La regla de los signos en matemáticas establece que en sumas y restas, si los números tienen el mismo signo, se suman o restan y el resultado tiene ese signo; si los números tienen signos opuestos, se restan y el resultado tiene el signo del número mayor. En multiplicación y división, si los números tienen el mismo signo, el resultado es positivo; si tienen signos opuestos, el resultado es negativo.