y 2), Dios nunca habló acerca de la
desobediencia, de castigos, de tristeza o temor; no fue sino hasta la desobediencia del
hombre (Génesis 3) que Dios comenzó a establecer leyes con respecto a la obediencia
o rebelión del ser humano. Desde el principio de la creación el hombre fue libre para
tomar sus propias decisiones, y él mismo quiso tomar el camino del mal, Dios no
impidió ni mucho menos manipuló en ninguna manera esa elección, aunque no
dudamos que pudo hacerlo. Después de todo lo anterior se establecieron mandatos
como el siguiente:
“Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra; si no quisiereis y fuereis
rebeldes, serán consumidos a espada; porque la boca de Jehová lo ha dicho”.
(Isaías 1:19-20)
“y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que
hicieron lo malo, a resurrección de condenación.(Juan 5:29)
“el cual pagará a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a los que,
perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, pero ira y
enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a
la injusticia;”(Romanos 2:6-8)
4. “tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, pero gloria y
honra y paz a todo el que hace lo bueno”. (Romanos 2:9,10)
Después de dar libre albedrío al hombre viene la recompensa por hacer lo bueno o el
castigo por hacer lo malo: “Le fue concedida plena libertad de elección al hombre en uno
u otro sentido, para que siempre fuese dueño de sí para hacer libremente el bien y para
evitar libremente el mal; pues, por otra parte, convenía que el hombre estuviera bajo el
juicio de Dios y que fuese justo por sus méritos propios, es decir, libre. En efecto, no podía
asignarse razonablemente una recompensa del mal ni del bien a aquel que fuese bueno o
malo por obligación y no por voluntad propia. Para esto se dio la ley, la cual no anula,
sino que pone a prueba la libertad con que uno o libremente se somete o libremente la
transgrede. Por esto tenían que estar ambos caminos abiertos al libre albedrío... una
reflexión sobre la libertad del hombre mostrará que él es el culpable de todo el mal que
cometió”. Tertuliano (197 d.C.)
El libre albedrío se otorga a todo hombre
“Para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre
malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos”. (Mateo 5:45)
Dios no hace excepción de personas, todos los seres humanos nacemos con la libertad
de decidir, a todo hombre se le ha dado libre albedrío. En la mayoría de las sectas
religiosas existentes en el mundo se predica la idea de que las personas están
predestinadas a hacer el bien o el mal (es decir que nacen destinados para ser buenos
o malos); la tendencia del hombre a corromperse y seguir el camino que lleva a la
perdición se acopla a los principios teológicos que profesan tales sectas, dichos
principios están enfocados obviamente en justificar la desobediencia del hombre
(prácticamente aceptan que no se puede dejar de hacer el mal, porque ya estamos
predestinados a vivir de esa manera).
Históricamente es evidente que la humanidad se inclina más por hacer el mal que por
hacer el bien, difícil es caminar por la senda del bien (el ser humano rechaza lo difícil),
por ende, preferible le ha sido andar por la senda corrupta, el hombre se rinde a esto
último, al mal, no se esfuerza por hacer el bien u obedecer e ir por el camino recto que
lleva la puerta estrecha (Lucas 13:22-30). Para respaldar lo dicho aquí, tenemos el
fundamento escrito por otro de los primeros cristianos: “No fuimos creados para la
muerte, sino que morimos por nuestra propia culpa. La libertad nos perdió; esclavos
quedamos los que éramos libres; por el pecado fuimos vendidos. Nada malo fue hecho
por Dios, fuimos nosotros los que produjimos la maldad; y los que la produjimos, somos
también capaces de rechazarla.” (Taciano - 160 d.C.)
5. El origen de las ideas que defienden el argumento de que el hombre no puede dejar de
hacer el mal promovido en las sectas religiosas de la actualidad, lo encontramos en
tiempos posteriores pero muy cercanos a la muerte y resurrección de nuestro Señor
Jesús, en tiempos de la iglesia primitiva, aproximadamente entre los años 90 y 199
d.C. Nos referimos a los “gnósticos”. “La palabra griega gnosis quiere decir “ciencia”, y
los gnósticos decían que Dios les había revelado un conocimiento más profundo que
los primeros cristianos no tenían. Cada maestro gnóstico tenía su propia enseñanza,
pero todos más o menos concordaban en decir que el Creador era un Dios distinto al
Padre de nuestro Señor Jesús. Este Dios inferior, según ellos, había creado el mundo
sin el permiso del Padre celestial. Y esa creación fue una gran equivocación, y el
hombre como resultado está totalmente depravado. Ellos decían que el Dios del
Antiguo Testamento era ese Creador inferior, y que no es el mismo gran Dios del
Nuevo Testamento.
Según ellos, los hombres somos creación de ese Dios inferior, y por lo tanto no
tenemos capacidad ninguna de hacer lo mínimo para alcanzar la salvación. Fue una
suerte para nosotros que el Padre de nuestro Señor Jesucristo tuvo piedad de
nosotros y mandó a su Hijo para salvarnos. Pero porque nuestro cuerpo está
depravado sin remedio, el Hijo de Dios no pudo hacerse hombre en realidad. No, sólo
tomó la apariencia de un hombre, pero no era hombre en realidad. No murió en
realidad, y no resucitó. Y ya que somos, según ellos, pecadores hasta el fondo, nosotros
no podemos hacer nada para alcanzar la salvación. Más bien, somos salvos sólo por la
gracia del Padre”.2
En oposición a los primeros cristianos, los gnósticos enseñaban que el hombre está
totalmente depravado y no podía hacer lo bueno. Estas ideas son la raíz de “doctrinas
de derrota” que inculcan en las personas el pensamiento de que sin importar que
desobedezcas los mandatos de Dios (que ciertamente están enfocados en el bien)
puedes agradarle e incluso servirle de esa forma, pregonando también que de esa
manera su gracia abundará. ¡Que error tan grave pensar así! A estos falsos maestros se
refería el apóstol Juan en (2 Juan 7) cuando dijo: “porque muchos engañadores han
salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace
es el engañador y el anticristo”
“Por otra parte, si el género humano no tiene faculta para huir de las cosas malas y
escoger lo bello, no es responsable de nada de lo que haga”. (Justino Mártir - 160 d.C.)
“Si, en efecto, unos seres humanos fueran malos por naturaleza y otros por naturaleza
buenos, ni éstos serían dignos de alabanza por ser buenos, ni aquéllos condenables,
porque así habrían sido hechos. Pero todos son de la misma naturaleza, capaces de
6. conservar y hacer el bien, y también capaces para perderlo y no obrarlo”. (Ireneo - 180
d.C.)
Otras corrientes del pensamiento mundano y religioso
A través del tiempo, se han hecho muchos intentos por explicar la pregunta ¿por qué
suceden tantas cosas malas?, ha sido discutida tanto por los incrédulos como por los
creyentes.
-El ateo y el humanista: quienes no quieren saber nada de Dios, fabrican un mundo en
el que el hombre se encuentra sometido a los altibajos de la fortuna. Llaman a las
desgracias de la vida “la mala suerte.
-El agnosticismo: es bien negativo con respecto a este problema; supone que nos
hallamos totalmente en la oscuridad. ¿Por qué tratar de hallar el porqué de los sucesos
de la vida? El intentarlo es inútil, para ellos es más fácil estar en una posición cómoda
en la que no niegan la existencia de Dios pero tampoco la aseguran.
-El deísmo: aunque afirma la existencia de Dios, imaginan un dios impreciso, que se
halla demasiado distante para ocuparse de las dificultades de la vida humana.
Por el contrario, los cristianos afirman la existencia de un Dios justo y amoroso, quien
se interesa mucho en los asuntos humanos, Y puesto que este Dios ha elegido
revelarse a Sí mismo, el hombre puede llegar a conocerlo.3 Con todo, estamos seguros
de que “El Juez de toda la tierra, ha de hacer lo que es justo” (Génesis 18:25). Aun así,
dice Orígenes – 225 d.C., “habiendo sido otorgada a las criaturas racionales, como
hemos mostrado muchas veces, la facultad del libre albedrío, fue esta libertad de su
voluntad lo que arrastró a cada una, bien a mejorarse con la imitación de Dios, o a
deteriorarse por negligencia.”
Entonces pues ¿Por qué Dios permite…..?
Aun después de lo explicado, muy posiblemente las personas no creyentes queden
insatisfechas, y seguirán utilizando esta pregunta para tratar de frustrar a quienes
quieren seguir al Señor, el argumento derivado de esa misma cuestión ahora es: “Si
Dios es justo, entonces ¿por qué no hace algo para remediar las injusticias de la vida?”
La mayoría de las personas se han olvidado de las verdades que Dios en su palabra
puso a la disposición del hombre. Algunos mantienen la opinión de que Dios
simplemente no se ocupa de los detalles de la humanidad y que prefiere no meterse
7. en nuestros asuntos, como si Él no mantuviera Sus cosas en orden, incluso en la biblia
se nos muestra un ejemplo semejante a tal aseveración en Malaquías 2:17 en donde
dice “¿dónde está el Dios de justicia?”.
Pero las personas que acusan a Dios de ser indiferente, están revelando su propia
ignorancia, Dios en realidad ha hecho todo lo necesario para resolver el problema de
la maldad. La muerte, la resurrección y la ascensión de nuestro Señor fueron las
medidas más efectivas y más costosas que se pudieron tomar para libertarnos del
poder del mal. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. (Juan
3:16) y los que creen en Él le aman y los que le aman le obedecen guardando todos sus
mandamientos día con día (Juan 14:21)
Otros concluyen que posiblemente Dios tiene sus limitaciones y que no puede tratar
justamente a toda la gente como Él quisiera, dando a entender que el Creador hasta
cierto punto, tiene las manos atadas.
Como respuesta proponemos los siguientes puntos de reflexión:
Dios:
No actúa en contra de las leyes que ÉL ha creado
Rehúsa obligar al hombre a que le sirva
Tiene designios más sabios de los que el hombre pueda imaginarse
Siempre logra todo lo que se propone
Mantiene control supremo sobre todas las cosas que suceden
“Por el contrario, cada uno camina, según el mérito de sus acciones, hacia el castigo o
hacia la salvación eterna. Si todos los hombres fuesen conscientes de esto, nadie
escogería la maldad por un momento, sabiendo que así emprendería la marcha hacia su
condena eterna en el fuego, sino que por todos los medios se contendría y se adornaría
con las virtudes, para alcanzar los bienes de Dios y verse libre del castigo”. (Justino
Mártir - 160 d.C.). Hoy en día son mucho más validas las palabras de Justino Mártir
con respecto a que si los hombres fuesen consientes del precio que tendrán que
enfrentar por andar en el camino del mal, nadie escogería la maldad ni siquiera por un
instante.
Más fundamentos sobre el libre albedrío
-Por su generosidad Dios dio a conocer al ser humano el bien de la obediencia y el mal
de la desobediencia.... Por eso su conocimiento de ambas cosas va en los dos sentidos,
a fin de que pueda elegir lo mejor con discernimiento… Aquellos, pues, que se han
8. apartado de la luz del Padre transgrediendo la ley de la libertad, se han alejado por su
culpa, pues se les concedió la libertad y el libre albedrío. (Ireneo - 180 d.C.)
-Creer y obedecer está en nuestro poder. (Clemente de Alejandría - 195 d.C.)
-Ni alabanza ni condenación, ni recompensa ni castigo, sería justo si el hombre no
tuviera el poder de escoger [lo bueno] y evitar [lo malo], si el pecado fuera
involuntario. (Clemente de Alejandría - 195 d.C.)
-Es la libertad de cada persona la que produce la verdadera justicia y revela la
verdadera maldad. (Clemente de Alejandría - 195 d.C.)
-Aquellos [paganos] que deciden que el hombre no tiene libre albedrío, sino afirman
que se gobierna por las disposiciones inevitables de la suerte, son culpables de
impiedad ante el mismo Dios, ya que le hacen la causa y el autor de las maldades
humanas. (Metodio - 290 d.C.)
-El hombre fue hecho por Dios como ser libre, capaz de albedrío y decisión propia:
precisamente es en esto donde más en particular se manifiesta que el hombre está
hecho a imagen y semejanza de Dios…en aquello más esencial que procede del mismo
Dios, esto es, el alma, que ha recibido el sello del ser divino en lo que se refiere a la
libertad de albedrío y de decisión…. Dios llama, amenaza y exhorta al hombre que,
dotado de voluntad y de libertad, es capaz de obediencia o de rebelión. (Tertuliano -
197 d.C.)
-Toda la creación de Dios, Dios la hizo muy bien. Y él ha dado a cada persona el poder
del libre albedrío, y por la misma norma ha instituido la ley de juicio… Y por cierto
todo el que quiera, puede guardar sus mandamientos. Pero el que los desprecia y se
vuelve en contra de ellos, sin duda alguna tendrá que hacer frente a esa ley de juicio…
No cabe duda de que cada persona, utilizando el poder de su libre albedrío, puede fijar
su camino en la dirección que él quiera. (Arquelao - 320 d.C.)
Conclusión
Podemos decir que Dios permite el sufrimiento porque es parte inseparable del
camino que el ser humano eligió y que continua eligiendo, al hombre se le advirtieron
las graves consecuencias que traería su desobediencia (Génesis 3), incluidas están:
dificultades, tristezas y sufrimientos, Dios jamás ha eliminado aquella sentencia.
Dios permite las injusticias porque Él es demasiado bueno y sabio para privar al
hombre de facultad de libre albedrío (el poder de elegir). Gran cantidad de injusticias
son el resultado de emplear en forma imprudente y cruel el libre albedrío, aunque
9. muchas personas insistan en culpar a Dios por los males que aquejan esta tierra, hay
que recordarles que Dios no creó maquinas sino seres pensantes.
El Señor permite el dolor en muchos casos, pues de lo contrario, Él tendría que
suspender algunas de sus muchas leyes, por ejemplo: el amor a los enemigos, el
castigo por la desobediencia, renunciar a todos los deseos de este mundo, etc.
Fácil es culpar a Dios por las cosas malas que suceden en el mundo, pero es difícil
autoexaminarnos con respecto a lo que aportamos para bien o para mal en esta vida y
si estamos viviendo conforme a las instrucciones que nos ha dado nuestro Señor en
sus Sabias Palabras. Dios no habla de muchas maneras pero pocos quieren escuchar.
“Sin embargo, en una o en dos maneras habla Dios; Pero el hombre no entiende”. (Job
33:14)
Referencias bibliográficas:
1. (http://www.miapic.com/que-es-el-libre-albedrio,
http://mx.ask.com/web?q=libre+albedrio&qsrc=19&o=102466&l=sem)
2. David Bercot, Cuando el Cristianismo Era Nuevo, pág. 56.
3. Ruth, Merle, Triunfante en el Sufrimiento, págs. 9 a 23.
4. Reina-Valera 1960, Santa Biblia.
5. Diccionario de la Iglesia Primitiva.